Roma, 8 nov (EFE).- La encíclica del papa Francisco «Laudato si», dedicada a la protección del medioambiente, es un llamamiento a integrar la ecología y la calidad de vida en las políticas públicas, han resaltado en Roma teólogos y expertos.
El antiguo portavoz del Vaticano y actual presidente de la fundación Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, Federico Lombardi, destacó en un acto en la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la importancia de “integrar aspectos de la calidad de vida”, no solo de tipo económico o cuantitativo, en las políticas de los países.
Laudato si
Francisco recibió ayer el ejemplar de una nueva publicación, presentada hoy por el rector de la Universidad Católica de Costa Rica, Fernando Sánchez, que recoge las conclusiones finales de un estudio sobre cómo se refleja el documento magisterial en las políticas públicas de los países.
El resultado fue la elaboración de un índice humano-ecológico, ya avanzado el año pasado durante un simposio en Costa Rica, en el que Finlandia, Nueva Zelanda y Australia ocupan los primeros puestos de un total de 127 por ser los que mejor integran variables como el bienestar colectivo, el cuidado ambiental o la huella ecológica.
Además, se estima que el 55 % de la población mundial vive en condiciones “inaceptables”, de acuerdo a los parámetros contemplados en la encíclica.
Sánchez aseguró que están trabajando con otras instituciones académicas “para ver las razones que hay detrás de cada posición en el índice” y poder presentar nuevos resultados cada dos años.
Conversión ecológica
“El papa propone emprender la conversión ecológica que permite, a partir de la solidaridad universal, unir a toda la familia humana para el desarrollo sostenible e integral”, afirmó el rector, que subrayó que la encíclica pone a la ecología en un lugar “central” dentro de la doctrina social de la Iglesia.
El subdirector general de la FAO René Castro recordó que los 50 países más pobres del planeta, responsables de menos del 1 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, sufrirán los peores impactos del cambio climático.