Los elefantes detestan las abejas. Este hallazgo ha llevado a los científicos a idear una herramienta que podría ayudar a reducir el conflicto entre humanos y elefantes.
Siempre se ha dicho que los elefantes nunca olvidan. Ciertamente no se olvidan de lo doloroso que es que un enjambre de abejas les pique alrededor de los ojos o la boca. Durante millones de años, han aprendido a reconocer el olor de estos insectos y cuando lo hacen, huyen.
Un grupo de científicos ha desarrollado una formula orgánica que contiene feromonas de abejas para repeler con seguridad a los elefantes. Esta técnica tiene el potencial de ayudar a prevenir el conflicto humano-elefante y el daño que estos grandes mamíferos causan a los cultivos cuando invaden los asentamientos humanos, indica un estudio reciente publicado en Current Biology y realizado en el Parque Nacional Greater Kruger, en Sudáfrica, entre diciembre de 2017 y febrero 2018.
Los científicos colocaron en los pozos de agua frecuentados por los elefantes africanos una mezcla de feromonas que liberan las abejas cuando perciben el peligro. Según las observaciones, la mayoría de los elefantes que se acercaron a la formula mostraron signos típicos de alerta, incertidumbre y finalmente se alejaron con calma, mientras que los que se acercaban a otros puntos de control estaban ansiosos por investigar los objetos extraños en su entorno.
Desde hace mucho tiempo se sabe que las colmenas activas colocadas alrededor de los cultivos alejan a los elefantes. Este estudio ofrece la posibilidad de que las feromonas sintéticas puedan usarse para reducir el conflicto humano-elefante a una escala más amplia.
«Esta nueva técnica podría eventualmente ser útil para mantener a raya a los elefantes en áreas donde los humanos y los elefantes han entrado en conflicto, pero primero se debe demostrar su efectividad a largo plazo», dice Julian Blanc, experto en vida silvestre de ONU Medio Ambiente.
«Por ejemplo, se debe demostrar que los elefantes no se habitúan a las feromonas con el tiempo, y que el producto no causa consecuencias imprevistas para las poblaciones de elefantes o abejas que enfrentan amenazas graves”, indica Blanc.
«Incluso entonces, es probable que sea eficaz si se emplea como parte de un enfoque holístico que incluye intervenciones preventivas como la planificación del uso de la tierra y otras herramientas de mitigación. El producto también tendría que ser asequible para los agricultores rurales y ellos tendrían que ser entrenados en su aplicación apropiada», añade.
La necesidad de estrategias seguras para el manejo de elefantes se ha vuelto más apremiante a medida que las poblaciones humanas han crecido en África y Asia, donde los elefantes a menudo entran en conflicto con los humanos al destruir cultivos o causar otros daños. Hay personas que han muerto a causa de las pisoteadas de los animales. En consecuencia, los elefantes considerados destructivos a menudo son asesinados.
El conflicto con los humanos es solo una de las muchas amenazas para los elefantes. La pérdida de hábitat, el comercio internacional ilegal de marfil, la debilidad de los gobiernos, la pobreza que impulsa la caza furtiva y la ignorancia, la codicia o la apatía de los humanos son algunos de los desafíos de la conservación de esta especie.
El Día Mundial de los Elefantes, que se celebra el 12 de agosto, es una campaña anual de sensibilización que comenzó en 2012 y fue creada por la cineasta de documentales Patricia Sims y sus colegas.
La campaña Feroz por la Vida de ONU Medio Ambiente también crea conciencia sobre la necesidad de la conservación de esta y otras especies amenazadas por los crímenes ambientales.