La dupla colombiana reflexiona sobre lo que significa para cada uno el ATP Masters 1000 de Roma. “Allí fue donde todo estalló”, coinciden.

Juan Sebastián Cabal y Robert Farah llegaron en 2018 al Internazionali BNL D’Italia con una deuda personal. Una deuda que se reusaba a ser saldada. Ostentaban diez títulos en el ATP Tour, y ninguno más importante que los ganados en el ATP 500 de Río de Janeiro (2014 y 2016). Ambos consideraban que podían ganar eventos de mayor categoría. “Habíamos estado en instancias importantes, pero nos quedaba faltando un poquito para ganar”, reconoce Juan Sebastián en charla con ATPTour.com.

Sin ir más lejos, unos cuatro meses antes de disputar el ATP Masters 1000 de Roma, habían caído en la final del Abierto de Australia (p. con Marach/Pavic). Pero en términos de resultados, terminar en Roma con la sequía en torneos grandes parecía poco probable. En 2017 no habían participado, en 2016 y 2014 perdieron en primera ronda. Y su mejor resultado allí eran los cuartos de final alcanzados en 2015.

Era difícil predecir que el Colombian Power podría ganar aquella semana en el Foro Itálico, al menos para quienes desconocían el gusto de la pareja sudamericana por competir allí. “Nos encanta Roma”, explica Farah. “Nos gusta salir a explorar las calles, meternos a una calle desconocida, conocer restaurantes escondidos y desconocidos. Nos gusta caminar y comer bien bueno. Además, jugamos muy bien ahí. Se nos da bien porque también venimos con ritmo de la gira, y Sebas y yo somos buenos en arcilla”.

“Roma es especial para nosotros”, apunta Cabal. “Así hayamos perdido en primeras rondas los primeros años, siempre nuestro nivel fue bueno allá. Todo ha ayudado para que así sea. Italia nos encanta, es de nuestros países favoritos. Roma tiene un ambiente único, la sede es especial, las canchas son espectaculares, y siempre están llenas. Eso lo hace aún más especial”.También Podría Interesarle: Cabal: «Hace 15 Años No Me Imaginaba En Esta Posición»

Esas sensaciones los ayudaron a ganar en Roma 2018 el primer título grande de ambos, dejando en el camino a los dueños del Top-2 del escalafón, Lukasz Kubot y Marcelo Melo, y venciendo a Pablo Carreño y Joao Sousa en la final, para así conseguir puestos inéditos en sus carreras. Juan Sebastián irrumpió por primera vez en el Top-10, y Robert en el Top-15. Pero lo más importante de aquel triunfo no se vio únicamente en el FedEx ATP Ranking.

La mayor recompensa se vio ante todo a nivel mental. “Roma es el torneo que nos abrió los ojos, que nos dijo que podíamos hacer grandes cosas”, reflexiona Farah, mientras Juan Sebastián añade: “En Roma fue donde todo estalló. Ganar ahí fue como quitarse muchos micos de la espalda porque en ese tipo de torneos nos habíamos quedado cortos. Ya habíamos ganado torneos ATP 250 y ATP 500, y pensábamos que ya estábamos para ganar cualquier torneo. Pero fue no fue fácil. Y cuando nos quitamos ese peso, pensamos: ‘Ahora falta el Grand Slam’.

Para conseguir ese nuevo objetivo tuvo que pasar poco más de un año. En el entretanto, enfrentaron adversidades de todo tipo, sobre todo en 2019, que empezaron con récord de 10-6 en el primer trimestre. Además, Cabal se lesionó la espalda en Montecarlo 2019, y solo pudieron ganar el título en Barcelona la siguiente semana porque debutaron el miércoles y Juan Sebastián tuvo el tiempo exacto para recuperarse.

Pero en el siguiente torneo, en Madrid, Farah llegó con una molestia en el cuello que no alcanzó a sanar para el debut en el Día 1 del evento. El envión anímico de Barcelona no duró. Y el lugar para recuperarlo fue Roma 2019, donde tuvieron una actuación brillante dejando en el camino a los hermanos Bryan. “Ese ha sido el partido más duro que hemos jugado en Roma”, aclara Farah. “Salvamos match points, e íbamos 7-2 abajo en el súper tie-break”. Además, en ese duelo Cabal se anotó, según él, el punto más impresionante de su carrera:

Cabal/Farah conquistaron de nuevo Roma gracias al temple entre semana y a una exhibición categórica durante el fin de semana en la final. “Jugamos increíble, les pegamos una buena tunda a Raven Klaasen y Michael Venus (6-1, 6-3). Estuvimos imparables”, recuerda Farah sobre ese día que defendieron el título y llegaron a nueve victorias consecutivas en Roma. El invicto se mantiene.

Y no solo por esos dos títulos se ha vuelto inolvidable Roma para los colombianos. También por todas las historias surrealistas que han vivido compitiendo allí. “En 2018 se me rompió la raqueta en dos antes de la devolución contra Jamie Murray y Bruno Soares. Contra Kubot y Melo nos pasó un gato por la mitad de la cancha, y en 1R Sebas me pegó un pelotazo contra Jules y Haase”.

“Y el año pasado la anécdota fue que estaba Taco, mi perro, un pastor australiano miniatura que tenía cuatro o cinco meses. Lo metimos a la cancha para celebrar”. A partir de entonces no volvieron a desacelerar, y terminaron coronando una gira por Europa muy exitosa: semifinales en Roland Garros, y títulos consecutivos en Eastbourne y Wimbledon para asegurar por primera vez el No. 1 del FedEx ATP Ranking de dobles.

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