Roma – La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha presentado una completa plataforma para ayudar a la comunidad internacional a acelerar la aplicación de medidas con miras a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, mientras el organismo de las Naciones Unidas y sus asociados solicitan una intensificación de los esfuerzos y se preparan para el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebrará por primera vez el 29 de septiembre de 2020.

La Plataforma técnica sobre la medición y la reducción de las pérdidas y el desperdicio de alimentos reúne información sobre medición, reducción, políticas, alianzas, medidas y ejemplos de modelos satisfactorios aplicados para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos en todo el mundo.  

«Desperdiciar alimentos significa desperdiciar recursos naturales escasos, incrementar los efectos del cambio climático y perder la oportunidad de alimentar a una población creciente en el futuro», declaró el Director General de la FAO, Sr. QU Dongyu, en la presentación de la plataforma.

El acto brindó una oportunidad para poner de relieve el próximo Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, cuyo objetivo consiste en centrar la atención en la necesidad de reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y cómo hacerlo puede contribuir al desarrollo sostenible.

El jefe de la FAO instó a los sectores público y privado y a las personas a promover, aprovechar y ampliar las políticas, la innovación y las tecnologías para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos y a velar por que el primer Día Internacional resulte significativo y tenga repercusiones.

A su llamamiento para intensificar los esfuerzos por reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos -especialmente en un momento en que la enfermedad por coronavirus (COVID‑19) ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios y la necesidad de hacerlos más resistentes- se sumaron representantes de una serie de organizaciones asociadas y Estados Miembros de la FAO (véase la lista completa más abajo).

«La pérdida y el desperdicio de alimentos son una señal de las dificultades de los sistemas alimentarios», dijo Lawrence Haddad, Director Ejecutivo de la Alianza Mundial para la Mejora de la Nutrición (GAIN), quien señaló además que «los alimentos nutritivos son los más perecederos y, por ende, los más vulnerables a la pérdida. No solo se pierden los alimentos, también se pierde la inocuidad de los alimentos y se menoscaba la nutrición». 

«Combatir la pérdida y el desperdicio de alimentos con información precisa y datos objetivos a nivel nacional representa un intento de crear un sistema alimentario que favorezca la salud del planeta y de los seres humanos,» dijo Geeta Sethi, Asesora y Jefa Mundial de Sistemas Alimentarios del Banco Mundial, que añadió: «Pero para saber cuáles son las prioridades de las políticas de un país y qué inversiones e intervenciones son necesarias en consecuencia, se necesitan buenos datos e información. Esta plataforma es muy pertinente». 
La plataforma de un vistazo

La plataforma proporciona acceso a todos los recursos de la FAO sobre la pérdida y el desperdicio de alimentos, a saber: la mayor colección de datos en línea sobre cuántos alimentos se pierden y desperdician y dónde; un foro de debate sobre la reducción de la pérdida de alimentos; ejemplos de iniciativas acertadas; cursos de aprendizaje en línea; una nota de orientación sobre políticas respecto de la pérdida y el desperdicio de alimentos como consecuencia de la pandemia de la COVID‑19; e ideas sobre lo que cualquier persona puede hacer para reducir el desperdicio de alimentos. 

La plataforma también enlaza a portales conexos de asociados en el desarrollo, por lo que sirve como punto de acceso a todos los conocimientos relacionados con la pérdida y el desperdicio de alimentos.

La consolidación de la plataforma ha sido posible gracias a la financiación de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación.

¿Por qué reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos?

La reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos puede reportar numerosos beneficios, a saber, una mayor cantidad de alimentos disponibles para los más vulnerables, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la disminución de la presión sobre los recursos hídricos y de tierras y el incremento de la productividad y el crecimiento económico.  

Para conseguir dichos beneficios, el Director General y los asociados de la FAO exhortaron a aplicar la innovación, tanto tecnológica como operacional, por ejemplo, encontrar soluciones tecnológicas para la gestión poscosecha, nuevas formas de trabajar conjuntamente y un envasado de alimentos más adecuado, así como la relajación de los reglamentos y las normas sobre los requisitos estéticos para las frutas y las hortalizas; hábitos de consumo más adecuados; políticas gubernamentales destinadas a reducir el despilfarro de alimentos, como directrices para redistribuir el excedente de alimentos inocuos a personas necesitadas a través de bancos de alimentos; y el establecimiento de alianzas, incluso fuera del sector alimentario, por ejemplo con los actores en el ámbito del clima. 

