La humanidad ha «destruido demasiado» como para ser capaz de «recuperar al 100 % el aire de sus urbes», ha lamentado en una entrevista con Efe la socióloga y Premio Príncipe de Asturias Saskia Sassen, quien ha recordado que «las grandes ciudades generan un impacto ambiental muy negativo».
Según estimaciones de la ONU, a día de hoy las urbes mundiales producen el 70 % de las emisiones globales de dióxido de carbono y, si bien Sassen reconoce que estos entornos “no van a dejar de tener impacto totalmente”, ve necesario “iniciar un trabajo serio para minimizarlos”.
La catedrática de Sociología en la Universidad de Columbia en Nueva York ha participado esta semana en la jornada inaugural del II Congreso de la Red Internacional de Ciudades Michelín, que se celebra en Vitoria hasta este viernes y ha atraído a unos 150 representantes de 26 ciudades y 15 países, como China, Japón, Italia, Reino Unido y México, ha informado la organización del evento.
Sostenibilidad y ciudad
Para Sassen, autora del libro “La Ciudad Global” en 1991, la sostenibilidad en las urbes es un concepto “complejo”, que mezcla “cosas buenas y malas” ya que la ciudad “nunca va a ser un entorno perfecto en el plano medio ambiental, como podría ser el campo”.
Partiendo de esta premisa es posible, a su juicio, que las urbes “sean conducidas mucho mejor” y de hecho Sassen ha destacado su rol en la lucha contra el cambio climático.
La experta en sociología, economía y urbanismo no cree que se pueda determinar un nivel poblacional a partir del cual las ciudades dejen de ser sostenibles.
No es tan fácil como poner límites”, ha expresado para reafirmar que los núcleos urbanos son sistemas complejos donde será necesario “recurrir a expertos e investigadores” para realizar un trabajo “serio”.
Sectores, instrumentos e iniciativas locales
Una labor que llevará, en su opinión, a determinar “cuáles son aquellos sectores críticos” a abordar -como pudieran ser el transporte, la edificación o los espacios verdes- además de evaluar “qué tecnologías son útiles en cada caso”, para cada ciudad, ya que ella no considera positivo “aplicarlas de manera genérica”.
Además, la especialista en planificación urbana ha valorado muy positivamente el potencial de prácticas y proyectos locales, capaces de “lograr avances parciales” en “pequeñas ciudades o barrios” de todo el mundo.
Estos son, a su parecer, mucho más “realistas” y efectivos que la pretensión de cambiar “todo el sistema” de golpe, lo cual es “demasiado difícil”.
“Límites” al crecimiento urbano global
Más de la mitad de la población mundial vive ya en las ciudades, según datos de la ONU, y Sassen considera que este incremento “tiene límites”, como “se comienza a ver en áreas del sur global -África, Asia, Latinoamérica- donde hay ciudades que ya no dan más” a nivel de recursos, ha expresado.Sassen, que investiga las consecuencias de la globalización, ha lamentado que esta situación se debe a que “más de 150 multinacionales y 36 gobiernos del norte global” se basan en un modelo de producción que depende de “los recursos de países del sur global” y para extraerlos, “expulsan a poblaciones periféricas hacia las ciudades”.
Este tipo de dinámicas son abordadas en el último libro de Sassen: “Expulsiones: Brutalidad y Complejidad en la Economía Global”, para ilustrar consecuencias del sistema económico global como la desigualdad, el desempleo, las migraciones o la destrucción de la tierra y el agua.
Durante su intervención esta semana en la jornada inaugural del Congreso, Sassen ha puesto también de manifiesto la necesidad de afrontar otros retos “peligrosos” en las urbes como la concentración de grandes parques de viviendas en manos de unos pocos, lo que está provocando la expulsión de los más débiles de las grandes ciudades.