ATLANTA –Los Cardenales de San Luis anotaron 10 carreras, la mayor cantidad que se haya registrado en la historia durante el primer inning de un juego de postemporada, y apabullaron el miércoles 13-1 a los Bravos de Atlanta en el quinto y decisivo juego de la Serie Divisional de la Liga Nacional.

Los Bravos sufrieron un nuevo y descorazonador colapso en playoffs.

Antes de que muchos espectadores se sentaran siquiera en sus butacas, los Cardenales estaban ya virtualmente instalados en la Serie de Campeonato de la Nacional, donde enfrentarán a los Dodgers de Los Ángeles o a los Nacionales de Washington en un máximo de siete encuentros, a partir del viernes.

Los Dodgers recibían más tarde a los Nacionales, en el quinto duelo de su Serie Divisional. San Luis no avanzaba a la Serie de Campeonato desde 2014.

Flaherty domina en el Juego 5

Peloteros y fanáticos de Atlanta tardarán mucho en digerir esta debacle.

Luego de lanzar siete capítulos en blanco para ganar el segundo juego, Mike Foltynewicz retiró apenas a un bateador antes de que los Cardenales lo vapulearan sin misericordia.

Freddie Freeman cometió un error que abrió la puerta a la catástrofe de los locales. San Luis anotó su décima y última carrera del inning en un ponche –el lanzamiento descontrolado rebotó en la tierra y se le escapó al receptor Brian McCann.

Atlanta ha perdido 10 series seguidas de postemporada. Su último triunfo en una serie de playoffs se presentó hace 18 años.

Con ese número de series perdidas en fila, los Bravos han igualado la ignominiosa marca establecida por los Cachorros de Chicago de 1908 a 2003.

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Dexter Fowler, el primero en el orden de los Cardenales, había visitado tres veces la caja de bateo antes de que la parte baja del orden de Atlanta viera pasar el primer pitcheo. Y los Cardenales realizaron varias sustituciones tras el tremendo ataque que montaron en el comienzo del duelo.

Tal vez haya sido la primera vez que un club realiza una serie de cambios defensivos antes de que su rival llegara siquiera al bate.

No había motivo para buscar más carreras ni para preocuparse por lo que hicieran los rivales ante Jack Flaherty, quien logró una de las mejores segundas mitades de campaña que se hayan visto por parte de un abridor en la historia.

El derecho de 23 años no había tolerado más de tres carreras en 15 aperturas desde la pausa por el Juego de Estrellas, con una efectividad de 0.91. De ningún modo iba a permitir que esta ventaja colosal se le escapara, pese a que Josh Donaldson –tal vez durante su último juego con los Bravos– dio a los fanáticos al menos un motivo de festejo, con un jonrón por todo el jardín central en la cuarta entrada.

El manager Mike Shildt permitió que Flaherty realizara 104 pitcheos a lo largo de seis entradas, en las que aceptó cuatro imparables y esa única carrera, para llevarse la primera victoria en postemporada durante su incipiente carrera.

Flaherty permitió que las bases se llenaran en el quinto acto, tras golpear al venezolano Ronald Acuña Jr. con una recta. Sin embargo, obligó a que Freeman bateara una roleta que sentenció el final del inning.

Pero este juego quedará en la memoria por lo que ocurrió antes de que Flaherty subiera a la lomita.

Por los Cardenales, el dominicano Marcell Ozuna de 4-1 con dos anotadas y una remolcada. El puertorriqueño Yadier Molina de 5-0 con una anotada. El cubano Randy Arozarena de 1-0.

Por los Bravos, los venezolanos Acuña Jr. de 2-0, Rafael Ortega de 1-0.

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