En pro de la paz, la seguridad y el desarrollo
Frente a la tensión política y a la escalada de las crisis, es de gran importancia que se respeten los principios de soberanía y e igualdad soberana de los Estados. También los de integridad territorial, libre determinación y no intervención en los asuntos internos de cualquier Estado. Además, es necesario promover y alentar la solución de los conflictos internacionales por medios pacíficos de tal manera que no se pongan en peligro la paz y la seguridad internacionales.
De esta forma, la política de neutralidad contribuye a fortalecer la paz y la seguridad, tanto en las regiones pertinentes como a nivel mundial, y desempeña un papel importante para forjar relaciones pacíficas, amistosas y mutuamente beneficiosas entre los países del mundo.
Además de ser un factor clave para crear las condiciones para unas negociaciones pacíficas, la política de neutralidad permanente está relacionada estrechamente con instrumentos de la diplomacia preventiva y la mediación, los buenos oficios, las misiones de constatación de los hechos, la negociación, el uso de enviados especiales, las consultas oficiosas, la consolidación de la paz y las actividades específicas de desarrollo.
La neutralidad juega asimismo un papel clave en el fortalecimiento de la coordinación de la asistencia humanitaria en situaciones de emergencia y los países declarados neutrales desempeñan un papel importante en la provisión y entrega de ayuda humanitaria en situaciones de conflicto y desastres naturales.
Por todo ello, la diplomacia preventiva es una función básica de las Naciones Unidas y ocupa un lugar destacado entre las funciones del Secretario General.
Primera celebración del Día de la Neutralidad
En febrero de 2017, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió establecer el Día Internacional de la Neutralidad a propuesta de Turkmenistán, reconocido por las Naciones Unidas como un Estado permanentemente neutral desde diciembre de 1995.
¿Por qué un Día Internacional de la Neutralidad?
La neutralidad, definida como la situación jurídica derivada de la abstención de un Estado de toda participación en una guerra entre Estados, el mantenimiento de una actitud de imparcialidad hacia los beligerantes y el reconocimiento por parte de los beligerantes de esta abstención e imparcialidad, es sumamente importante para que las Naciones Unidas ganen y mantengan la confianza y la cooperación de todos para operar de manera independiente y eficaz, especialmente en situaciones políticamente cargadas.
El artículo 2 de la Carta de las Naciones Unidas obliga a los Estados miembros a resolver sus controversias internacionales por medios pacíficos y a abstenerse de amenazar o utilizar la fuerza en sus relaciones. Esta obligación fue reafirmada por la Asamblea General al crear el Día Internacional de la Neutralidad (PDF).
La resolución también subrayó que las políticas nacionales de neutralidad de algunos estados pueden contribuir al fortalecimiento de la paz y la seguridad internacionales y desempeñar un papel importante en el desarrollo de relaciones mutuamente beneficiosas entre los países del mundo.
El documento también destaca el vínculo entre la preservación de la paz y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La mencionada resolución de la Asamblea General también propone que el Secretario General siga cooperando estrechamente con los Estados neutrales con miras a aplicar los principios de la diplomacia preventiva y emplear esos principios en sus actividades de mediación.
Diplomacia preventiva
La visión del Secretario General de centrar la labor de la Organización en la paz y la seguridad en torno a la prevención y mediante un aumento de la diplomacia para la paz, reafirma la misión fundacional de las Naciones Unidas. Las Naciones Unidas se han comprometido a abandonar la cultura de la «reacción» y a adoptar la cultura de la «prevención! ¡Sigue leyendo más sobre el tema en nuestra página de Asuntos Políticos y Consolidación de la Paz!
Mediación
Desde su creación, las Naciones Unidas han desempeñado una función primordial ayudando en la mediación de los conflictos intraestatales e interestatales en todas sus etapas: antes de su escalada a conflicto armado, tras el estallido de la violencia y durante la ejecución de los acuerdos de paz. Para que la mediación de conflictos se complete con éxito, se necesita un sistema de apoyo adecuado que proporcione a los enviados la asistencia al personal y el asesoramiento suficientes y que garantice que las conversaciones disponen de los recursos logísticos y financieros necesarios. ¡Dispones de más información en nuestra página!
Establecimiento de la paz
Las funciones de establecimiento de la paz de las Naciones Unidas florecieron en el decenio posterior al final de la Guerra Fría, cuando se puso fin a muchos conflictos armados de larga data mediante la negociación de acuerdos políticos, con frecuencia mediados y ejecutados con la fuerte participación de las Naciones Unidas.
Actualmente, la Organización continúa muy activa en este campo y colabora cada vez más con las organizaciones regionales para poner fin a los conflictos existentes y evitar el surgimiento o la escalada de crisis nuevas.