Bogotá, D.C. 22 de enero de 2018. (MADS). Mediante el Decreto 050 de 2018, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible modificó aspectos del Decreto Único Reglamentario 1076 del sector ambiente, relacionados con los Consejos Ambientales Regionales de la Macrocuenca (CARMAC), vertimientos y el ordenamiento del recurso hídrico.
“Este decreto se ajustó a partir de la necesidad de articular los temas de planificación, ordenamiento y gestión de vertimientos con las actuales normativas en el tema e instrumentos como la Política para la Gestión Sostenible del Suelo”, explicó Jairton Díez Díaz, director de Gestión Integral del Recurso Hídrico del Ministerio de Ambiente.
De ahora en adelante, con la modificación del decreto, se abordará el componente del suelo de manera específica y detallada. Por ejemplo, no se acepta el vertimiento al suelo de aguas que contengan contaminantes orgánicos persistentes de los que trata el Convenio de Estocolmo, tampoco en zonas de extrema a alta vulnerabilidad a la contaminación de acuíferos, o en zonas de recarga alta de acuíferos que hayan sido identificadas por la autoridad ambiental competente.
“Esta modificación permite avanzar en la prevención de la contaminación en el contexto actual, pues estamos ajustando disposiciones normativas de 2010. Ahora hay una reglamentación más precisa que define las consideraciones y los requisitos para realizar un vertimiento al suelo”, afirmó Díez. Por otra parte, el decreto aborda ajustes en lo referente a la aplicación de los planes de contingencia para el manejo de derrames de hidrocarburos o sustancias nocivas.
En cuanto los Consejos Ambientales Regionales de la Macrocuenca (CARMAC), establece que estarán conformados por 8 entidades y da lineamientos para su implementación pues antes no estaba reglamentada su conformación. “Es un hito importante porque nos permite afianzar ese espacio de coordinación y seguir trabajando en su solidificación y conformación”, añadió el Director, quien agregó que en cuanto al ordenamiento del recurso hídrico se generaron orientaciones principalmente para las aguas superficiales continentales.
“Esta iniciativa fortalece la planificación, la administración y gobernanza del recurso hídrico porque se da un paso importante para la unificación de criterios y estandarización conceptual para el fortalecimiento de la labor de control y seguimiento que realizan las diferentes Autoridades Ambientales de nuestro territorio colombiano”, puntualizó Díez.