Cristina Rodrigo, directora de la organización de conciencia alimentaria ProVeg España, que promueve el veganismo, sostiene que una alimentación que sustituya productos de origen animal por alternativas vegetales y de cultivo, ofrece una solución a muchos de los factores que contribuyen al aumento de las enfermedades zoonóticas.
¿Qué significa veganismo?
El veganismo es un estilo de vida que propugna la coexistencia entre los seres humanos y su entorno y vecinos de planeta, de forma equilibrada, ética, sostenible y no agresiva. Entre sus pilares está la práctica del vegetarianismo estricto y el uso de productos cosméticos, limpiadores, prendas, calzado y accesorios que no provengan de la explotación animal.
¿Qué es una zoonosis?
Se denomina zoonosis a toda aquella enfermedad que puede transmitirse entre animales y humanos. En el caso de los animales, estos pueden padecer o no dichas patologías, pero en todo caso actúan como vectores de infección. Dos ejemplos claros son la picadura del mosquito Aedes aegypti, que puede provocar dengue, Chikunguña y fiebre amarilla y el consumo de carnes poco cocidas, que ocasiona toxoplasmosis, triquinosis o hidatidosis.
¿Por qué la infección por COVID-19 se considera una pandemia?
Porque el contagio entre personas y el padecimiento de la enfermedad no se limitó a una zona determinada como en el caso de las endemias, sino que de manera simultánea y en general con mucha rapidez, la patología pasó de un continente a otro y se propagó entre diferentes países.
De las 194 naciones que hay en el mundo, a día de hoy solo 15 están libre de coronavirus y salvo tres países continentales, el resto son naciones insulares.
Entrevista a Cristina Rodrigo, directora de ProVeg España
ECOticias: ¿Por quéé fue necesario crear ProVeg y quéé objetivos persigue la organización?
Cristina Rodrigo: ProVeg nace en 2017 como organización sin ánimo de lucro centrada en transformar el sistema alimentario. Para ello, promovemos una alimentación basada en plantas. Y lo hacemos concienciando y generando cambios a tres niveles: social o individual, corporativo o empresarial e institucional o político.
Nuestro objetivo principal es reducir a la mitad el consumo de productos animales para 2040. Porque queremos construir un mundo en el que todas las personas puedan elegir una alimentación saludable y sabrosa, que sea ética y sostenible, buena para el planeta y todos sus habitantes.
ECOticias: ¿Existe una relación entre la actual pandemia de COVID-19 y el consumo de ciertos alimentos?
Cristina Rodrigo: Aunque aún no se haya demostrado al 100 % el origen de esta pandemia, sabemos que el vínculo entre la ganadería y el aumento del riesgo de pandemias ya está bien establecido científicamente. En particular, en el caso de la ganadería intensiva, en la que las condiciones son propicias para la aparición y la rápida propagación de enfermedades, como la COVID-19.
Alrededor del 75 % de todas las enfermedades infecciosas emergentes son zoonosis. Entre ellas se encuentran el SARS, el MERS, el Ébola, la rabia y ciertas formas de gripe, que se transmiten a través de las aves y los cerdos. Ya sea que se transmitan por animales salvajes, como se supone que ha ocurrido con la COVID-19 o por animales de granja, como es el caso de la gripe aviar y porcina, todas estas enfermedades representan serias amenazas para la salud individual y mundial.
Además, la ganadería intensiva es una de las principales culpables de la destrucción de la biodiversidad y los ecosistemas. Necesitamos ecosistemas diversos para que sean resilientes y eviten la fácil propagación de los agentes patógenos. Si seguimos permitiendo que la cría intensiva de animales destroce el mundo en el que vivimos, estamos poniendo en bandeja la aparición y propagación de futuras pandemias.
ECOticias: ¿Qué es “De la granja a la Mesa” y quéé peticiones tiene ProVeg respecto a esta propuesta?
Cristina Rodrigo: La iniciativa “De la Granja a la Mesa” ( “Farm to Fork” en su título original) es una estrategia para la sostenibilidad alimentaria, un elemento crucial del Green Deal europeo. El Green Deal europeo es la hoja de ruta de la Unión Europea para garantizar una economía sostenible.
