Ginebra, 23 mayo de 2019 (OMM). Las repercusiones del cambio climático y el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos conexos se están intensificando como resultado de los niveles sin precedentes de los gases de efecto invernadero, y se combinan con la urbanización, la degradación del medio ambiente y el estrés hídrico para producir una serie de crisis relacionadas entre sí. De acuerdo al foro global más importante relativo a la reducción del riesgo de desastres, es necesario emprender un cambio de rumbo radical.

«Actualmente se da la mayor concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de los últimos tres millones de años», dijo Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, ante la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres. Los cuatro años más cálidos se han registrado en los últimos cuatro años y se prevé que la tendencia al calentamiento iniciada a principios de este siglo continúe como consecuencia del aumento de los niveles de gases de efecto invernadero. El Secretario General destacó que la mitigación del cambio climático es esencial, como lo es la adaptación al cambio climático.

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“El año pasado, solo en los Estados Unidos de América, hubo 14 desastres relacionados con el tiempo o el clima, y la devastación causada por cada uno de ellos costó más de 1 000 millones de dólares de los Estados Unidos, representando un costo total de aproximadamente 49 000 millones de dólares. En todo el mundo, las inundaciones afectaron a más de 35 millones de personas. Este año, el ciclón tropical Idai causó la muerte de más de 1 000 personas en Mozambique, Zimbabwe y Malawi, y solo unas semanas más tarde el ciclón tropical Kenneth fue el ciclón tropical más fuerte que haya llegado a tierra y azotado la zona más septentrional de Mozambique desde que comenzaron los registros modernos,” afirmó Taalas.

La Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Desastres de 2019 se centra en acelerar la adopción de medidas para potenciar la resiliencia frente a los peligros naturales interrelacionados que alteran o destruyen la vida de millones de personas cada año. La Plataforma, organizada cada dos años por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, se llevó a cabo del 13 al 17 de mayo.

Taalas también hizo una declaración conjunta en nombre del sistema de las Naciones Unidas, manifestando la necesidad de “emprender un cambio de rumbo radical”, para abordar las crisis mundiales.

“No hay tiempo que perder. Como ha señalado el Secretario General de las Naciones Unidas ”el cambio climático va más rápido que nosotros”. La urbanización y la industrialización, la escasez de agua, la degradación de la tierra y la desertificación, y la pérdida de diversidad biológica son algunos de las muchas causas interrelacionadas del creciente impacto de los desastres y del cambio climático. Los países y pueblos más vulnerables ya están afrontando los efectos devastadores. Como hemos podido observar en Mozambique, la India, el África Oriental y muchos otros países y regiones del mundo en los últimos años, el riesgo climático y de desastres está sumiendo a millones de personas en la pobreza cada año. Millones se ven desplazados. Muchos se quedan atrás», se expresó en la declaración conjunta.

“Debemos intensificar los esfuerzos para hacer frente a los riesgos existentes que se han acumulado a lo largo del tiempo, y evitar a la vez, en la medida de lo posible, que se creen nuevos riesgos”, dice la declaración.

La Plataforma Global procura impulsar la consecución de las metas fundamentales del Marco de Sendái para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, plan mundial que adoptó la comunidad internacional en marzo de 2015 para reducir las pérdidas provocadas por desastres.

“Si tuviera que elegir una frase para describir el estado del mundo, diría que estamos en un mundo en el cual los desafíos globales están cada vez más integrados y las respuestas cada vez más fragmentadas, y si esto no se corrige, nos veremos abocados al desastre”, comentó el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en el Informe de evaluación global 2019, cuya publicación se ha hecho coincidir con la Plataforma Global.

La Plataforma Global tiene el propósito de examinar los progresos, compartir los conocimientos y analizar los avances y las tendencias más recientes en el ámbito de la reducción del riesgo de desastres.

Conferencia sobre Sistemas de Alerta Temprana Multirriesgos

Los resultados de la Segunda Conferencia sobre Sistemas de Alerta Temprana Multirriesgos (MHEWC-II), organizada por la OMM, se incluyeron en las deliberaciones de la Plataforma Global. La reunión de los días 13 y 14 de mayo fue organizada por los 19 asociados de la Red Internacional de Sistemas de Alerta Temprana Multirriesgos (IN-MHEWS) y otras organizaciones.

La Conferencia se centró en la mejora de los avisos y de las medidas adoptadas frente a peligros como terremotos, erupciones volcánicas, fenómenos extremos relacionados con el tiempo, el clima y el agua, y los desafíos interrelacionados del cambio climático, el aumento demográfico, la urbanización y la degradación medioambiental.

