Fuera de los beneficios a la salud, el estrés o la ansiedad, la naturaleza nos brinda más felicidad, y los niños se benefician mucho de estar al aire libre.
Por ejemplo, un estudio comprobó que aquellos niños que pasan más tiempo en la naturaleza y logran conectar con ella se sienten empoderados y más felices. Esto se debe a que desarrollan una capacidad proambiental única.
Es decir, se sienten inspirados a tener actitudes más ecológicas y sostenibles, las cuales terminan por generar sensaciones positivas. El estudio mencionado evaluó tres categorías en las que los niños aportaban algo.
El altruismo, la equidad y la frugalidad guiaron el comportamiento de los niños cuando convivieron un poco más con la naturaleza. Algunas de las acciones que detonó este contacto fueron: donar su ropa o juguetes usados, comprar cosas ecológicas, no gastar de más o considerar a niñas y niños como iguales.
Esto es parte de un comportamiento disruptivo ecológico que rescata los valores fundamentales de la vida. El placer de conocer las flores, paisajes, animales, sonidos y todo lo que la naturaleza ofrece permite que despertemos esa conciencia sobre la relación y conexión entre la naturaleza y nosotros.
¿Por que es importante conectar a los niños con la naturaleza?
Si un niño está más conectado al mundo natural participará más en el cuidado del planeta y tendrá mayor sentido de responsabilidad con él y su entorno, lo que a su vez le traerá una mayor satisfacción personal o más felicidad.
No dejemos que los niños se desconecten de la naturaleza. Cada vez más, niños más pequeños viven dentro de casa hipnotizados por la tecnología, y recuperar aquellas cualidades que el entorno les ofrece es importante. Formas hay muchas, la cuestión es buscar cómo y hacerlo.
Puede ser difícil volver a conectar con la naturaleza cuando la rutina social nos arrebata las posibilidades naturales más cercanas. Pero depende de nosotros acercar a los niños a un ambiente nuevo que les dará una nueva visión de vida.
ecoosfera.com