La FAO considera que intervenciones como informar al público para que reduzca el desperdicio de alimentos, invertir en la infraestructura de las cadenas de suministro, capacitar a los agricultores en las mejores prácticas y reformar las subvenciones alimentarias que provocan de manera no intencionada un aumento de las pérdidas y el desperdicio de alimentos resultan más convenientes que otras medidas. 

Superar el ciclo negativo de la pérdida y el desperdicio de alimentos acercaría al mundo al objetivo del Acuerdo de París de 2015 de limitar el calentamiento global a menos de 2 ºC. Por ejemplo, la reducción de la pérdida de alimentos en un 25 % compensaría el daño ambiental que causaría el futuro uso de la tierra para la agricultura. Ello significa no tener que destruir más bosques para producir más alimentos, con consecuencias devastadoras para el cambio climático y la biodiversidad.

Las innovaciones tecnológicas también pueden hacer frente a los efectos ambientales no deseados y, al mismo tiempo, ahorrar alimentos. En Kenya y la República Unida de Tanzanía, por ejemplo, la tecnología de enfriamiento de la leche mediante energía solar -en el marco de un proyecto apoyado por la FAO y la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ)- contribuyó a evitar las pérdidas de leche sin generar ninguna emisión adicional de GEI. Esa misma tecnología permite ahorrar 3 millones de litros de agua al año en Túnez.

Explicación de la pérdida y el desperdicio de alimentos 

Los alimentos se pierden cuando se estropean o se derraman antes de llegar al producto final o la etapa de venta al por menor. Por ejemplo, los productos lácteos, la carne y el pescado pueden estropearse durante el transporte debido a servicios de transporte refrigerado y de almacenamiento en frío inadecuados. 

La FAO estima que el 14 % de los alimentos, valorados en 400 000 millones de USD al año, se pierden de esta manera. Por lo que hace a las emisiones de GEI, los alimentos que se pierden están asociados con el equivalente a 1,5 gigatoneladas aproximadamente de dióxido de carbono (CO2).

Las pérdidas son mayores en los países en desarrollo, por ejemplo, el 14 % en el África subsahariana y el 20,7 % en el Asia meridional y central, mientras que en los países desarrollados, como Australia y Nueva Zelandia, son en promedio de alrededor del 5,8 %.

Las principales pérdidas afectan a raíces, tubérculos y cultivos oleaginosos (25 %), frutas y hortalizas (22 %) y productos cárnicos y de origen animal (12 %).
Los alimentos se desperdician cuando los consumidores los descartan o se eliminan en la venta al por menor debido a que no cumplen normas de calidad estrictas, o con bastante frecuencia debido a que no se comprende la fecha indicada en el producto. La medición del desperdicio de alimentos es una cuestión compleja. Sin embargo, sabemos que los alimentos que no llegan a consumirse representan un desperdicio de recursos, como la mano de obra, la tierra, el agua, el suelo y las semillas, y aumentan en vano las emisiones de GEI. 

Más información sobre el acontecimiento

Andorra y San Marino desempeñaron un papel fundamental en la propuesta del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, y estuvieron representados en el acontecimiento celebrado hoy por el Excmo. Sr. Luca Beccari, Ministro de Relaciones Exteriores, Cooperación Económica Internacional y Telecomunicaciones de San Marino, y por la Excma. Sra. Maria Ubach Font, Ministra de Relaciones Exteriores de Andorra.

Entre los participantes en la presentación de la plataforma se encontraban representantes de organizaciones asociadas como, por ejemplo (por orden de intervención): Maura Barry, Auxiliar Principal Adjunta de la Oficina de Resiliencia y Seguridad Alimentaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID); Johan Swinnen, Director General del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI); Lawrence Haddad, Director Ejecutivo de la Alianza Mundial para la Mejora de la Nutrición (GAIN); Geeta Sethi, Asesora y Jefa Mundial de Sistemas Alimentarios del Banco Mundial; Betty Kibaara, Directora de la Iniciativa sobre la Alimentación de la Fundación Rockefeller; Alessio Miliani, Director General de Fertitecnica Colfiorito; Lieke Verhofstad, Directora de Desarrollo Empresarial Sostenible de la Fundación Rabobank; Judith Hitchman, Presidenta de la Red internacional Urgenci de agricultura sostenida por la comunidad.

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