“Desde la perspectiva de la OMM, vemos que el motor de la reducción del riesgo de desastres son los sistemas de alerta temprana. La reducción del riesgo de desastres es como un automóvil y los sistemas de alerta temprana son el motor”, dijo Taalas.

Al igual que el motor necesita impulsar el automóvil hasta la última milla y el último metro, es esencial que las alertas tempranas lleguen a quienes más las necesitan, se señaló durante la Segunda Conferencia sobre Sistemas de Alerta Temprana Multirriesgos.

La Conferencia analizó las experiencias positivas, pero también los retos.

Mussa Mustafa, Director General Adjunto del Servicio Meteorológico e Hidrológico Nacional de Mozambique, puso de relieve la catástrofe ocasionada por los dos ciclones consecutivos sin precedentes que afectaron al país, causando la muerte de cientos de personas y una enorme devastación. Señaló que, en el caso del ciclón Idai, a la comunidad asentada en las zonas bajas la pilló desprevenida porque no recibió avisos de crecidas.

No hubo un plan de contingencia para hacer frente a un acontecimiento de tal magnitud. La respuesta fue demasiado lenta y se produjo un colapso total en las comunicaciones y los servicios básicos. En unos días cayó en la ciudad de Beira y sus alrededores el 30 % de la precipitación de todo el año. Se centró demasiada atención en la furia del viento, y no la suficiente en el potencial de inundación de la lluvia torrencial.

Señaló, además, que el ciclón Kenneth azotó una región donde no solían darse ciclones tropicales intensos, por lo que fue muy difícil convencer a la comunidad para que evacuara.

Aunque nueve de cada diez desastres provocados por peligros naturales tuvieron su origen en inundaciones, tormentas, sequías, olas de calor y otros fenómenos meteorológicos de efectos devastadores, la mayoría de las pérdidas humanas de los últimos 20 años se debieron a fenómenos geofísicos, en su mayor parte terremotos y tsunamis.

En Indonesia, que se encuentra en el Círculo de Fuego del Pacífico, se produjeron 11 920 terremotos en 2018. Sin embargo, dos tsunamis devastadores que causaron la muerte de cientos de personas, se debieron a deslizamientos submarinos y erupciones volcánicas. El sistema de alerta temprana del país solo era compatible con los tsunamis provocados por terremotos, dijo Dwikorita Karnawati, Directora de la Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia (BMKG). Indonesia está en plena transición a un sistema de alerta temprana multirriesgos para intentar hacer frente a los retos, señaló.

La Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) destacó la necesidad de “nuevas prácticas, nuevas inversiones y nuevos conocimientos científicos” para mejorar la red de alerta temprana y vigilancia de tsunamis y así avanzar hacia un enfoque de múltiples fuentes.

La destrucción del medio ambiente y los ecosistemas ha agravado las dificultades. La deforestación aumenta el riesgo de fuertes precipitaciones que provocan crecidas y deslizamientos de tierra y, debido a la pérdida de árboles, exacerba la sequía.

“Ya no se trata de un peligro natural, sino de un desastre provocado por el hombre”, dijo Pascal Peduzzi, director de la Base de Datos sobre Recursos Mundiales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. “Necesitamos un sistema de alerta temprana de 10 años para cuidar el medio ambiente”, señaló.

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Recomendaciones del MHEWC-II

La Conferencia acordó una serie de recomendaciones sobre la adopción de medidas adicionales. También emitió un comunicado de los directores de los 19 Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales participantes que reafirmaron su compromiso de mejorar las alertas tempranas multirriesgos.

La última milla

Las innovaciones en el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación pueden utilizarse eficazmente para llegar a las comunidades vulnerables. Pero es vital que, al elaborar un sistema de alerta temprana, se adopte un enfoque centrado en las personas para que el sistema tenga en cuenta sus necesidades, su percepción de los riesgos y cómo los distintos miembros de la comunidad acceden y comunican la información. Necesitamos apartarnos del enfoque de arriba abajo.

“El papel del comportamiento humano en los avisos es fundamental. Necesitamos situar en el centro a las personas”, señaló David Johnston, del Servicio Geológico de Nueva Zelandia.

Mejorar el vínculo entre la alerta temprana y la acción temprana a través de pronósticos que tienen en cuenta los impactos

A lo largo de los años se han logrado grandes progresos en la predicción meteorológica, que ahora necesita avanzar, pasando del mero pronóstico del tiempo a ocuparse de las consecuencias que tendrán las condiciones meteorológicas, lo que se conoce como pronósticos que tienen en cuenta los impactos. Las asociaciones entre las comunidades científicas y de investigación y los profesionales humanitarios y del desarrollo son esenciales para lograr que los avisos se conviertan en medidas. La comunicación de los mensajes de alertas tempranas debe adaptarse a las partes interesadas para asegurarse de que entienden los mensajes y cómo han de actuar al respecto.

