Mientras que hace algunas décadas las estaciones del año (verano, primavera, otoño e invierno) dictaban cambios en los ciclos de vida y estaban asociadas a las lluvias, la florescencia y el trinar de las aves, la caída de las hojas y el tiempo del frío, hoy por hoy, estas estaciones dan la tendencia en los cambios del vestuario, en la actualización de los colores, las texturas y las tendencias de moda, y como personas, somos presas de la mercadotecnia.

Pero, ¿cuándo seremos presas del ambiente? ¡Esto es urgente!

Quizá en el colectivo citadino no somos conscientes de que la producción excesiva de prendas de vestir tiene un alto impacto en los recursos naturales disponibles en el planeta. Se requieren grandes cantidades de energía para movilizar las máquinas que trazan, cortan y zurcen las prendas de la temporada. La elaboración de tinturas para el teñido tradicional de ropa ha quedado en el franco olvido. Por el contrario, el uso de sustancias químicas peligrosas para estampar colores brillantes es una de las principales causas de cáncer y otras enfermedades.

Además, con frecuencia recibimos noticias sobre que la producción de prendas de vestir se lleva a cabo en condiciones precarias y de mínima seguridad laboraly social para quienes trabajan en este sector. En muchos casos la explotación laboral está presente, incluyendo fuerza de trabajo infante y femenina en jornadas extenuantes.  

El patrimonio biocultural plasmado en la gran variedad de prendas artesanales que elaboran nuestras poblaciones originarias enfrenta un plagio en el trazo de los bordados y el uso de los colores. Las grandes cadenas que controlan la producción y comercialización de prendas de vestir denominadas como outfit aparentan que son ellas quienes diseñan y ponen en tendencia este patrimonio, con un nulo reconocimiento al patrimonio cultural inmaterial que ha trascendido por generaciones.

Los invito a que, cada vez que estemos por adquirir una nueva prenda de vestir:

  • Identifiquemos dónde fue fabricada.
  • Revisemos cuál o cuáles son los materiales con los que está elaborada.
  • Investiguemos qué tan sustentable ha sido su producción.
  • Pensemos cómo cada una de estas prendas puede estar perjudicando o ayudando a nuestro ambiente.

¿Qué tan natural es el material del cual está elaborada una de las prendas con las que vistes hoy? Algodón, lana, manta u alguna otra fibra natural. ¿Sabes que las telas sintéticas se elaboran a partir de derivados del petróleo? Éstas contienen una gran cantidad de elementos tóxicos que son altamente dañinos para la salud humana. Las fibras naturales son altamente térmicas y nos permiten una mejor adaptación a los cambios estacionales entre el verano y el otoño o entre la primavera y el verano.

Repensemos nuestro guardarropa, y por el bien de la naturaleza, desarrollemos u ajustemos nuevos hábitos de consumo. ¿Realmente necesitamos usar únicamente tres veces la blusa del modelo de moda, o la camisa formal que sólo vestiremos en dos ocasiones?

Las estaciones del año nos permiten mirar la diversidad, utilicemos los colores y materiales naturales: el rojizo otoñal o los brillantes colores de las flores en la primavera. Recuerda que: ¡si quieres el ambiente cuidar, la moda del vestir debes repensar!

Eco Maxei

Autor: Eco MaxeiEco Maxei Querétaro AC es una organización sin fines de lucro cuya misión es fomentar la coexistencia armónica entre las personas y con la naturaleza. Somos una organización multidisciplinaria, fundada e integrada por jóvenes agentes de cambio desde 2014.

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