• Según análisis del Instituto Humboldt y The Nature Conservacy -presentado en el Reporte BIO 2018-, 151 especies endémicas de Colombia tienen entre un 11 y 35 % de representatividad en el sistema de áreas protegidas nacionales, solo 14 alcanzan un 50 % o 70 %, y 42 llegan al 10 % o a ningún porcentaje.
  • •  La conclusión se deriva del estudio Especies endémicas, áreas protegidas y deforestación, que subraya, además, los retos para la conservación de endemismos en un país con deforestación acelerada. 
  • •  Las crías de estas especies nativas podrían, a largo plazo, reintroducirse en ecosistemas donde se ha diezmado su presencia y función ecológica debido al uso de pesticidas. 

A  partir del análisis de las distribuciones de especies endémicas, y con datos provenientes del portal BioModelos y de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se analizaron mapas cuyos resultados, con respecto al total de endemismos nacionales (aproximadamente 8.803), indican que el panorama de la conservación de especies endémicas podría ser preocupante.

Por ejemplo, la mayoría de endemismos tiene una distribución menor a 18 km(el 0 y 35 % del área) y su representatividad es diversa, lo que indica que gran parte de los lugares donde se distribuyen las especies endémicas del país están por fuera de áreas dedicadas a la conservación.

Por otro lado, están las especies endémicas en amenaza crítica de extinción – según listados de la UICN-, con una distribución menor de 50 Km2y una baja representatividad en el Sinap. Entre ellas destacan los anfibios Ameerega ingeri, Atelopus farci, Atelopus angelito, Hyloxalus ruizi, Atelopus monohernandeziiAtelopus guitarraensis y Rhinella rostrata; los mamíferos Plecturocebus caquetensis y Marmosops handleyi; y la planta Magnolia katiorum.

Sumado a lo anterior, los endemismos están quedándose aislados y desconectados de los ecosistemas debido a la pérdida y transformación acelerada de hábitats por cuenta de la deforestación, la ganadería y agricultura extensiva, la contaminación, las especies invasoras, los asentamientos humanos, las economías ilegales, el desarrollo de infraestructura y otros factores.

Según el análisis, los departamentos que registran un mayor número de especies endémicas están sobre la cordillera occidental y central. Destacan, entre ellos, Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Valle y Chocó. Allí se ubican Parques Nacionales Naturales como Las Orquídeas, Selva de Florencia, Los Nevados, Tatamá, Farallones de Cali y el Páramo de las Hermosas, Munchique y el Santuario de Flora y Fauna Otún Quimbaya. En dichas áreas protegidas recae la necesidad de generar conocimiento acerca de los endemismos allí representados y asegurar su conservación.

Se estima que Colombia tiene 62.819 especies registradas de seis grupos biológicos: anfibios, aves, mamíferos, plantas y líquenes, peces agua dulce y reptiles. De estas, 8.803 son endémicas (14 %), valor podría ascender al 28 % con nuevas descripciones o la redefinición de algunas ya descritas que son consideradas crípticas (fenotípicamente iguales pero no genéticamente), lo cual ubicaría a Colombia como el tercer país con el mayor número, después de Brasil e Indonesia. Regiones como la Amazonia, los Andes, los valles interandinos y el Chocó concentran el mayor número de endemismos.

¿Qué entendemos por especies endémicas?

Las especies endémicas son aquellas que tienen una distribución restringida a regiones, ecosistemas, cuencas hidrográficas y otras áreas geográficas específicas. Representan un objeto de conservación de alto valor pues su pérdida implica, por lo general, la disminución de genes, atributos funcionales y características ecológicas únicas que no pueden recuperarse.

Estas especies requieren una alta atención ya que al distribuirse en áreas pequeñas tienen mayor susceptibilidad a la extinción o a la disminución de sus poblaciones. A ello se suma que son poco conocidas y su información es escasa.

¿Por qué existen especies endémicas?

La concentración de endemismos está asociada, principalmente, a procesos evolutivos y ecológicos tal como el levantamiento de los Andes, la formación de valles aislados, la alta productividad neta en las selvas y bosques de la Amazonía y el Pacífico, la variedad topográfica, y el aislamiento de linajes durante los períodos de variaciones climáticas, por ejemplo el Pleistoceno o Era del Hielo.

Varios de estos procesos tomaron miles y millones de años, por lo tanto la mayoría de especies endémicas han persistido en sus hábitats desde mucho tiempo atrás. Al considerar la historia evolutiva y la restricción particular a Colombia, las 8.803 especies endémicas son un gran patrimonio biológico que exige incrementar los esfuerzos que se realizan para estudiarlas y conservarlas.

Las especies endémicas de Colombia soportan una alta presión y sufren procesos de transformación debido a actividades humanas. Un ejemplo de ello está en la pérdida del bosque que ha disminuido el área de distribución de endemismos en todos los ecosistemas andinos, la costa Pacífica, el valle del río Magdalena y las transiciones que ocurren entre los Andes y la Orinoquia-Amazonia.

Como conclusiones y sugerencias, el grupo de expertos destaca que el conocimiento actual de las especies endémicas está altamente concentrado en la región andina, por lo que las demás zonas de Colombia podrían presentar mayor incertidumbre a los resultados muestreados y presentados en el análisis.

Lo anterior debido a que se tiene información dispersa sobre la biología de los endemismos. Se hace necesario, entonces, investigar con mayor profundidad la distribución geográfica en el resto del territorio nacional para conseguir un mejor entendimiento de su estado de conservación.

Al evidenciar la distribución de las especies endémicas con la deforestación acumulada hasta el 2017, coincide la presencia de esta problemática nacional en todas las zonas de endemismos, afectando en gran medida a las áreas protegidas.

Los motores de transformación y pérdida de biodiversidad, enunciados en este análisis, coinciden con las zonas de mayor riqueza de endemismos, por lo que se hacen indispensables acciones de restauración y de conservación en la región andina que influyan, de manera positiva, en un mayor número de especies endémicas. Es necesario, además, fomentar la conectividad entre bosques y el mantenimiento de la calidad del hábitat para evitar así la extinción de las especies.

Una de las principales amenazas a la conservación de las especies endémicas es la pérdida y cambio de cobertura vegetal. Los Andes, por ejemplo, son un núcleo de endemismo, pero también de mayor porcentaje de transformación del país.

Este escenario impone un reto para la supervivencia de las especies endémicas, dado que su vulnerabilidad a la extinción dependerá en gran medida del manejo correcto a sus áreas de distribución en armonía con actividades humanas.

Se recomienda, asimismo, atender estas zonas de manera prioritaria con el apoyo de autoridades locales, regionales y nacionales. Con mayores esfuerzos, sumados a los ya dispuestos, será posible un mejoramiento de las áreas de protección para impactar, de manera favorable, el rango de distribución de las especies endémicas.

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