Para 2030, la capa de ozono del hemisferio norte estaría sana completamente gracias al esfuerzo de los países, dice un nuevo informe respaldado por la ONU, que considera el nuevo pronóstico como una prueba de lo que pueden alcanzar los acuerdos globales y una inspiración para una acción climática más ambiciosa que detenga el catastrófico aumento de las temperaturas mundiales.
La capa de ozono está en camino hacia su recuperación total, y las acciones para lograrlo, en el marco del Protocolo de Montreal, suponen una enorme oportunidad para reducir el calentamiento global y aumentar la ambición en los compromisos climáticos, informaron este lunes la Organización Meteorológica Mundial y ONU Medio Ambiente.
La concentración de sustancias dañinas para la capa de ozono continúa disminuyendo, reveló la última evaluación realizada por el panel científico del Protocolo y presentada en Quito, a treinta años del histórico acuerdo mundial que estableció medidas para recuperar el ozono estratosférico, una capa que protege a la tierra de los dañinos rayos ultravioleta.
El ozono se ha recuperado a una tasa del 1-3 por ciento desde el año 2000 y, a la velocidad actual, el hemisferio norte y el ozono en latitudes medias están programados para sanarse completamente en la década de 2030, seguido por el hemisferio sur en la década de 2050 y en las regiones polares para el 2060.
Los clorofluorocarbonos y otras sustancias que agotan el ozono se utilizaban en aerosoles, sistemas de refrigeración y muchos otros artículos. Hace tres décadas su empleo excesivo estaba abriendo un agujero en la capa de ozono, por lo que se tomaron medidas internacionales.
Los nuevos pronósticos son una prueba del éxito del tratado ambiental alcanzado en Montreal el 16 de septiembre de 1987 como parte del Convenio de Viena sobre la protección de la capa de ozono.
«El Protocolo de Montreal es uno de los acuerdos multilaterales más exitosos de la historia por una razón: su cuidadosa combinación entre ciencia y acción colaborativa establecida para sanar nuestra capa de ozono”, dijo Erik Solheim, director ejecutivo de ONU Medio Ambiente.
El próximo año, el Protocolo se reforzará con la ratificación de la Enmienda Kigali, que exige que los países reduzcan la producción y el consumo proyectados de hidrofluorocarbonos (HFC) en más de un 80% durante los próximos 30 años. La Enmienda ha sido ratificada hasta ahora por 58 partes.
Los científicos aseguran que es posible evitar hasta un 0.5°C de calentamiento global este siglo a través de la implementación de la Enmienda, lo cual reafirma su importancia crucial en los esfuerzos por mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 2°C, como establece el Acuerdo de París.
Los HFC son gases contaminantes que aceleran el calentamiento global y el cambio climático. Se han utilizado en refrigeradores, aires acondicionados y otros artículos similares como reemplazo a las sustancias que agotan la capa de ozono, y aunque representan alrededor del 1% del total de los gases de efecto invernadero, su impacto puede ser cientos o miles de veces mayor que el del dióxido de carbono.
El cumplimiento total de la Enmienda reduciría el calentamiento global causado por estos gases en aproximadamente 50% para el año 2050.
Los hallazgos proporcionan un rayo de esperanza, a menos de un mes después de que el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), publicara un informe especial que describe los efectos devastadores de un aumento de la temperatura de 2 ° C.