• El sector residencial utiliza 40% de los recursos totales del planeta y es responsable de más de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
  • La “pequeña casa”, diseñada por ONU Medio Ambiente y la Universidad de Yale, es un módulo eficiente y capaz de funcionar de forma independiente, construido con materiales renovables.

Nueva York, 11 de julio de 2018.– ONU Medio Ambiente y la Universidad de Yale, en colaboración con ONU-Hábitat, revelaron hoy un modelo de vivienda ecológica para demostrar cómo el diseño sostenible puede proporcionar viviendas decentes y asequibles, limitando el uso excesivo de recursos naturales.

La «pequeña casa», de 22 metros cuadrados, está totalmente alimentada por energías renovables y diseñada para minimizar el uso de recursos naturales como el agua.

El llamado Módulo de Vida Ecológica, presentado durante el Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, fue construido con materiales biológicos, renovables y de origen local.

El Centro de Ecosistemas en la Arquitectura de la Universidad de Yale, una organización colaboradora de ONU Medio Ambiente, trabajó con la firma Gray Organschi Architecture para diseñar, fabricar e instalar el Módulo de Vida Ecológica. La unidad es eficiente, con capacidad para hasta cuatro personas, y sirve tanto para fines domésticos como comerciales.

«Claramente el mundo necesita más viviendas para una población en crecimiento. La eficiencia de todas esas construcciones será clave», dijo el Director Ejecutivo de ONU Medio Ambiente, Erik Solheim.

«El sector residencial utiliza 40% de los recursos totales del planeta y es responsable de más de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, hacer viviendas más eficientes beneficiará a todos y reducirá los gastos de las familias. Innovaciones como el Módulo de Vida Ecológica son lo que más necesitamos», añadió Solheim.

 

«Una vivienda adecuada es el centro de la urbanización sostenible», dijo la Directora Ejecutiva de ONU-Hábitat, Maimunah Mohd Sharif. «El uso de materiales de construcción adecuados, una mejor planificación y mejores técnicas de construcción pueden hacer que el uso de energía en los edificios sea más eficiente. Si se adopta ampliamente, esta práctica puede crear empleos y prosperidad con menores emisiones de gases de efecto invernadero», agregó.

Los sistemas integrados del módulo incluyen generación de energía solar con menos de 1% de materiales tóxicos semiconductores, recolección de agua en el sitio, infraestructura microagrícola, iluminación natural, purificación de aire a base de plantas, ventilación pasiva cruzada y una gama de componentes flexibles y adaptables para vivir y trabajar.

Alrededor de 1.000 millones de personas en todo el mundo viven actualmente en asentamientos informales, mientras que millones más viven en edificios que no son amigables con el medio ambiente. La rápida urbanización y el crecimiento económico desafían a las comunidades a expandir su capacidad de forma sostenible, lo que aumenta la necesidad de innovar en la construcción de sistemas e infraestructura.

«La arquitectura debe abordar el desafío global de la vivienda mediante la integración de los avances científicos y técnicos en energía, agua y sistemas de materiales, mientras permanece sensible a las aspiraciones culturales y estéticas de diferentes regiones», dijo Deborah Berke, Decana de la Escuela de Arquitectura de Yale.

La primera unidad de demostración, ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, del 9 al 18 de julio, contiene características relevantes para el clima local y el contexto de Nueva York. Las presentaciones futuras del módulo, incluida una en Kenia -sede central de ONU Medio Ambiente-, responderán específicamente a los contextos climáticos y culturales locales.