Una ola de calor, con temperaturas que podrían superar puntualmente los 40 grados en el interior, llega la semana próxima a Francia, que desde hace semanas sufre una sequía que ha obligado a tomar medidas restrictivas para el uso de agua en tres cuartas partes del país.

Météo France anunció este domingo que ha puesto en alerta naranja por calor 21 departamentos del suroeste e indicó en su página internet que desde este lunes “el alza de las temperaturas máximas va a ser espectacular” por la llegada de una masa de aire caliente procedente de España.

En concreto, el lunes la subida de las máximas será de una decena de grados en el suroeste con respecto a las del domingo.

Desde el martes, las mínimas no bajarán de los 20-25 grados, mientras que las máximas se moverán en una horquilla de entre 36 y 40, aunque se podrá superar ese listón en algunos lugares.

Más de 35 grados en la mayor parte del país

De hecho, a partir de ese día se podrían sobrepasar los 35 grados en la mayor parte de Francia, con la notable excepción de la fachada atlántica y de una estrecha franja del litoral mediterráneo.

Los servicios meteorológicos no esperan que se alcancen los extremos de la ola de calor de finales de junio, cuando en las proximidades de Montpellier (sur) se llegaron a registrar hasta 46 grados, el récord de temperatura en Francia desde que existen mediciones.

Météo France precisó que habrá que esperar hasta el viernes para que la ola de calor empieza a ceder con un descenso de las temperaturas por el oeste.

Situación de sequía

En cualquier caso, la previsión de esta semana agravará la situación de sequía, con 73 departamentos -del centenar que hay en Francia- donde ya se han puesto en marcha medidas de restricción del uso de agua, según el sitio oficial Propluvia con datos actualizados en la medianoche del sábado.

De esos 73 departamentos, 26 se encuentran en situación de “crisis”, lo que significa medidas de ahorro importantes para los particulares y los profesionales.El ministro de Agricultura, Didier Guillaume, anunció, en una entrevista publicada en la página web de “Le Parisien” varios dispositivos de ayuda para los agricultores y ganaderos, y en particular un avance de las subvenciones de la Política Agraria Común (PAC) que se pagan a mediados de octubre. 

Guillaume indicó que va a pedir a la Unión Europeo que en lugar de pagarse entonces el 50 % de la PAC, como es habitual, el porcentaje suba al 70 %, lo que supondrá 1.000 millones de euros de avance de tesorería.

Eso permitirá hacer frente a compras de comida para el ganado de cara al invierno que serán necesarias con carácter excepcional ante la disminución del volumen de forraje a causa de la sequía. EFEverde