En una final bien inesperada cualquier cosa podía suceder. Fabio Fognini coronó este domingo en el Rolex Monte-Carlo Masters 2019 el título más importante de su carrera, colocando en su palmarés una copa a la altura de su talento. El tenista de San Remo se convirtió en el primer jugador italiano en levantar una copa ATP Masters 1000, categoría inaugurada en la temporada 1990, y dejó su nombre grabado en uno de los torneos más históricos del calendario.
El No. 18 mundial desbordó por 6-3, 6-4 al serbio Dusan Lajovic en una hora y 38 minutos en una final marcada por los nervios de ambos debutantes. El balcánico, presente en la primer final ATP Tour de su carrera, sucumbió en una jornada de cielos pesados, bastantes rachas de viento y, sobre todo, una monumental tensión por la copa que tenían entre las manos. Una presión evidente que se notó desde los primeros puntos del encuentro.
Después de avanzar has la final sin ceder una manga, Lajovic creyó en sus opciones desde el desorden. Ante la figura de Fognini, un tenista tan impredecible como definitivo, Dusan procuró ser un objetivo nada fácil de localizar. El serbio comenzó la final durmiendo la pelota con su revés cortado, tomando la red con decisión y rompiendo cualquier guión desde el fondo en la arcilla. Sin ritmo y alejado de cualquier lógica en el polvo de ladrillo, llegó a romper el saque de Fognini y situarse 2-1 en el marcador.
Si algo caracteriza a Fognini es su indiferencia ante las circunstancias. Con ese aparente temple del que ha hecho firma, el italiano logró imponer su golpe de revés con el paso de los minutos. Un golpe de aceleración máxima, con una capacidad innata para la apertura de ángulos, comenzó a desmontar el difuso plan de Lajovic. Fabio logró ganar cinco de los últimos seis juegos del primer set desde el silencio, apoyado por una grada que lo apoyó mayoritariamente.
El italiano, que superó al 11 veces campeón Rafael Nadal en las semifinales, tuvo razones de sobre para confiar en que la ocasión será gloriosa. Fognini rompió a Lajovic en el primer juego del segundo set y comenzó a vislumbrar una opción real de campeonato. Y los problemas nunca desaparecieron: Lajovic recuperó de inmediato la rotura, un vendaje en su pierna derecha fue colocado en mitad de la segunda manga y la agresividad de su rival fue en ascenso hacia el final del partido.
Con todo, la mano de Fognini siempre estuvo un paso por delante. Las derechas invertidas del italiano fueron un martillo contra el revés a una mano de Lajovic. Sus pasos cortos, un arma clave para medir los durísimos golpes de su rival y su intuición, siempre alerta en momentos decisivos, fundamentales para alcanzar las dejadas de emergencia de su adversario. Cuando lo necesitó, Fabio siempre tuvo la respuesta adecuada.
El título supone un balón de oxígeno para Fognini, que ascenderá este lunes a la mejor posición de su carrera en el No. 12 mundial. Montecarlo estrenó nuevo rey.