Rafael Nadal comenzó la temporada americana de pista dura por las bravas. El vigente campeón de la Coupe Rogers apareció en las chanchas de Montreal dispuesto a demostrar que la capacidad de sufrimiento va en su ADN y el primer partido sirvió como ejemplo perfecto. Las lluvias interrumpieron su debut, midió a un rival capaz de ponerle en situaciones límites y asumió la responsabilidad de proteger la corona. Con todo pudo el español, ovacionado por la grada del ATP Masters 1000 canadiense.
El No. 2 mundial superó por 7-6(6), 6-4 al británico Daniel Evans en una auténtica batalla táctica. El tenista de Birmingham lució un repertorio lleno de recursos: un revés cortado formidable, una velocidad de piernas privilegiada y una facilidad asombrosa para venir a la red, salpicando el partido de acciones imprevisibles desde el inicio. Las 19 aproximaciones a la cinta en el primer set, por ejemplo, fuera una buena muestra de su planteamiento.
Con una propuesta alegre en un partido sin precedentes en el ATP Tour, Evans no tardó en incomodar al vigente campeón. Nadal se vio sorprendido por el arranque de su rival, en una primera manga que estaría llena de alternativa. Evans colocó el 3-1 antes de romper a sudar, y lanzó un mensaje de lucha bien claro al español. Ante los problemas, claro, la reacción de Nadal.
El mallorquín volteó el encuentro con un poderío total con la derecha, llegando a disponer de dos pelotas de set al resto con 5-4. Evans se repuso y se ganó el derecho a un primer set agónico. Primero llegó la lluvia, deteniendo el encuentro con 6-5 para el español. Después, el delirio. Nadal llegó a levantar dos pelotas de set en el tiebreak (4-6). Su convicción en los momentos clave, cerrando ambos puntos con derechas ganadoras, demostró marcar diferencias claras para ganar la primera manga.
La ventaja desató al español, encendido en el inicio del segundo set. En una jornada bien húmeda, la lluvia volvió a poner un interludio cuando Nadal dominaba 2-0. El remojón fue tal que ambos tuvieron que volver a los vestuarios durante más de una hora.
La reanudación mantuvo una batalla que Evans no estaba dispuesto a abandonar. Montado en un servicio eléctrico, a menudo por encima de 200km/h, el británico planteó un reto de reflejos a Nadal. Desde el resto, donde volvió a asombrar con su revés cortado, miró a los ojos del español, al que fue capaz de igualar (3-3) una manga que parecía inclinada.
Que el mejor nivel del balear surge en los momentos de tensión volvió a ser demostrado. El cuatro veces campeón remarcó su capacidad para seleccionar subidas a la red, y de inmediato recuperó la rotura para poner rumbo hacia la victoria. Sin renunciar a una pelota, llegando incluso a trastabillarse sobre el banquillo por buscar una pelota angulada, el balear demostró un hambre total en Montreal.
Nadal se enfrentará en los octavos de final de la Coupe Roger ante el argentino Guido Pella, quien venció al moldavo Radu Albot 6-3, 2-6 y 7-6 (2). El argentino, tras alcanzar las sefminales en el ATP250 de Los Cabos, sumó su 30º del 2019 y por primera vez en su carrera llegó a esa cantidad de triunfos en una temporada.
El español lidera el FedEx ATP Head2Head ante el pupilo de José Acasuso por 3-0, con el último antecedente en ATP Masters 1000 de Montecarlo.
¿Sabías Que…?
Rafael Nadal busca defender un título sobre pista dura por primera vez en su carrera. El español acumula un total de 19 coronas ATP Tour en la superficie y es el cuarto jugador en activo con más copas en este tipo de pistas. Solamente le superan Roger Federer (70), Novak Djokovic (55) y Andy Murray (33).
atptour.com