Productos de limpieza para el hogar, pesticidas, pinturas y perfumes, ya contaminan el aire urbano tanto como las emisiones de los vehículos de motor, por sus volátiles derivados del petróleo.

Según una nueva evaluación de la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) de Estados Unidos, las personas consumen mucho más combustible que los compuestos a base de petróleo en productos químicos, unas 15 veces más en peso. Aun así, las lociones, pinturas y otros productos contribuyen tanto a la contaminación del aire como lo hace el sector del transporte, afirma en un comunicado el autor principal, Brian McDonald, científico de CIRES que trabaja en la División de Ciencias Químicas de NOAA.

 

En el caso de un tipo de contaminación –pequeñas partículas que pueden dañar los pulmones de las personas– las emisiones formadoras de partículas de los productos químicos son aproximadamente dos veces más altas que las del sector del transporte, descubrió su equipo. McDonald y colegas de NOAA y varias otras instituciones informan sobre sus resultados en la revista ‘Science’.

«A medida que el transporte se vuelve más limpio, esas otras fuentes se vuelven más y más importantes –advierte McDonald–. Las cosas que utilizamos en nuestra vida cotidiana pueden afectar a la contaminación del aire». Para la nueva evaluación, los científicos se centraron en compuestos orgánicos volátiles o COV, que pueden penetrar en la atmósfera y reaccionar para producir ozono o partículas, ambos regulados en Estados Unidos y en muchos otros países debido a los impactos en la salud, incluido el daño pulmonar.

Una polución de dos a tres veces superior a la estimada

Los científicos concluyeron que, en Estados Unidos, la cantidad de compuestos orgánicos volátiles emitidos por productos de consumo e industriales es en realidad dos o tres veces mayor que la estimada por los inventarios actuales de contaminación del aire, que también sobreestiman las fuentes vehiculares.

Por ejemplo, la Agencia de Protección Ambiental estima que aproximadamente el 75 por ciento de las emisiones de COV (en peso) provienen de fuentes vehiculares, y alrededor del 25 por ciento de productos químicos. El nuevo estudio, con su evaluación detallada de estadísticas actualizadas de uso de productos químicos y datos atmosféricos anteriormente no disponibles, acerca la división a 50-50.

 

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