Rafael González .- Efeverde .- Fabricar calcetines a partir de hilo elaborado con residuos plásticos procedentes del mar constituye la propuesta de una pequeña empresa española que pretende concienciar sobre el grave problema que provoca esta basura, al mismo tiempo que contribuye a la limpieza de los entornos marinos.
Ballenas, delfines o tortugas, son sólo algunas de las especies de la biodiversidad marina que corren peligro por la presencia de estos residuos en el océano, que ilustran las prendas de Calcetines Mingo.
“Somos conscientes de que la industria textil es una de las más contaminantes que hay y tenemos que echar una mano al medio ambiente”, asegura a Efeverde el gerente de Calcetines Mingo, José Manuel Mingo, compañía especializada principalmente en el ámbito deportivo.
“Nuestro compromiso debe ser el máximo posible dentro de nuestras posibilidades”, y esta apuesta “nos llevó a visibilizar, de alguna manera, aquellos animales que sufren las consecuencias del plástico en el mar” y que están presentes a través de los dibujos en los calcetines.
Hilo elaborado a partir de material plástico
Esta empresa emplea un tipo de hilo de poliéster para su fabricación cuya peculiaridad reside en que ha sido elaborado a partir de material plástico, que “principalmente proviene del mar Mediterráneo y también del Cantábrico”.Una materia prima que “aunque no se percibe que es reciclada porque está muy bien lograda, resulta más costosa que otras debido a su trabajo logístico y de preparación”, explica Mingo.
Cuando los pescadores lanzan sus redes al mar “capturan pescado y basura de toda clase y estos desechos eran devueltos de nuevo al agua”, por lo que la empresa de tejidos SEAQUAL, a través de la organización medioambiental Ecoembes, llegó a un acuerdo con estos trabajadores para “recoger todo el plástico en el puerto”.
Modelo propio de innovación
Calcetines Mingo, compañía situada en el municipio burgalés de Pradoluengo, que cuenta con dieciséis trabajadores, también ha desarrollado un modelo propio de innovación denominado sublimación, que consiste en dotar al calcetín de un diseño con “calidad fotográfica de impresión”.
“Pusimos en marcha esta técnica tras casi un año de desarrollo para que el artículo no perdiera elasticidad y hasta conseguir una gran definición y brillo”, asegura Mingo, quien señala que “no tengo conocimiento de que alguien más esté llevando a cabo esta actividad”.
El hilo “posee un color blanquecino tirando a azulado”, por lo que “primero tejemos la prenda en color blanco y, más tarde, procedemos a implantarle el dibujo de los animales, equipados con las herramientas necesarias para retirar los residuos plásticos que inundan el océano”, apunta.
Uno de los protagonistas presentes en los calcetines sostenibles. EFE/ Calcetines Mingo
Doce modelos diferentes
Los doce modelos de calcetines se engloban dentro de la colección denominada “FreeWaves” (Olas Libres) y aproximadamente “de cada par que se vende, se retira el equivalente a una bolsa de plástico del mar“.
Su lanzamiento tuvo lugar a primeros del pasado marzo bajo una “política de precios contenida que ronda los 10 euros por par de calcetines”, que en la actualidad “se encuentran a la venta a través de la página web www.funstep.es“, aunque el objetivo de su impulsor es que “estén disponibles en tiendas y su venta se extienda, en un principio, por todo el territorio nacional”.
“Estos calcetines limpian los océanos”, declara José Manuel Mingo, quien recuerda que “todas las empresas tenemos una responsabilidad social y medioambiental“, y “somos conscientes de que no podemos continuar contaminando”.
Calcetines sostenibles
En su opinión, “no está bien que todos los días traigamos miles de contenedores del otro lado del mundo cargados de artículos de usar y tirar, que son totalmente prescindibles”.
“No existe un planeta B. Tenemos que empezar no sólo a cuidar de éste, sino a arreglar el destrozo que hemos hecho en la Tierra. El consumidor siempre es el que tiene el poder de cambiar las cosas”, concluye José Manuel Mingo.
Mingo, perteneciente a la cuarta generación familiar dedicada a la industria textil gracias a la empresa que fundó su bisabuelo en 1914, pretende apartar del ecosistema marino los residuos plásticos gracias a sus calcetines sostenibles. EFEverde