Las regulaciones para controlar la minería en el fondo del mar, que están siendo negociadas actualmente, son insuficientes para prevenir daños irrevocables en los ecosistemas marinos y la desaparición de especies, ha denunciado la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

Esta fue la conclusión de un estudio que analizó el impacto de la actividad minera en el fondo del mar y que se publicó hoy coincidiendo con la vigésimo cuarta sesión de la Autoridad Internacional de Fondos Marinos (ISA, en sus siglas en inglés) que debe adoptar un código que regule la explotación del suelo marino.

Según expertos de la UICN, el código sobre minería marina, actualmente en desarrollo, carece de un conocimiento suficiente sobre las profundidades del mar y de una evaluación exhaustiva del impacto de la acción minera, necesaria para asegurar la protección de la vida oceánica.

En este sentido el director del programa marino de UICN, Gustaf Lundin, alertó: “estamos operando en la oscuridad”, y agregó “El conocimiento actual de las profundidades marinas no nos permite proteger de forma efectiva la vida en estos ecosistemas de las operaciones mineras”.

Lundin aseguró que, a pesar de ello, “se están otorgando contratos incluso en zonas que son hogar de especies únicas” y advirtió de que la explotación mineral “podría destruir la riqueza marina para siempre, y solo en beneficio de unos cuantos”.

El informe asegura que existe un interés comercial creciente en los depósitos minerales marinos como resultado de la demanda creciente proyectada de cobre, aluminio, cobalto y otros metales, que se utilizan para productos de alta tecnología como los teléfonos inteligentes o las baterías.

El informe asegura que existe un interés comercial creciente en los depósitos minerales marinos como resultado de la demanda creciente proyectada de cobre, aluminio, cobalto y otros metales, que se utilizan para productos de alta tecnología como los teléfonos inteligentes o las baterías.

Impacto minería marina

Aunque todavía no existen pruebas empíricas que demuestren el impacto de la minería en estas profundidades marinas, “los impactos potenciales son preocupantes”, según la UICN.

Los expertos temen que la agitación de sedimentos pueda nublar el agua y sofocar a los animales, y también alertan de la contaminación tóxica debida a fugas y derrames, además del ruido, las vibraciones y la contaminación lumínica.

En mayo de 2018, ISA había firmado 29 contratos para la exploración del fondo marino, aunque la explotación minera con fines comerciales en aguas internacionales no se espera que se inicie hasta 2025.

Sin embargo, en Japón la exploración minera en aguas nacionales empezó en 2017 y se prevé que la explotación minera comercial se inicie en Papúa Nueva Guinea en 2020.

“Medidas estrictas de prevención para proteger el ecosistema marino deberían ser la parte central de cualquier regulación minera”, concluyó la asesora del programa marino de la UICN, Kristina Gjerde.

La minería en el fondo del mar es un proceso de extracción mineral de depósitos situados en las profundidades marinas, en el área del océano que se encuentra por debajo de los 200 metros. Este área cubre cerca del 65% de la superficie de la Tierra y alberga una gran diversidad de especies, muchas de ellas desconocidas por la ciencia, adaptadas a las condiciones medioambientales más duras.

En estas profundidades también se encuentran elementos geológicos únicos, como la fosa de las Marianas, que posee la mayor profundidad oceánica registrada en el planeta. EFEverde