El Sevilla volvió a la fase de grupos de la UEFA Europa League por todo lo alto. Con el 5-1 ante el Standard en la primera jornada del Grupo J, los de Pablo Machín alargan su especial relación con la competición.
1.379 días habían pasado desde el último partido de la fase de grupos de la UEFA Europa League que el Sevilla disputó en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Fue en diciembre de 2014, y desde entonces el conjunto hispalense se ha estado codeando con la élite europea en la UEFA Champions League. Pero esta temporada el Sevilla ha vuelto a la que es su competición, esa que le ha proclamado campeón hasta en cinco ocasiones.
La gente, quizás por el excesivo calor o por el horario, tardó en llegar al templo blanquirrojo, pero fue sonar el himno de la Europa League y la afición comenzó a animar a los suyos. Y es que son muchos los recuerdos que evocan esas notas musicales. A pesar de la repetida máxima, el fútbol sigue teniendo memoria.
El encuentro no comenzó bien para los de Machín, y en el 2’ Amadou fue amonestado después de frenar en falta una contra del Standard tras un grave error del francés en la salida de la pelota. Poco después, el centrocampista tuvo que abandonar el terreno de juego lesionado tras una mala caída. Roque Mesa ocupó su lugar.
Pero para entonces el Sevilla ya mandaba en el marcador gracias a un soberbio falta de Éver Banega en el 8’. El argentino había mandado otra falta por encima del larguero en el 3’, y cinco minutos después afinó puntería para poner la pelota en la escuadra de la portería defendida por Guillermo Ochoa.
El Sevilla salió a por más tras el paso por vestuarios, y en el 49′ Ben Yedder hizo el 3-1 al finalizar una jugada que él mismo había iniciado. Y en el 70′ el propio Ben Yedder sentenció el choque al aprovechar un pase al hueco de Banega. El argentino tiró de galones poco después para hacer el 5-1 desde el punto de penalti. De esta manera, el Sevilla vuelve por todo lo alto a su competición fetiche. El campeón ya está aquí.
Desafortunado Amadou
El centrocampista francés no tuvo su día. Machín apostó por él para llevar la manija del Sevilla, pero en el 2′ vio una amarilla tras cortar una contra del Standard propiciada por un error suyo en la salida de la pelota. Pero no quedó ahí el infortunio del galo, y en el 15′ tuvo que abandonar el terreno de juego después de que se le saliera el codo en una jugada llena de mala suerte.
Providencial Banega
El argentino dejó claro ante el Standard que es la pieza sobre la que gira el juego de su equipo. Primero fue el encargado de abrir el marcador con un soberbio lanzamiento de falta en el 8′, y en la segunda parte asistió a Ben Yedder en el 4-1. Y aún tuvo tiempo para tirar de galones y transformar el 5-1 desde el punto de penalti. Banega demostró que es el jefe de este equipo.