Si la capacidad de sufrimiento fuera visible este partido sería para guardar. Rafael Nadal avanzó este viernes a las semifinales del Rolex Monte-Carlo Masters 2019 tras firmar un gran ejemplo de resistencia. Lejos de sus mejores sensaciones y con la amenaza de un rival inspirado, el español supo sobreponerse a cualquier obstáculo para alcanzar su destino más conocido: la victoria a orillas del mar Mediterráneo. Dando otro paso hacia una nueva copa en el primer ATP Masters 1000 sobre tierra batida de la temporada.
El No. 2 mundial superó por 7-6(1), 6-3 al argentino Guido Pella en un encuentro cuyo marcador bien pudo ser más largo. Bajo una jornada de sol y pelota viva, el sudamericano planteó el partido desde la valentía, llegando a cuestionar el dominio del 11 veces campeón en los primeros minutos del encuentro. En un choque a puro corazón, con la igualdad por bandera desde los primeros tiros, Pella se dio un baño de batalla.
La presencia del Guido fue plena en todo momento. El encuentro comenzó removido, con cinco roturas en los seis primeros juegos, y en ese vaivén supo respirar el argentino. Pella llegó a levantar una renta de 4-1, dispuso de pelotas para colocar el 5-1 y llegó a estar a dos puntos de la manga cuando sirvió con 6-5 para cerrar el primer parcial, una cadena de oportunidades que terminaría pagando.También Podría Interesarle: Los Grandes Rivales De Nadal En Tierra, Según Moyà
Que Nadal resiste como nadie está del todo probado. Tras un vía crucis constante por el precipicio, el español logró llegar a un tiebreak trabajado a pulso. Allí marcó las diferencias que el partido le había negado. En el momento decisivo, Rafa colocó un 6-0 y cerró el desempate cediendo apenas un punto. En un parcial de sensaciones encontradas, con 20 errores no forzados – 11 con el golpe de derecha – el balear terminó a todo ritmo. Una capacidad de sufrimiento y aceptación digna de elegidos.
En sus primeros cuartos de final en un ATP Masters 1000, Pella nunca bajó los brazos. Aunque Nadal pronto colocó la rotura en el segundo set (2-1), el argentino le exigió más que sudor en todo momentos. Como ejemplo, un juego que superó los 13 juegos para que el español confirmara el quiebre (3-1). Tan sufrido que incluyó una formidable derecha en salto del mallorquín, un golpe que despertó la admiración de toda la grada. Desde entonces, la línea recta hacia la victoria fue clara para el español. Aunque el balear fue quebrado cuando intentó cerrar con 5-3, la victoria terminó en sus manos.
Pella firmó registros nada comunes ante Nadal en Montecarlo. Ningún jugador le había arrebatado más de cuatro juegos en un set al español en los últimos dos años. Guido llegó al tiebreak. Nadie, tampoco, había resistido más de una hora al mallorquín en la misma manga en las últimas tres temporadas. Guido firmó un total de 82 minutos. Cuando la figura de Rafa se hizo eterna en Montecarlo, ahí estuvo el argentino para demostrar que su crecimiento no es algo casual. Que su estreno en el Top 30 del próximo lunes responde a razones bien fundadas en su juego.
Ahora, y con tres victorias consecutivas ya en las manos, Nadal disputará las semifinales del Rolex Monte-Carlo Masters ante el ganador del partido que cerrará la jornada entre el italiano Fabio Fognini con el croata Borna Coric.
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