FRANCIA 3, BÉLGICA 2
Lille, France (pista dura bajo techo)
La espera terminó. Francia levantó la 10ª Copa Davis de su historia bajo la cubierta del Stade Pierre-Mauroy de Lille, derrotando por 3-2 a Bélgica para alzar la Ensaladera 16 años después.
El galo Lucas Pouille actuó como héroe de la eliminatoria al superar por 6-3, 6-1, 6-1 a Steve Darcis en el decisivo quinto punto, resolviendo en apenas una hora y 34 minutos un choque que llevó el delirio a la grada.
El No. 17 del Emirates ATP Rankings se repuso anímicamente tras ceder el viernes el primer punto de la eliminatoria ante David Goffin. Lejos de mostrarse tenso por competir sin margen de error, Pouille desplegó un juego convencido para completar con contundencia el triunfo galo.
En el duelo decisivo ante Darcis, con una grada convencida de la oportunidad, Pouille firmó uno de los cierres más notables que se recuerdan en la competición. El francés se mostró afilado al resto, llegando a romper en siete ocasiones el servicio de su rival, superado por la situación.
La velocidad de juego de Pouille, que conectó 7 aces y aseguró 34 de los 38 puntos jugados con primer saque, fue un desafío demasiado exigente para Darcis. El belga fue incapaz de generar una sola pelota de quiebre en todo el encuentro, viendo diluida la posibilidad de remontada visitante.
El triunfo de Pouille sirvió para anular el amago de reacción iniciado este domingo por David Goffin, que venció por 7-6(5), 6-3, 6-2 al No. 1 francés Jo-Wilfried Tsonga para colocar el 2-2 en la serie. El reciente subcampeón de las Nitto ATP Finals, que sumó dos puntos individuales durante el fin de semana, subrayó su peso creciente en el circuito masculino.
Con tres finales disputadas en las últimas siete ediciones, Francia figuraba con la nación más insistente en su lucha por la corona en tiempos recientes. Además, su victoria sirve para volver a saborear el triunfo tras haber cedido las últimas tres finales disputadas: en 2002 (vs. Rusia), 2010 (vs. Serbia) y 2014 (vs. Suiza).
Con Yannick Noah como capitán en el banquillo, la coronación del equipo francés fue el premio a toda una generación. Y la celebración fue una muestra evidente. Fundidos en un abrazo bajo los acordes de la Marsellesa, la imagen dejó a un grupo de jugadores unidos por la celebración.
Jo-Wilfried Tsonga, Lucas Pouille, Gilles Simon, Jeremy Chardy, Pierre-Hugues Herbert, Nicolas Mahut, Richard Gasquet y Julien Benneteau festejaron sobre la pista un triunfo para la historia del deporte francés.
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