El reciclaje de envases de Tetra Brik y de plástico ha permitido a emprendedores ecuatorianos  aplicar los principios de la economía circular en la fabricación de una lámina muy resistente con la que diseñan y construyen casas ecológicas, muebles y multitud de objetos para uso doméstico cotidiano e industrial y una fibra para muebles.

La fabricación de láminas de polialuminio, su producto “estrella” de los cuatro con los que trabajan, se obtiene por el reciclaje de envases de Tetra Brik, explican a Efeverde Ana Muñoz y Andrés Sáenz a su paso por Madrid.

Polialumnio multiusos

Hay dos formas de reciclar el Tetra Brik, el producto más popular de la empresa sueca Tetra Pak, dice Sáenz, “uno post industrial”, es decir, el que las industrias desechan por fallos en el propio material o en la impresión de los logotipos y dibujos.

Y el “post consumidor”, del que por medio de “máquinas hidropulper” las empresas cartoneras separan la fibra de celulosa y “nos venden el polialuminio restante (mezcla de plástico polietileno de baja densidad y aluminio).

Antiguamente se pensaba que había que “separar siempre” los tres elementos: el cartón, el plástico y el aluminio de los Tetra Brik, pero “se han dado cuenta del alto coste económico y medioambiental que conlleva el proceso”.

“Cada kilo de polialuminio representa 104 envases Tetra Brik de un litro”, explica Muñoz.

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Foto de uso editorial cedida por Gris Ratón de uno de sus diseños. EFE

Con el polialuminio, dice Sáenz, “fabricamos tableros aglomerados que son más resistentes a la humedad, se pueden laminar y son más económicos que los de madera”.

Además, están perfeccionando su utilización para el suelo en helicópteros militares.

Estos tableros de polialuminios es el “único material autorizado en espacios naturales y protegidos en Ecuador”, sostiene el joven emprendedor.

Sin embargo, a pesar de que en el país sudamericano se podría obtener la materia prima suficiente de los residuos domésticos, un deficiente sistema de recogida de basuras sin separación de residuos les obliga a importar 100 toneladas de polialuminio desde España, Brasil, México y Malasia, entre otros países.

Actualmente el mercado local les proporciona unas 30 toneladas de polialuminio al mes, asegura Sáen, “pero necesitamos de 60 a 150 toneladas mensuales para que el negocio sea rentable”.

Tableros muy resistentes

A los tableros se les puede doblar, dar diferentes formas y pueden tener diferentes grosores según la industria que los demande, señala el empresario ecuatoriano, y “tienen una garantía de 30 años, porque son aislantes térmicos y acústicos y de fácil instalación”, de ahí que se utilicen para tejados, paredes, suelos, entre otros usos.

La idea surgió a partir de Ecuaplastic, una empresa puesta en marcha por el ingeniero Edgar Mora, “el genio del plástico” en Ecuador, según Sáenz, y que se dedica al reciclaje de Tetra Brick y de plástico desde hace ocho años.

Ecuaplastic necesitaba una ampliación de capital para triplicar su capacidad de producción y ser más rentable, lo que animó a Muñoz y Sáenz a invertir en la empresa.

Mora, el impulsor de Ecuaplastic, es una persona “tremendamente inteligente” y puso en marcha el proceso de reciclaje que ya se utilizaba en otros países del mundo, sin embargo logró mejorarlo.

Ecuaplastic, la pionera

Inicialmente transformaba plástico para fabricar tubos de plástico corrugados destinados a la industria de la construcción, la electricidad y el agua.

Con la ayuda de la empresa sueca Tetra Pak, Ecuaplastic pudo contar con maquinaria y desarrollo tecnológico para poner a punto la fábrica en Quito.”Mora viajó a otros países a conocer más sobre los procesos de reciclaje”, pero a su regreso “logró perfeccionar la fabricación y ahora vienen de fuera a aprender de sus conocimientos”, sostiene Sáenz.

Además, el reciclaje del plástico ABS (material muy duro con el que se fabrican las coberturas de los televisores, los teléfonos móviles o los microondas), les permite fabricar losetas para la suelos de viviendas o el suelo de camiones de transporte para una de las empresas de distribución de alimentos más grande del país andino.

 

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Los emprendedores ecuatorianos Andrés Sáenz (izq.) y Ana Muñoz. EFE/Marta Montojo

Consideran que el anuncio de China de no aceptar más la importación de plástico de otros países, abrirá el nicho de negocios de un material (ABS) del que Ecuador exporta entre 4 y 5 toneladas mensuales al país asiático.

Además, el polietileno de baja, media y alta densidad les permite fabricar todo tipo de objetos, entre ellos, cubos para fregonas, recogedores de basura, utensilios para cocina o para la vida cotidiana.

Proyecto ecológico y social

Desde hace dos años, Muñoz y Sáenz se han lanzado, además, a la fabricación y diseño de muebles con su empresa Gris Ratón.

Para ello, y con la colaboración de Mora, fabrican una fibra que simula a las naturales como el mimbre, la paja toquilla y la totora, que en manos de artesanos locales se transforma en muebles.

“Un sillón se fabrica con 1.024 Tetra Brik de un litro reciclados”, asegura Ana Muñoz, quien diseña también otros artículos de Gris Ratón.

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Foto de uso editorial cedida por Gris Ratón. EFE

Los empresarios pretenden lanzar próximamente una campaña de micromecenazgo (crowdfunding) para ampliar en 70.000 dólares (57.000 euros aproximadamente) el capital de Gris Ratón, que se convertirá en un proyecto ecológico y social.

De la cantidad recaudada con la campaña

Destinarán aproximadamente el 20 por ciento a proyectos sociales, el 10 por ciento de la recaudación y otro 10 por ciento del volumen total de ventas, asegura Muñoz.

Con ese dinero donarán láminas para tejados a proyectos de ONG u organizaciones sociales como “Techos para mi país” o “Casa para todos” en Ecuador. EFEverde