Mucha gente piensa en los insectos como una molestia. No se dan cuenta de que sin ellos estamos condenados.

Si bien hay abundantes pruebas anecdóticas de que cada vez hay menos insectos en el planeta, recientes estudios han comprobado que las poblaciones de estas especies van en franca disminución. 

“Los insectos constituyen aproximadamente la mitad de todos los organismos vivos conocidos. Desempeñan roles clave en la polinización, el ciclo de nutrientes, las cadenas alimenticias de aves y otros insectívoros, y son uno de los pilares de nuestros ecosistemas. Sin embargo, el uso generalizado de insecticidas, la fragmentación de los hábitats y el cambio climático suponen múltiples amenazas para ellos, y sus poblaciones están sufriendo un fuerte descenso», alertó un resumen de previsiones de ONU Medio Ambiente en enero de 2019.

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Saltamontes «Acanthacris ruficornis». Foto de Charles J Sharp (Wikimedia)

«El servicio más extendido proporcionado por los insectos, y posiblemente el más infravalorado, es su papel en el desarrollo y mantenimiento de la estructura y fertilidad del suelo», dice el documento.

Un estudio reciente descubrió que el número de insectos en las reservas naturales de Alemania occidental disminuyó más de 76% entre 1973 y 2000. La Estrategia de Biodiversidad de la Unión Europea apunta a detener la pérdida de especies y servicios ecosistémicos para 2020.

Un nuevo estudio global indica que el principal causante del declive de los insectos es la pérdida de hábitats debido a la expansión de la agricultura intensiva. Los contaminantes agroquímicos, las especies invasoras y el cambio climático son motivos adicionales.

“Se necesita urgentemente un replanteamiento de las prácticas agrícolas actuales, en particular una reducción seria en el uso de pesticidas y su sustitución por prácticas más sostenibles y basadas en la ecología para retardar o revertir las tendencias actuales, permitir la recuperación de poblaciones de insectos en declive y salvaguardar los servicios ecosistémicos vitales que ellos proporcionan. Además, tecnologías de remediación efectivas deben aplicarse a aguas limpias y contaminadas, tanto en entornos agrícolas como urbanos”, dice el estudio.

40% de las especies de insectos están en declive

Según el análisis, más de 40% de las especies de insectos están disminuyendo y un tercio está en peligro de extinción. Su tasa de extinción es ocho veces más rápida que la de los mamíferos, aves y reptiles. La población total de insectos está disminuyendo a un ritmo de 2,5% anual, según los mejores datos disponibles, lo que sugiere que estas especies podrían desaparecer en un siglo.

Los lepidópteros, himenópteros y escarabajos del estiércol (Coleoptera) son los taxones (grupos de organismos) más afectados; cuatro taxones acuáticos están en peligro y ya han perdido una gran proporción de especies.

«Los insectos del mundo se están precipitando por el camino de la extinción. Su desaparición acarrearía un colapso catastrófico de los ecosistemas de la naturaleza», dijo Marieta Sakalian, experta en biodiversidad de ONU Medio Ambiente. «Necesitamos actuar con urgencia en muchos frentes para frenar este declive».

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Foto de S. Jayaraj

Los investigadores expusieron sus conclusiones en términos inusualmente contundentes para un artículo científico: “Las tendencias [de los insectos] confirman que el sexto evento de extinción más importante está afectando profundamente las formas de vida en nuestro planeta (…). A menos que cambiemos nuestras formas de producir alimentos, los insectos en su conjunto terminarán en el camino de la extinción en unas pocas décadas (…). Las repercusiones que esto tendrá para los ecosistemas del planeta son catastróficas, por decir lo menos «.

Los expertos de ONU Medio Ambiente consideran que el estudio es un llamado a la reflexión. «Al igual que el informe reciente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, que enfatizó que tenemos alrededor de una década para cambiar la forma en que vivimos, este es un análisis contundente», dice Sakalian.

«Los sistemas alimentarios deben cambiar y las medidas correctivas, como la plantación de especies de árboles autóctonas y la reconstrucción de paisajes degradados, deben expandirse», añadió.

El impacto del cambio climático en algunos animales y plantas, y el fenómeno de los desajustes fenológicos se entiende en cierta medida, pero tenemos poca información sobre el destino de los insectos -el grupo de animales más diverso de la Tierra- en un clima cambiante.  

Además de perder su hábitat a causa del cambio climático, otro factor que puede contribuir a su desaparición es la contaminación lumínica.