San Francisco, California.- La ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, sostuvo que siendo responsables con el manejo y uso de las aguas y la tierra, la población que vive de la agricultura podrá conectar adecuadamente la producción sostenible con el cambio climático. Fue enfática al señalar que es necesario mejorar dicha actividad económica. “Pero no mejoraremos quitando más hectáreas a la selva”, sentenció.
Durante el foro “Cadenas de suministro sostenibles y resilientes”, desarrollado en la víspera dentro de la Cumbre Mundial de Acción Climática, en San Francisco, California, la titular del Ministerio del Ambiente (MINAM) indicó que en el Perú hay un considerable número de personas que trabajan en la agricultura. “La gente trabaja en el campo y puede conectar la producción sostenible con el cambio climático, si somos más efectivos en el uso del agua, si somos más efectivos en el uso de la tierra”, dijo.
En ese sentido, señaló que por esa razón se está trabajando en mejorar los productos forestales no maderables, que son realmente buenos para la alimentación de la población, o también para los cocineros peruanos que usan estos nuevos productos.
En su análisis de la situación indicó que en las concesiones de castaña en el Perú, el promedio es de un árbol por hectárea. “Es imposible que un pequeño productor tenga un verdadero desarrollo o que resuelva sus problemas con un solo árbol. Podemos mejorar eso y estamos dialogando con los productores”, expresó, para luego añadir que con las medidas planteadas los agricultores podrían tener 40 árboles por hectárea.
Afirmó que uno de los desafíos más importantes es finalizar el proceso de titulación para las comunidades. “Para ellos, la tierra es básica para la vida, para la seguridad alimentaria, necesitan estar seguros”, subrayó.
También destacó que haya compañías preocupadas por toda la cadena productiva y no solo de sus procesos o por los productos que tienen.
En la parte final de su exposición, hizo un llamado de unión para la acción social a fin de trabajar juntos por el cuidado ambiental y el desarrollo sostenible en beneficio de toda la población. “No hay un Plan B. Este es el único mundo que tenemos (…). El desafío es cómo podemos convencer a otros. Necesitamos involucrarlos. ¡Sí se puede!”, expresó.