Ángeles Parra, en este artículo de opinión, nos habla de un subsector que crece con fuerza dentro del universo ecológico. Hablamos del mundo de los alimentos ecológicos para niños… Los alimentos ecológicos para niños son uno de los subsectores dentro del mundo “bio” que más crecen. Otras tendencias, como los alimentos veganos o los productos de higiene y cosmética ecológica, también encuentran amplios nichos de mercado en el mercado “bio” infantil.
Los padres millennials, según muestran todas las estadísticas, son el grupo de consumidores que con más ahínco crece en el sector orgánico. Y de ahí que el sector ecológico infantil crezca: aparecen nuevos productos, nuevas marcas, crece la exposición en tiendas y grandes superficies (también en el “emercado”)… Se trata de padres conscientes, responsables: quieren lo mejor para sus hijos y están dispuestos a pagar por ello (siempre que puedan y que la diferencia no sea abismal).
Las estadísticas muestran que este perfil de consumidor, preocupado por la alimentación de sus hijos, va a seguir creciendo ostensiblemente en los próximos años. En países como Estados Unidos son legión. Y también en estados más o menos vecinos como Alemania, Francia o UK. El grupo de consumo más atractivo del mercado para las empresas es el de los nacidos entre el 1981 y 2003. Son los consumidores, sin lugar a dudas, que más se preocupan por su alimentación.
Han crecido en plena era de la información y se manejan bien en la sociedad virtual, por eso (en parte) un gran porcentaje de sus compras se realizan vía online. Se informan en la red y descartan los alimentos tóxicos. Saben, a ciencia cierta, que los alimentos ecológicos son los mejores desde diversos puntos de vista. Los compran en todo tipo de establecimientos. Prefieren que lo ecológico sea de proximidad para cerrar el círculo de la sostenibilidad.
A los millennials les gusta consumir sano y optan, siempre que pueden, por la fruta y por la verdura ecológica, y, también, más por vegetales que por alimentos de origen animal. La fruta y la verdura las consumen tanto de manera tradicional, en recetas habituales, como en variedades más innovadoras como smoothies, zumos o ensaladas “étnicas”: el tabulé es un buen ejemplo. Consumen alimentos ecológicos, como los deshidratados, por ejemplo, que otros grupos de población apenas conocen.
Las estadísticas muestran que este perfil de consumidor, preocupado por la alimentación de sus hijos, va a seguir creciendo ostensiblemente en los próximos años.
Los millennials tienen, con perdón, un punto algo narcisista. Pero esta vez, su culto al ego ha sido positivo. Han ayudado a visibilizar el consumo “eco” gracias a la cantidad de selfies que se han hecho en tiendas ecológicas, hipermercados “bio”, herbolarios, restaurantes orgánicos y/o huertos de amigos/as: una auténtica estampida de imágenes promocionales que no tiene precio: la mejor campaña de todas ha sido anónima.
En España, varios asuntos frenan el consumo de los millennials que en otros lugares se ha disparado. Especialmente, los bajos sueldos y, en general, la precariedad laboral. Esto, a su vez, detiene la natalidad. A más niños, más consumo ecológico, eso está comprobadísimo. Una de las razones por las que se consume más “bio” en los entornos urbanos que en los rurales es que en los pueblos ya no hay jóvenes y, por tanto, ya no hay niños. Se pare poco y sólo, o prácticamente, en la ciudad, porque los pueblos y aldeas hace tiempo que se quedaron sin mujeres jóvenes, que emigran antes que los hombres, ante la falta de futuro.
Así las cosas, el buen ritmo de crecimiento del sector ecológico (hasta la fecha) en nuestro país tiene ahí un hándicap. Esperemos que la crisis económica pierda virulencia en nuestro país para que los jóvenes puedan tener un futuro digno. Y que las administraciones se pongan en serio a trabajar por la repoblación rural, para que la risa y la algarabía de los niños/as vuelvan a sonar por las calles de pueblos y aldeas. Y de esta forma, quizás, el consumo ecológico crezca en los ámbitos en los que ahora está más estancado…
En BioCultura Sevilla, del 22 al 24 de marzo en FIBES, nosotros vamos a seguir trabajando para llevar la información necesaria a millennials, abuelas y abuelos, niños y niñas… sean de ciudades, de pueblos o de donde vengan. Para que los pequeños de la casa reciban la mejor alimentación posible, la más sana, la más sostenible, la más sabrosa y, sobre todo, la que está hecha con más amor y respeto por la vida…
Para más información: Vida sana
Por: ECOticias.com / Red / Agencias