Los plásticos ingeridos ha llevado a un grupo de ballenas francas pigmeas, un  cetáceo en peligro de extinción, a morir el sur de Taiwán, según informó hoy la cadena de televisión TVBS.

 

Tras ser rescatadas y de someterlas a horas de tratamiento en las cercanías de la ciudad sureña de Kaohsiung, en Taiwán, tres ballenas enanas murieron, una de ellas contenía 18 bolsas negras en el tracto digestivo.

La operación de rescate comenzó el 4 de febrero, cuando se notificó al Departamento de Agricultura y Pesca de la ciudad de Kaohsiung, que había unos 20 cetáceos desorientados, en peligro de encallar en las playas taiwanesas.

El frío reinante hizo que la mayoría de ellas muriesen y el equipo de salvamento decidió llevar a tres ballenas a la orilla, para tratarlas y luego devolverlas a alta mar.

Este viernes, un equipo de más de 60 personas, bajo la supervisión del Centro de Investigación Biológica y de Cetáceos de la Universidad Cheng Kung (CIBC), las capturaron y llevaron a ese centro para su tratamiento médico, señaló hoy el diario isleño Taipei Times, citando al doctor Wang Chien-ping, del CIBC.

Los tres cetáceos murieron debido a su debilidad cardiopulmonar y se halló gran cantidad de desechos y plásticos, en su disección, dijo Wang.

“El estómago de una de las ballenas estaba lleno de bolsas plásticas. No podía introducir más comida, aunque estuviese muy hambrienta“, agregó Wang, que pidió la reducción del uso de esas envoltorios.

El gobierno municipal de Kaohsiung ha habilitado una línea telefónica especial, con el número 1999, para que el público informe sobre cetáceos desorientados en las aguas cercanas. EFEverde