- Francia vuelve a ser finalista después de doce años
- El cabezazo de Umtiti condenó a Bélgica en un duelo muy disputado
- Les Bleus se enfrentarán a Inglaterra o Croacia el 15 de julio
Un remate de cabeza de Samuel Umtiti contra Bélgica en San Petersburgo metió a Francia en la final de la Copa Mundial de la FIFA por tercera vez en los últimos veinte años.
Ambas selecciones dispusieron de varias ocasiones de gol en la primera mitad. Pero las espléndidas intervenciones de Hugo Lloris y de Thibaut Courtois, que desbarataron los remates de Toby Alderweireld y de Benjamin Pavard, respectivamente, evitaron que el marcador se moviera antes del descanso.
Los defensores habían sido los protagonistas de las mejoras ocasiones del partido, por lo que resultó incluso lógico que fuera un central quien desnivelara la balanza. Después de que Raphaël Varane se erigiera en el héroe contra Uruguay en cuartos de final, esta vez el turno fue para Umtiti. El defensa galo se deshizo de su marcador y cabeceó al fondo del arco defendido por Thibaut Courtois un saque de esquina botado por Antoine Griezmann.
Con esta ventaja, Francia cerró filas y sofocó cualquier intento de los Diablos Rojos por jugar entre líneas en la zona de ataque. Los hombres de Deschamps fueron agotando los minutos, al tiempo que buscaban salir a la contra, hasta que certificaron su presencia en la final de Moscú.
El análisis de los enviados especiales de FIFA.com
Adrien Gingold, con Francia (Síguelo en Twitter)
Francia volvió a firmar un gran partido y sobrevivió a la trampa tendida por Bélgica. Después de que los belgas dominaran la primera parte —gracias en gran medida a un excelso Eden Hazard—, Francia asumió su responsabilidad y se hizo con el control del juego en el segundo acto. El equipo de Didier Deschamps tiene muchas caras, pero hoy todas sonríen.
Simon Massart, con Bélgica (Síguelo en Twitter)
Contar con un amplio abanico de grandes jugadores no garantiza nada. Francia y Bélgica lo tienen, pero fueron los franceses quienes supieron aprovecharlos al máximo a nivel colectivo. Cuando el arquero tiene un buen día, la defensa está organizada y el resto de jugadores están concentrados, la diferencia la marcan los pequeños detalles. Y Samuel Umtiti marcó hoy esa diferencia. Los Diablos Rojos no lograron encontrar espacios en el muro defensivo de su rival cuando más lo necesitaron.
Jugador Budweiser del Partido
Samuel Umtiti marcó la diferencia en ataque y fue una roca en defensa, por lo que su actuación fue clave para que Francia esté en la final.
El dato
11 – Ningún seleccionador ha dirigido a Francia en más partidos mundialistas que Didier Deschamps. Después de superar hoy a Raymond Domenech y Michel Hidalgo, el preparador ampliará su récord el próximo domingo.
Lo que viene
Francia – ganador del Inglaterra-Croacia, final, 15 de julio (Moscú)
Bélgica – perdedor del Inglaterra-Croacia, partido por el tercer puesto, 14 de julio (San Petersburgo)