Un estudio reciente publicado en la revista Scientific Reports revela lo innegable: los seres vivos entendemos la naturaleza más de lo que imaginamos. El artículo explica los resultados de una investigación sobre el comportamiento de los orangutanes de un bosque en la isla Borneo, en Indonesia, que se automedican acertando en los beneficios de las plantas que consumen para sanarse.
Durante la investigación se pudo documentar a los orangutanes mascando la planta Dracaena cantlei para aliviar el dolor, pues ésta funciona como un eficaz anti-inflamatorio. Lo más fascinante es que no sólo es una pócima, sino que la usan como un ungüento o crema. Tras mascar, los orangutanes aplican la espuma de la planta sobre su piel:, como puede verse en el siguiente video:
Una lección sobre cómo transitar los caminos de la salud
Son conocidos muchos casos de animales —entre ellos ardillas, perros, gatos y otros monos— que acuden a diversos remedios naturales para curarse, incluyendo insectos. Es una estrategia de supervivencia y adaptación que intriga a psicólogos, farmacólogos y etnobotanólogos en la actualidad.
No obstante, ha estado presente —sin temor a exagerar— desde el principio de los tiempos. Quienes han aprendido más de éste comportamiento son las comunidades indígenas; hasta hoy continúan curando utilizando la flora a su alrededor y consultando los grandes compendios que son el legado de sus antepasados, como en el caso de los nahuas en México.
Según un estudio de la Universidad Udaipur, en India, donde se habla sobre la automedicación en animales:
“Las plantas sintetizan muchos componentes, los cuales son bioactivos y pueden ser medicinales, intoxicadores o tóxicos para protegerse a ellas mismas de enfermedades y predadores (hongos, bacterias y parásitos), dependiendo las circunstancias.
Por eso los animales las consumen, e increíblemente saben distinguir entre las que son benéficas para ellos y las que no. En cambio, al ser humano le intriga el comportamiento de estos animales en la automedicación natural, porque nos hemos alejado de esa salud preventiva inherente a nuestro entorno, y hoy es inevitable decir que estamos dejando de comprenderla. O si acaso estamos en las antípodas de la investigación sobre esta relevante cuestión.
Quizá como especie nos enfrentamos a enfermedades y patologías contra las cuales la medicina basada en plantas no podría hacer nada —aunque muchas veces se ha comprobado lo contrario—. Pero estos orangutanes nos recuerdan que el origen de la medicina está en la botánica, y que las plantas deberían volver a ser un elemento clave en la farmacología.
Por lo mientras, nosotros mismos podemos aplicar este ancestral conocimiento, por ejemplo, mediante infusiones, recurriendo a tiendas de medicina natural o incluso viajando a las profundidades de nuestro territorio para conocer más sobre la medicina tradicional de la mano de las comunidades nativas, quienes se han inspirado en la sabiduría animal, vegetal y mineral para transitar los caminos de la salud.
*Imágenes: Nathan Ferlazzo
ecoosfera.com