15 de marzo de 2018, Roma/Hanoi – Los desastres naturales causan pérdidas de miles de millones de dólares EEUU anuales a los agricultores de países en desarrollo. La sequía es la más destructiva de un amplio abanico de amenazas que incluye inundaciones, incendios forestales, tormentas, plagas de las plantas, brotes de enfermedades animales, derrames químicos y algas tóxicas.

Según un nuevo informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre 2005 y 2015 los desastres naturales costaron a los sectores agrícolas de las economías de los países en desarrollo la alarmante cifra de 96 000 millones de dólares EEUU en daños a la producción agrícola y ganadera.

La mitad de estas pérdidas –por un valor de 48 000 millones de dólares- ocurrió en Asia, asegura el informe, presentado hoy en una conferencia en Hanoi organizada por el gobierno de Vietnam en colaboración con la FAO.

La sequía -que recientemente ha azotado a los agricultores en los cuatro puntos cardinales del planeta- ha sido una de las principales culpables. Hasta el 83 por ciento de todas las pérdidas económicas causadas por la sequía documentadas por el estudio de la FAO correspondieron a la agricultura, con un coste de 29 000 millones de dólares EEUU.

Pero el informe detalla además cómo muchas otras amenazas están teniendo un elevado coste para la producción de alimentos, la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las personas.

“Los sectores agrícolas, que incluyen la producción agrícola y ganadera, así como la silvicultura, pesca y acuicultura, se enfrentan a muchos riesgos, como la volatilidad del clima y del mercado, plagas y enfermedades, fenómenos meteorológicos extremos y un número cada vez mayor de crisis y conflictos prolongados”, advirtió el Director General de la FAO, José Graziano da Silva.

“Esto se ha convertido –añadió- en una nueva normalidad y el impacto del cambio climático agravará aún más estas amenazas y desafíos”.

“La reducción y la gestión del riesgo de desastres deben por lo tanto convertirse en una parte integral de la agricultura moderna. Construir un marco más integral y ambicioso de resiliencia de la agricultura ante los desastres es crucial para garantizar el desarrollo sostenible, que es una piedra angular para la paz y la base para la adaptación al cambio climático”, añadió Graziano da Silva.

La geografía del desastre

En Asia, la región del mundo donde la agricultura ha resultado más afectada por los desastres, las inundaciones y tormentas provocaron los mayores impactos, pero los sistemas agrícolas asiáticos se vieron también muy perjudicados por terremotos, tsunamis y temperaturas extremas.

Tanto en África como en América Latina y el Caribe, la sequía es el tipo de desastre más costoso, causando pérdidas en los cultivos y el ganado de 10 700 y 13 000 millones dólares EEUU en esas regiones, respectivamente, entre 2005 y 2015.

Pero las plagas de los cultivos y las enfermedades de los animales se contaban igualmente entre los desastres más onerosos para los agricultores africanos, con pérdidas de más de 6 000 millones de dólares en ese mismo período.

Y en todo el planeta, los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) son muy vulnerables a los desastres naturales, en particular tsunamis, terremotos, tormentas e inundaciones. Las pérdidas económicas en los PEID generadas por los desastres aumentaron de 8 800 millones de dólares EEUU en el período 2000-2007 a más de 14 000 millones entre 2008 y 2015, según el informe.

Desastres provocados por el hombre

El informe presentado hoy amplía la escala del análisis de la FAO de las consecuencias de los desastres a la agricultura para incluir no solo los desastres naturales sino también las “crisis de la cadena alimentaria” provocadas por enfermedades animales, como la fiebre del Valle del Rift.

También se abordan los conflictos. Un primer estudio de caso realizado sobre los efectos del conflicto en Siria, por ejemplo, concluyó que el coste financiero total de los daños y pérdidas en el sector agrícola de ese país durante el período 2011-2016 fue de al menos 16 000 millones de dólares.

Para reducir los riesgos, primero hay que comprenderlos

Dada la creciente escala e intensidad de las amenazas a la agricultura, resulta vital desarrollar estructuras adecuadas de gobernanza de desastres y crisis -incluidas políticas favorables, capacidades reforzadas y mecanismos de financiación específicos-, dice el informe de la FAO.

Para ser eficaces, las estrategias para la reducción del riesgo, las respuestas humanitarias, la creación de resiliencia y la adaptación al cambio climático deben basarse en datos y evidencias que detallen las formas en que los desastres afectan a los agricultores y a los productores de alimentos.

Por esta razón la FAO ha desarrollado una metodología para evaluar de forma sistemática los daños y pérdidas y agrícolas derivados de los desastres. Aporta un enfoque estandarizado que ofrece resultados comparables a nivel global, nacional y subnacional, e incluye por primera vez análisis sobre pérdidas y daños en el sector pesquero y forestal, lo que permite evaluaciones más exhaustivas y exactas.

La Metodología de la FAO ha sido aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas como parte del sistema de monitoreo establecido en el Marco 2015 de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres para ayudar a monitorear el logro de los objetivos globales de reducción del riesgo de desastres y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

Medios de subsistencia en juego

Los medios de subsistencia de unos 2 500 millones de personas en el planeta dependen de la agricultura.

Estos pequeños campesinos, pastores, pescadores y comunidades que dependen de los bosques generan más de la mitad de la producción agrícola mundial.

Se trata de personas pobres en dinero en efectivo y en activos, y especialmente amenazadas por desastres que destruyen o dañan sus cosechas, equipos, suministros, ganado, semillas, cultivos y alimentos almacenados

Pérdidas en la producción agrícola y ganadera causadas por diferentes tipos de desastres

Sequía 29 000 millones de dólares en daños entre 2005 y 2015
Inundaciones 19 000 millones de dólares
Terremotos / desprendimientos de tierra / movimientos del terreno 10 500 millones de dólares
Otros desastres meteorológicos, como temperaturas extremas y tormentas 26 500 millones de dólares
Desastres biológicos, como enfermedades e infestaciones 9 500 millones de dólares
Incendios forestales 1 000 millones de dólares


Zonas geográficas donde la agricultura ha sido más golpeada

Asia 48 000 millones de dólares en daños entre 2005 y 2015
África 26 000 millones de dólares
América Latina y el Caribe 22 000 millones de dólares