Desde ProVeg y la Unión Vegetariana Europea queríamos que la estrategia “Farm To Fork” fuera ambiciosa e incluyera objetivos concretos de reducción de la producción de carne, así como políticas de promoción de una alimentación más basada en plantas. Sabemos que la ganadería es responsable de alrededor del 14,5 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según la FAO.
Sin embargo, no ha sido así. La estrategia “Farm to Fork” se ha aprobado esta misma semana por la Comisión Europea, ignorando en gran medida el impacto ambiental de los productos animales. Pese a lo esperado, finalmente el texto no establece objetivos de reducción de carne y lácteos. El impacto ambiental de la cría de animales se ha ignorado de nuevo y es un golpe devastador para todos los que de verdad queremos alcanzar un sistema alimentario sostenible
Tanto el reciente informe del IPCC (siglas en inglés de Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), como el informe de la Comisión EAT Lancet, recomiendan las dietas basadas en plantas como una gran oportunidad para mitigar la crisis climática. La estrategia de la Unión Europea para una alimentación sostenible debería haber reflejado estas recomendaciones.
Además, como estamos viendo, este cambio ya no solo se necesita urgentemente por razones ambientales, sino que también puede servir como estrategia de mitigación de futuras pandemias zoonóticas, protegiendo la salud pública.
ECOticias: ¿Cómo ve el futuro y quéé consejos les daría a nuestros lectores, ya sean veganos o no?
Cristina Rodrigo: Quiero tener esperanza. Confío en que esta grave crisis sanitaria y económica nos brinde la oportunidad de empezar a cambiar la manera tan individualista en la que vivimos. Es necesario que empecemos a tener una conciencia colectiva, que actuemos pensando también en el resto de seres vivos con los que compartimos el planeta.
Si utilizamos este momento de inflexión para reconstruir el mundo que estábamos destrozando, tendremos probabilidades de no destruir para siempre nuestro hogar. Si seguimos igual, estamos abocados al fracaso de la humanidad.
Para cambiar esta situación podemos empezar por pequeños gestos individuales, siendo conscientes de que cada elección que tomamos tiene un impacto colectivo, un impacto en otras personas, en los animales y en el planeta.
Es perentorio incluir en nuestra vida diaria acciones tan sencillas como reducir drásticamente o eliminar el consumo de productos animales, reciclar, minimizar los residuos generados, apostar por energías limpias y escoger medios de transporte más sostenibles.
De los gestos individuales es necesario pasar a los cambios a gran escala, a los colectivos. Y para que estos se den, es necesario el apoyo de la sociedad civil. Hay que exigir a las instituciones públicas que la recuperación de nuestra economía no se haga poniendo en riesgo la salud planetaria.
Necesitamos construir un nuevo sistema que frene el calentamiento global y para ello son necesarias políticas que respalden un proceso de recuperación sostenible. Debemos exigir que las subvenciones se destinen a favorecer una transformación energética y proteica, en vez de a seguir apoyando sistemas de producción de energía y alimentos desfasados, que ponen en riesgo nuestra salud y la de la Tierra.
Licenciada en Publicidad y Relaciones Públicas, Cristina Rodrigo se especializó en redes sociales, pero dejó su trabajo en una agencia de comunicación para poder dedicarse al 100 % al activismo vegano.
Durante más de 15 años ha colaborado con diferentes ONGs como voluntaria y trabajado en departamentos de fundraising, campañas y comunicación vinculados con los derechos de los animales, el cambio climático y el cambio hacia un modelo de alimentación sostenible, basado en vegetales.
En 2014, su determinación y su pasión le llevaron a fundar la comunidad ‘Vegans of Spain’, que hoy cuenta con más de 70.000 seguidores en Instagram.
Desde hace siete años, Cristina Rodrigo dedica sus esfuerzos a luchar por un mundo más ético, sostenible y respetuoso, primero como militante de ProVeg Internacional. Hace cuatro años se incorporó a ProVeg España, primero como Communications and Project Manager y en la actualidad como directora.
Durante este tiempo ha colaborado en numerosas campañas como la denuncia del impacto de la producción ganadera ante la Conferencia Mundial sobre el Cambio Climático o la inclusión de cuestiones urgentes en materia de medio ambiente, bienestar animal y salud en la Política Agraria Común de la Unión Europea.
Criada en el seno de una familia taurina y ganadera, afirma que, de no ser por las redes sociales (y su perra Sophie), jamás habría dado el paso hacia el veganismo.
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