Nairobi, 15 de julio de 2019.- Alrededor de 350 jóvenes de más de 50 países analizan soluciones ambientales basadas en la fe durante la segunda conferencia interreligiosa internacional Laudato Si’, que se celebra a partir de hoy en la sede principal de ONU Medio Ambiente, en Nairobi.
El foro de dos días titulado Generación Laudato Si: Jóvenes que cuidan nuestra casa común, reúne principalmente miembros de distintas iglesias, pueblos indígenas y organizaciones ambientales.
«Me siento esperanzada por los jóvenes de todo el mundo que están recurriendo tanto a la fe como a la ciencia para promover un cambio y mostrar cómo podemos vivir de forma más sostenible», dijo Joyce Msuya, Directora Adjunta de ONU Medio Ambiente, en la apertura del evento.
«Nosotros, en el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, trabajamos arduamente todos los días para construir el camino hacia un futuro sostenible. Y estamos profundamente comprometidos a trabajar con jóvenes, y con organizaciones y líderes religiosos de todo el mundo, para lograr los objetivos establecidos en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible», agregó Msuya.
Hace cuatro años, en su encíclica Laudato Si’: Sobre el cuidado de la casa común, el papa Francisco destacó la necesidad de pensar en la fragilidad de la naturaleza y en los miles de millones de personas empobrecidas que sufren la degradación ambiental causada por el modelo de desarrollo centrado en el hombre.
En la carta, el líder de la Iglesia católica llama a las personas a tomar decisiones que contribuyan a un bien mayor, en lugar de satisfacer nuestros deseos a corto plazo.
«Como se describe en Laudato Si’, la crisis ecológica a la que nos enfrentamos es compleja y multifacética», dijo el cardenal Peter Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano, en un mensaje leído por el Monseñor Bruno-Marie Duffé, secretario del Dicasterio.
«La Iglesia está comprometida a desempeñar su papel en la creación de conciencia y en la promoción de la acción ambiental, mientras acompaña a las comunidades locales en sus luchas sobre el terreno», agregó Turkson.
Jessica Gimo, de 25 años de edad, originaria de Beira, Mozambique, relató su experiencia con el ciclón Idai, que causó daños catastróficos en su país, Zimbabue y Malawi en marzo pasado. La joven aseguró que es posible mitigar los riesgos y evitar las catástrofes climáticas cuando se cuenta con información adecuada.
“Desde mi punto de vista, la falta de información empeoró el daño, porque si la información se hubiera pasado a tiempo, si nos hubieran informado de la magnitud del ciclón, habríamos hecho planes para mudarnos a ciudades seguras. Creo que la situación sería diferente y quizás el daño fuera menor”, dijo.
En 2017, ONU Medio Ambiente lanzó la iniciativa Fe para la Tierra, que ya ha construido una red de más de 750 organizaciones religiosas para aprovechar el poder de la fe en favor del planeta. El mismo año se estableció la Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales, cuya misión es hacer de la protección de los bosques tropicales una prioridad ética de las comunidades religiosas del mundo.
La conferencia incluye a oradores que brindan una perspectiva científica sobre el estado actual del planeta y destacan la importancia del compromiso de los jóvenes.
El evento es organizado por la Iniciativa Fe para la Tierra de ONU Medio Ambiente y aliados como la Red de Jóvenes Católicos para la Sostenibilidad Ambiental en África (CYNESA), la Oficina Regional de WWF en África, la Asociación de Jóvenes Musulmanes y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral del Vaticano.
La inauguración de la conferencia coincidió con el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, y tuvo lugar pocos días después de que más de 7.000 instituciones de educación superior de los seis continentes declararan una emergencia climática y acordaran un plan de acción para enfrentar la crisis.