Su población apenas supera los 6 mil habitantes, pero la nación T’simane (o chimán) del sur de Bolivia es considerada la más saludable en cuanto a salud cardíaca. Y es que la virtual ausencia de enfermedades del corazón, hipertensión y obesidad y los bajos niveles de colesterol nocivo en la sangre han impactado a los antropólogos de la Universidad de Santa Bárbara, quienes estudiaron a los chimanes durante años.

Su conclusión: el corazón de un anciano chimán de 80 años tiene la edad vascular del de un estadounidense de 55 años. Dicho de otra manera, el corazón de los chimanes goza de mejor salud a lo largo de su vida.

Los antropólogos Thomas Kraft y Michael Gurven estudiaron a los chimanes a lo largo de 5 años, durante los cuales compararon sus hábitos alimenticios y estilo de vida con los de sus vecinos, los mosetenes, quienes han tenido mayor contacto con la (supuesta) civilización occidental. Los hábitos también se compararon con las dietas promedio de los estadounidenses, altas en grasas, aditivos, saborizantes y carbohidratos simples.

Carbohidratos complejos, pescado y actividad física: ¿secretos de la salud del corazón?

Durante el tiempo del estudio, los investigadores entrevistaron a 1,299 chimanes y229 mosetenes acerca de su dieta y hábitos de las últimas 24 horas. Luego hicieron estimaciones nutrimentales y de porciones, lo que permitió tener un registro bastante preciso de la dieta diaria y estilos de vida de ambos pueblos. Sus hallazgos fueron publicados en el American Journal of Clinical Nutrition.

Secretos de la salud cardiovascular de los chimán

La dieta chimana es alta en calorías (entre 2,433 y 2,738 kilocalorías diarias), con alta ingesta de carbohidratos complejos y proteínas. Sin embargo, los chimanes no comen una gran variedad de productos procesados, que sus vecinos consiguen en las ciudades con las que tienen comercio.

Las nuevas generaciones están más expuestas a las supuestas ventajas de la civilización occidental. ¿Sabrán continuar el legado chimán?

 

Los carbohidratos de la dieta chimana se derivan sobre todo del plátano, la yuca, el maíz, la fruta, las nueces y el arroz. La proteína la reciben de las más de 40 especies de pescado que consumen, así como de la caza.

Si bien los chimanes no tienen una dieta muy variada y no consumen productos procesados, otro buen hábito es que el consumo de tabaco es mínimo entre la población.

La actividad física también es una constante. Algunos pobladores tienen pulseras inteligentes que miden sus caminatas, y los investigadores afirman que los hombres chimanes dan unos 17,500 pasos diarios, y las mujeres alrededor de 15,500. La media de actividad física diaria es de entre 6 y 7 horas, las cuales pasan remando en los ríos donde pescan, cazando en la selva y cultivando los campos.

 

Las (des)ventajas de la modernización

Una particularidad de esta investigación es que, durante el tiempo que los investigadores pasaron con los chimanes, notaron que la ingesta de productos como harina y azúcar refinada, sal y aceite para freír se incrementó considerablementedebido a las nuevas rutas comerciales.

Por desgracia, los buenos hábitos de los chimanes podrían cambiar conforme pasa el tiempo y la modernización atenta contra su estilo de vida tradicional. Las lanchas motorizadas hacen que los pescadores encuentren nuevas rutas comerciales, pero reducen la cantidad de actividad física que realizan.

Thomas Kraft afirma que “es un momento clave” para los chimanes, pues “los caminos están mejorando en el área, al igual que el transporte en el río con la proliferación de botes motorizados, por lo que la gente se vuelve mucho menos aislada en comparación al pasado”.

El reto para los chimanes parece ser el de aprovechar las ventajas del comercio con otras zonas de Bolivia sin perder sus extraordinarios hábitos tradicionales.

 

ecoosfera.com