Montañas, esas joyas naturales que debiéramos atesorar

Las montañas albergan el 15% de la población mundial, dan cobijo a un cuarto de los animales y plantas terrestres y suministran agua dulce para más de la mitad de la humanidad. Su conservación resulta clave, tal cual especifica el Objetivo 15 de los ODS.

Sin embargo, se encuentran fuertemente amenazadas por el cambio climático y la sobreexplotación. A medida que los glaciares de montaña se derriten, los habitantes de las alturas —entre los más pobres del mundo— afrontan mayores dificultades para sobrevivir a causa de los desastres naturales.

A todo ello hay que sumar el hecho de que dicho derretimiento a una velocidad sin precedentes amenaza el suministro de agua dulce de millones de personas.

Este problema es cosa de todos. De ahí que debamos reducir la huella de carbono y cuidar este tesoro natural.

Las montañas son importantes para los jóvenes, tema de 2019

Este día internacional recalcará las dificultades que afrontan los jóvenes que viven en la montaña y su único final posible: la emigración, la cual acarrea a su vez el abandono de la agricultura, la degradación del suelo y la pérdida de valores y tradiciones culturales.

La educación y la formación, el acceso a empleo y mejores servicios públicos podrían garantizarles un futuro mejor.

Así, en este 2019, ellos serán las voces que luchen para hacer que las montañas y sus gentes estén más presentes en agendas sostenibles, inversiones e investigaciones.

El origen

El principal hito se remonta a 1992, cuando el documento “Ordenación de los Sistemas Frágiles: Desarrollo Sostenible de las Zonas de Montaña” (capítulo 13) fue incluido en el Programa 21, un plan de acción sostenible promovido por Naciones Unidas.

Dicho logro y el creciente interés acerca de la importancia de las montañas llevó a la Asamblea General a declarar 2002 como Año Internacional de las Montañas, factor que impulsó que, en 2003, se celebrase el primer Día Internacional.

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