El Cóndor de Boyacá volvió a agrandar su leyenda. Cinco años y cinco días después de alzar los brazos en Annecy, siendo todavía un aspirante al maillot blanco de mejor joven, Nairo Quintana (Movistar Team), 28 años y 7 meses, se impuso este miércoles en la segunda jornada pirenaica del Tour de Francia 2018, una mini-etapa de 65 km con tres grandes puertos: Peyragudes (1ª), Val Louron (1ª) y el Col du Portet (Especial), donde el ciclista de Cómbita se presentó por delante de todos los favoritos de la general.
Repitiendo la acción que le llevó al éxito hace poco más de un mes en la etapa reina de la Vuelta a Suiza en Arosa, Quintana -que había sufrido varios percances mecánicos en el Peyresourde, para los cuales fue auxiliado con rapidez por Amador, Bennati y Erviti– se lanzó desde abajo en el último puerto, dando continuidad a un brillante trabajo de Marc Soler para elevar el ritmo y fatigar las piernas de sus rivales.
Nairo fue remontando grupos y encontró en su camino el apoyo de Alejandro Valverde, fugado de salida junto a Soler y que lanzó la andadura del boyacense para dejarle en cabeza a 9 km del final, ya solo en compañía de Rafal Majka (BOH). Con una ventaja permanentemente en torno al minuto, Quintana mantuvo un ritmo estable a la vez que arrollador, doblegando al polaco a 6 km de meta y conservando medio minuto sobre Dan Martin (UAD), que había anticipado su aceleración inicial y que fue en todo momento su más inmediato perseguidorentre los favoritos.
La hazaña de Quintana -23ª victoria de Movistar Team en 2018- lleva al corredor azul a la 5ª posición de la general, a 3’30” de Geraint Thomas (SKY) y a 59″ del tercer escalón del podio que ocupa Froome (SKY). Mikel Landa -9º en meta, 7º en la general a 4’34”- y Valverde -12º en el día, 11º en la clasificación- apuntalan el liderazgo telefónico por escuadras y redondean un enorme papel de los de Eusebio Unzué, que comenzarán a mirar mañana al cierre de los Pirineos, el viernes, con el mítico Tourmalet.
DECLARACIONES:
Nairo Quintana: “Ha sido un día durísimo, grandioso y reconfortante para nosotros. Era una etapa que tenía marcada, para la que me había preparado muy bien. Lamento no haber tenido buenas sensaciones días atrás; no sentía bien el cuerpo y perdí un tiempo demasiado importante para mí, lo que me hizo sentir muy mal. Afortunadamente, vuelvo a sentir bien el cuerpo para lo que queda de Tour y todavía seguimos creyendo. Movistar Team ha confiado siempre en mí… y aquí están los resultados.
El equipo estuvo perfecto. Tuvimos a Alejandro por delante, ayudándome lo que pudo tras el ataque que lancé; también a Soler al frente del pelotón, ayudando a acelerarlo y haciendo más complicada la carrera para nuestros rivales. Sabíamos que era una etapa de escaladores netamente puros y así se ha demostrado en el día de hoy. Gracias al trabajo de mi equipo y al de Alejandro he podido tomarme la última subida como una cronoescalada y atacar sin mirar atrás. Esta victoria me ha dado confianza para lo que resta de Tour de Francia. Vamos a seguir luchando y a seguir atacando: sabemos que la victoria en la general está difícil, pero haremos la carrera dura y veremos hasta dónde somos capaces de llegar.
Las cosas no nos salieron bien en este Tour, hemos pasado días de tristeza, pero esta victoria nos devuelve la ilusión y nos reafirma para seguir trabajando. Les doy las gracias tanto al equipo como a Dios, por protegernos y darnos su fortaleza; a mi familia y amigos, que siempre me apoyan, dándome consejos, rezando para que siempre nos vaya bien; y a toda la gente de Colombia. Siento su apoyo en la carretera, en cada sitio donde estoy, con sus mensajes en redes sociales… es muy grande para mí, me anima, me ayuda mucho a motivarme para entregarlo todo“.