WWF ha puesto en marcha «Atrapados en plástico», una nueva campaña contra estos materiales con el objetivo de que el Gobierno español prohíba los de un solo uso, se comprometa a eliminar los vertidos al mar e impulse un acuerdo internacional para evitar que lleguen a los océanos.

Para lograrlo, WWF invita a los consumidores a firmar en su página web una petición de adhesión a la campaña “Atrapados en plástico”, ha informado la organización en un comunicado, en el que recuerda que el plástico es una de las principales preocupaciones y amenazas para la salud de los océanos junto con la sobreexplotación pesquera.

Europa el segundo productor de plásticos

WWF recuerda que Europa (los 28 países miembros de la Unión Europea más Noruega y Suiza) es el segundo mayor productor de plásticos del mundo después de China, con 27 millones de toneladas de residuos plásticos al año y solo recicla un tercio.

Asimismo, remarca que cada año ocho millones de toneladas de plásticos llegan al mar procedentes de la actividad humana en tierra y por el uso excesivo y la mala gestión de estos materiales.

Recuerda que el plástico representa el 95 % de los residuos que flotan en el mar Mediterráneo y muchos artículos acaban en sus playas provenientes de Turquía, España -en ese orden-, seguidos de Italia, Egipto y Francia.

Niveles récord de microplásticos en el Mediterráneo

WWF añade que en el Mediterráneo se alcanzan “niveles récord de contaminación por microplásticos“, con una concentración de “1,25 millones de fragmentos por kilómetro”, un nivel “casi cuatro veces superior al de la ‘isla de plástico’ en el Océano Pacífico.

El Mediterráneo acumula solo el 1 % de agua del mundo, sin embargo en sus aguas flotan el 7 % de microplásticos globales, contaminación que se acelera al ser un mar semicerrado, según la organización ecologista.

Esta situación representa una grave amenaza para peces, aves, mamíferos y otras especies marinas que mueren asfixiadas y atrapadas en una “lenta agonía”.

Asimismo, la mitad de todas las tortugas marinas y el 90 % de las aves marinas tienen en el estómago fragmentos de plástico, mientras 100.000 mamíferos marinos mueren cada año por la contaminación de estos materiales.

La organización sostiene que, además, las redes de pesca pueden “convertirse en una trampa mortal para las especies marinas”, como se ve en un vídeo en su página web de una tortuga hallada en aguas del Mar de las Calmas, en la isla de El Hierro.

La amenaza termina en la cadena alimentaria humana a través del consumo de peces. EFEverde