Los encargados del Programa de preparación ante ciclones para Bangladesh, programa conjunto entre el Gobierno de Bangladesh y la Sociedad de la Media Luna Roja, señalaron que la crisis de refugiados en campamentos situados en zonas costeras bajas había dado lugar a un “sistema de alerta temprana potenciado al máximo”. Gracias a las actuaciones colectivas y la movilización, los campamentos ya estaban preparados antes de que llegara el ciclón tropical Fani a principios de mayo.

Ciencia, tecnología e innovación

La tecnología satelital y la capacidad de computación han facilitado avances en la vigilancia, predicción e interpretación de los peligros. Pero las ciencias y las tecnologías más avanzadas no sirven de mucho si la comunicación es deficiente.

“Las alertas tempranas deben ser útiles, utilizables y utilizadas, además de servir para abordar problemas reales de los usuarios y fundamentar las respuestas viables de los usuarios”, afirmó Brian Golding, de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, en la sesión de clausura.

Creación de sistemas de alerta temprana que sean multirriesgos 

La Conferencia recomendó que se adoptaran de forma gradual los sistemas de alerta temprana multirriesgos. Destacó la necesidad de contar con una provisión sostenible de recursos y de combinar los avances tecnológicos con la innovación social. Los conocimientos tradicionales, indígenas y locales deberían aprovecharse y el sistema debe mantenerse sencillo pero adaptable a la vez. El intercambio abierto de datos es crucial para salvar vidas.

“Los sistemas de alerta temprana multirriesgos son extremadamente complejos. Pero la realidad es que los ciudadanos deben tomar decisiones inmediatas basándose en la información que aportan esos sistemas, la cual debe filtrarse de modo que las personas puedan entenderla y adoptar medidas para salvar la vida y reducir el riesgo al que se exponen”, señaló Michel Jean, Presidente de la Comisión de Sistemas Básicos de la OMM.

Determinación de la eficacia de los sistemas de alerta temprana multirriesgos

La Conferencia reconoció la necesidad de demostrar los beneficios de la alerta temprana y el valor de invertir en ella.

Magagi Laouan, Ministro de Acción Humanitaria y Gestión de Catástrofes del Níger, señaló que los 3 702 desastres registrados en los últimos 40 años le han costado a su país más de 3 000 millones de dólares. Han causado la muerte de 10 625 personas, 17 millones de cabezas de ganado y han destruido 72 000 hogares y 2,6 millones de hectáreas de tierras agrícolas. Ahora, el Níger ya cuenta con un sistema de alerta temprana. Con el apoyo del Marco Mundial para los Servicios Climáticos y la iniciativa de Riesgo Climático y Sistemas de Alerta Temprana, conocida como CREWS, las autoridades trabajan para reducir las pérdidas relacionadas con el tiempo y el clima, impulsar la productividad agrícola y velar por que la sequía no provoque hambruna.

Se informó a la Conferencia de que la República Democrática del Congo está modernizando su Servicio Meteorológico e Hidrológico con el apoyo de la iniciativa CREWS de donantes múltiples. Se prevé que el proyecto, de 8 millones de dólares, genere beneficios ocho veces mayores, por un valor de 64 millones de dólares, en particular para la agricultura, y que beneficie también a otros sectores.

El Banco Mundial, a través de su Servicio mundial para la reducción y recuperación de catástrofes, trabaja para mejorar los sistemas de alerta temprana multirriesgos en los países en desarrollo, y calcula una relación beneficio-costo de al menos 3:1. Su plan de acción para la adaptación al cambio climático y la resiliencia tiene como objetivo ampliar el acceso a los datos hidrometeorológicos de alta calidad y sistemas de alerta temprana para otros 250 millones de personas en al menos 30 países en desarrollo para 2025.

Gobernanza para sistemas de alerta temprana multirriesgos

Entre los mensajes más importantes que se desean transmitir se incluye la necesidad de contar con marcos jurídicos y de política, la participación de la comunidad y las asociaciones entre el mundo académico, el sector público y el privado.

“La información meteorológica y otra información científica por sí solas no sirven para reducir el riesgo de desastres si los gobiernos no disponen de un marco al efecto y no comprenden qué medidas pueden adoptar. Es esencial tener un marco jurídico. Se precisa un esfuerzo conjunto de todos nosotros”, dijo el Subsecretario General de la OMM, Wenjian Zhang.

Para más información, diríjase a: Clare Nullis, agregada de prensa. Correo electrónico: [email protected], teléfono móvil: +41 79 709 1397

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