¿Qué es la inocuidad alimentaria?
La inocuidad de los alimentos es la ausencia, o niveles seguros y aceptables, de peligro en los alimentos que pueden dañar la salud de los consumidores. Los peligros transmitidos por los alimentos pueden ser de naturaleza microbiológica, química o física y con frecuencia son invisibles a simple vista; bacterias, virus o residuos de pesticidas son algunos ejemplos.
La inocuidad de los alimentos juega un papel fundamental a la hora de garantizar la seguridad de los alimentos en cada etapa de la cadena alimentaria: desde la producción hasta la cosecha, en el procesamiento, el almacenamiento, la distribución; hasta el final de la cadena, en la preparación y el consumo.
Con una estimación anual de 600 millones de casos de enfermedades transmitidas por alimentos, los alimentos nocivos son una amenaza para la salud humana y las economías, afectando desproporcionadamente a las poblaciones vulnerables y marginadas, especialmente las mujeres y los niños, y las poblaciones afectadas por los conflictos y la migración.
Cerca de tres millones de personas en todo el mundo, tanto en países desarrollados como en países en desarrollo, mueren cada año por enfermedades transmitidas por el agua y los alimentos, y millones de personas enferman. Los alimentos son el punto de partida de nuestra energía, salud y bienestar. A menudo, damos por sentado que son inocuos, pero en un mundo cada vez más complejo e interconectado donde las cadenas de valor alimentarias son cada vez más largas, las normas y regulaciones se convierten en vitales para garantizar nuestra seguridad.
Seguridad alimentaria, un asunto que es cosa de todos
El tema inaugural del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos de este año nos invita a reconocer que la seguridad y sanidad alimentaria es asunto de todos. La forma en la que los alimentos se producen, almacenan, manipulan y consumen, afecta a la seguridad de nuestros alimentos.
Cumplir con las normas alimentarias globales, establecer regulaciones de control de alimentos efectivas que incluyan preparación y respuesta ante emergencias, proporcionar acceso a agua potable, aplicar buenas prácticas agrícolas (terrestres, acuáticas, ganaderas, horticultura), fortalecer el uso de sistemas de gestión de seguridad alimentaria por parte de los operadores de las empresas alimentarias, y educar al consumidor en la elección de alimentos sanos, son algunas de las formas en las que los gobiernos, las organizaciones internacionales, los científicos, el sector privado y la sociedad civil trabajan para garantizar la inocuidad de los alimentos.
Este Día Mundial de la Seguridad Alimentaria, en Nueva York, ofrecerá por primera vez una oportunidad para:
- Compartir los resultados de las dos conferencias sobre inocuidad alimentaria.
- Discutir formas en que la inocuidad de los alimentos puede incentivar dietas saludables.
- Discutir cómo las Naciones Unidas en Nueva York pueden apoyar aún más los esfuerzos para mejorar la inocuidad de los alimentos.
¿Interesado o interesada en asistir al acto en Nueva York para conocer más sobre el tema? Descubre el programa y suscríbete antes del 1 de junio.
La ONU y los alimentos inocuos
Mantener los alimentos inocuos es un proceso complejo, que comienza en la granja y termina con el consumidor. Hay que tener en cuenta todas las etapas de la cadena alimentaria, desde la producción, recolección y almacenamiento, hasta la preparación y el consumo. La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) es la única organización internacional que supervisa la inocuidad de los alimentos en todas las etapas de la cadena de alimentos.
A través de una ya larga colaboración, la FAO y la Organización Mundial de la Salud (OMS) apoyan la inocuidad alimentaria a nivel mundial y protegen la salud de los consumidores. Por lo general, la FAO aborda los problemas de inocuidad de los alimentos a lo largo de la cadena alimentaria durante la producción y procesado, mientras que la OMS supervisa habitualmente las implicaciones a nivel de la salud pública. Sin embargo, el proceso de garantizar que los alimentos sean inocuos para comer no acaba con la compra. En casa, los consumidores deben asegurarse de que lo que comen sigue siendo seguro.
Conocedora de la urgente necesidad de crear conciencia a todos los niveles y promover y facilitar la adopción de medidas en pro de la inocuidad de los alimentos mundial, sobre la base de principios científicos, la Asamblea General decide proclamar el día 7 de junio como el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos.
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