El Gobierno español se comprometió en 2010, como parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica de Naciones, a “detener la pérdida de biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos, y restaurarlos en la medida de lo posible para 2020”.

Poco después, todos los Jefes de Estado o de gobierno de todos los países de la UE aprobaron también el objetivo de “detener en 2020 la pérdida de la biodiversidad y la degradación de los servicios ecosistémicos de la UE, y restaurarlos en la medida de lo posible, incrementando al mismo tiempo la contribución de la UE a la lucha contra la pérdida de biodiversidad mundial”.

Hoy, 20 de agosto, solo quedan 500 días para frenar la pérdida de biodiversidad

Ecologistas en Acción, que ha hecho un seguimiento de estos acuerdos, ha comprobado que tras los nueve años transcurridos, España incumplirá este importante compromiso. Ninguno de los gobiernos existentes en España en este periodo ha tomado las medidas necesarias para intentar realmente cumplirlos.

Según Theo Oberhuber, portavoz de Ecologistas en Acción, “en una demostración de irresponsabilidad, los diferentes gobiernos han abandonado a su suerte a la biodiversidad, han fomentado un modelo de desarrollo depredador que ha logrado incrementar el ritmo de extinción de especies, y han aumentado la degradación de los procesos ecosistémicos”.

Aunque en los 500 días que quedan resulta ya imposible que el Estado español aplique todas las medidas necesarias para detener la pérdida de biodiversidad, Ecologistas en Acción ha recordado al Gobierno en funciones que no frenar la extinción de especies tiene graves consecuencias para el bienestar humano.

El 20 de agosto quedarán solo 500 días para que finalice el plazo aprobado por el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la UE de detener la pérdida de biodiversidad en 2020.

Un claro ejemplo de ello son las consecuencias sociales y económicas que supone la pérdida de las especies polinizadoras, en su mayor parte insectos. Sin esos polinizadores, los daños económicos en las actividades agrarias serían terribles, ya que en España alrededor del 70 % de los cultivos para consumo humano dependen de los insectos que desarrollan la polinización.

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Además, estos polinizadores generan múltiples productos como miel, cera o medicamentos y contribuyen directamente a la producción de fibras como el algodón y el lino, o materiales de construcción como la madera. El servicio esencial que ofrecen los polinizadores en la oferta de alimentos se valora en más de 2.400 millones de euros para la agricultura española.

Estas y otras muchas especies hacen  que conservar la biodiversidad sea imprescindible para mantener un importante número de actividades económicas. Tal y como establece la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas  (IPBES) “La naturaleza es esencial para el bienestar humano y una buena calidad de vida”.

En julio de 2018, Ecologistas en Acción ya reclamó a la Ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que cumpliese con los compromisos adquiridos a nivel mundial y comunitario y que aprobase antes de noviembre de 2018 un plan de emergencia para detener la pérdida de biodiversidad. “Lamentablemente, durante este año no se ha tomado ni ésta ni ninguna otra medida similar”, ha recalcado Oberhuber.

Un plan estratégico insuficiente e incumplido

El Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad 2011-2017  es el documento que incorpora los compromisos adquiridos por España en el ámbito internacional y comunitario en materia de biodiversidad. En particular, incorpora los acuerdos derivados del Plan Estratégico del Convenio de Naciones Unidas sobre diversidad biológica para el período 2011-2020 (y aprobado por la Partes Contratantes en octubre de 2010) y la Estrategia Europea sobre Biodiversidad (adoptada en mayo de 2011 por la Comisión Europea).

Aunque la vigencia de este Plan finalizaba en 2017, se estableció que sería prorrogada su aplicación en tanto no sea aprobase otro plan estratégico que lo sustituyese. Algo que incomprensiblemente todavía no se ha hecho.

Ecologistas en Acción ya advirtió, con la aprobación de este documento, que se trataba de un plan muy insuficiente. No incorporaba acciones capaces de detener la pérdida de biodiversidad y no podía ser aplicado por las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias en gestión de la naturaleza. Además, en los años que se viene aplicando, el nivel de cumplimiento de los objetivos del plan ha sido muy escaso.

Como reconoce el Informe de Seguimiento del Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad de 2017 (elaborado por el Ministerio para la Transición Ecológica), de los 39 objetivos, cuatro han sido plenamente alcanzados, otros tres quedan cerca de su cumplimiento, y 24 objetivos han tenido avances pero no han sido cumplidos. Por último, ocho objetivos no han tenido avances que puedan considerarse significativos.

Para Ecologistas en Acción, este plan ha tenido un nivel de ejecución muy bajo. Dicho plan incorporaba una importante cantidad de acciones y documentos que debían ser aprobados para 2017 y que por falta de voluntad política, por la escasez de los recursos humanos y económicos que dispone el Ministerio, o por la existencia de otros intereses, no han llegado a ejecutarse.

Demandas para el futuro Gobierno de España

Ecologistas en Acción considera esencial que el próximo gobierno ponga en marcha, en colaboración con las comunidades autónomas, un plan de emergencia para detener la pérdida de biodiversidad. Dicho plan deberá actuar sobre las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad, con objetivos claros y medibles, y deberá incluir los siguientes aspectos:

  1. Condicionar todas las políticas sectoriales (agricultura, aguas, infraestructuras, energía, etc.) al objetivo de detener la pérdida de biodiversidad, elaborando planes sectoriales que aseguren que las diferentes políticas sectoriales, sean compatibles con el cumplimiento de este objetivo.
  2. Eliminar o modificar los múltiples incentivos y subvenciones contrarias a la conservación de la biodiversidad.
  3. Incrementar la lucha contra las especies exóticas invasoras endureciendo la normativa para detener estas introducciones.
  4. Coordinar a todas las administraciones españolas en la lucha contra la pérdida de biodiversidad.

Fuente: Ecologistas en Acción

ecoticias.com