Akshay Sethi tiene una visión: quiere revolucionar la industria de la moda creando una fibra sostenible que pueda reutilizarse para siempre. Y esa ambición es parte de un plan más grande: hacer lo mismo con todos los plásticos.

Su compañía Moral Fiber (Fibra Moral) ha desarrollado un proceso químico de tres pasos que extrae el poliéster de una mezcla de materiales y crea un nuevo hilo, considerado como el primer producto textil del mundo hecho enteramente de ropa vieja. La tecnología que hace posible esta transformación puede ser transportada en un contenedor de envíos pequeño, lo que facilita su masificación.

Por los momentos el proceso se encuentra en fase de prueba en una planta piloto ubicada en Los Ángeles, pero el próximo año Sethi pretende enviar su invento a países con una clase media creciente, y altos niveles de consumo y residuos, para que puedan reciclar la ropa y producir también hilos reusables.

El camino de Sethi y su compañero de química Moby Ahmed ha sido largo y ha pasado por varias fases de ensayo y error desde que ambos comenzaron a explorar formas de recuperar el poliéster -el tejido más común en la ropa de producción masiva-,  mientras estudiaban en la Universidad de California en Davis. Posteriormente, en 2015, fundaron Ambercycle (actualmente Moral Fiber), donde comenzaron a trabajar con microbios para descomponer el poliéster.

“Iniciamos con un proceso microbiano, pero cuando estás probando cosas nuevas, descubres cosas nuevas. De esa forma, encontramos este proceso químico que se compone de tres pasos muy elegantes”, dijo Sethi.

“Tomamos un material mixto que contiene algodón y poliéster, y extraemos este último a nivel molecular para producir un nuevo hilo, explicó.

El material sobrante se incinera para suministrar energía a la planta piloto, pero la caja que contiene el equipo podría alimentarse con paneles solares colocados en el techo. El proceso requiere aproximadamente de 45 a 50 amperios de potencia en su punto de consumo máximo.

Sethi asegura que esta tecnología es capaz de extraer poliéster de cualquier material mezclado y puede ser la adecuada para reciclar otros plásticos.

“Nosotros comenzamos con las telas, pero esto podría procesar envases, botellas, contenedores, películas y empaques con múltiples capas.” dijo Sethi. 

La empresa cuenta con financiamiento de grandes actores de la industria de la moda, así como de inversionistas tradicionales. Hasta ahora, Moral Fiber ha trabajado de forma discreta para afinar su tecnología antes de que se haga pública.

La planta de Los Ángeles procesa cada día alrededor de 100 kilos de ropa proveniente de tiendas locales, pero el equipo está analizando cómo aumentar la producción y el próximo año planea lanzar una colección con una marca importante.

Sethi cree que Moral Fiber es un arma más en la batalla contra la contaminación por plásticos que afecta los océanos. Quiere trabajar para mantener al poliéster fuera del mar y también frenar la fuga de microfibras que se desprendan de los textiles y entran en los ríos y océanos.

“Lo que hemos visto es que podemos elaborar una fibra de poliéster que no se desintegra, ahora solo es cuestión de aplicarlo en mayor magnitud. (…) No es posible que tengamos materiales que entran en los océanos y se descomponen en microfibras contaminantes”, añade.

A través de la campaña Mares Limpios, ONU Medio Ambiente insta a los gobiernos, empresas y consumidores a reducir el uso de plásticos de un solo uso con el fin de conservar los océanos y proteger su biodiversidad para las generaciones futuras. Los microplásticos, que se producen cuando los plásticos empiezan a desintegrarse, son un problema grave. Algunas estimaciones indican que al menos 51 billones de de estas partículas (500 veces más que las estrellas que hay en nuestra galaxia) ensucian nuestros mares.

Como parte de su campaña, ONU Medio Ambiente alienta a inventores, diseñadores e investigadores a buscar formas de vencer nuestra adicción al plástico. Las soluciones innovadoras para enfrentar la contaminación por plásticos y otras crisis ambientales estarán en el centro de la cuarta Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, que se celebrará el próximo marzo. El lema de la reunión es Piensa en el Planeta. Vive Simple.

Sethi vive bajo este mantra y reconoce que su innovación debe ser capaz de competir con materiales hechos con subproductos de los combustibles fósiles.

“Es una firme creencia mía… La innovación tiene que ser competitiva con el petróleo, y si no lo es, no es sostenible. La piedra angular de nuestro proceso fue que pudiéramos competir en la misma economía de los combustibles fósiles”, dijo.

Otro desafío que enfrenta es lidiar de forma efectiva con los múltiples actores del negocio textil y de prendas de vestir, aunque Sethi cuenta con el apoyo de Fabric of Change, una iniciativa global que respalda a innovadores a favor de una industria de la moda justa y sostenible, y Ashoka, la mayor red de emprendedores líderes con motivación social.

En noviembre, Moral Fiber se unió al programa de escala Fashion for Good, que apoyará a la empresa por 18 meses y le ofrecerá oportunidades únicas para relacionarse con fabricantes, marcas e inversionistas.

Para Sethi, un factor clave de su búsqueda ha sido es reconocer que la moda rápida es insostenible, sobre todo con una clase media en crecimiento en las economías emergentes. Ante el esperado aumento de la demanda de ropa, Moral Fiber pretende ofrecer una solución sostenible, apta para una economía circular.

“Toda la ropa hecha con Fibra Miral se puede reciclar infinitamente”. “Cuando se trata de los ciclos de vida de un producto, debemos volver a lo infinito. Es el único camino”.