La influencia humana cobrará en el futuro mayor relevancia que hasta ahora para determinar los patrones de calentamiento de las aguas oceánicas, según sugiere un estudio elaborado por académicos de la Universidad de Oxford.
El trabajo, publicado hoy en la revista científica Nature, indica que el aumento de las temperaturas atmosféricas será el principal factor que provocará el calentamiento de las aguas, en contra de lo que ha sucedido en el pasado, cuando la circulación de las corrientes tenía más peso en ese mecanismo.
“El ritmo del calentamiento durante los últimos 60 años se ha alterado significativamente por los cambios en la circulación del océano, particularmente en el Atlántico Norte y ciertas partes del Pacífico, donde podemos identificar cierto enfriamiento durante algunas décadas”, subraya la profesora de Física Climática Laure Zanna.
Cambio de tendencia
“Sin embargo, en el futuro esos cambios en las corrientes parece que jugarán un papel más modesto en el calentamiento. Los océanos transportarán el exceso de calor antropogénico de una forma más pasiva”, agrega la investigadora.
Ese cambio hará que los ritmos y zonas de calentamiento sean “más fáciles de predecir” para los científicos, aseguran los investigadores en un comunicado divulgado por su universidad, porque la medición de la temperatura en la atmósfera es más sencilla de realizar que el análisis de la circulación del agua.
“Es una posibilidad esperanzadora que los modelos climáticos, que tienen dificultades para simular el calentamiento de los océanos en el pasado, puedan mejorar a la hora de predecir los patrones futuros”, afirma Ben Bronselaer, autor principal del estudio.
“Una mejor predicción de los patrones de calentamiento implica una predicción más precisa de los niveles del mar a nivel regional, lo que ayudará a mitigar impactos climáticos como inundaciones”, agregó Bronselaer.
Relación entre océano y dióxido de carbono
El trabajo publicado en Nature subraya además que existe una “sorprendente” relación entre el calentamiento del océano y su capacidad para almacenar dióxido de carbono, si bien los académicos admiten que la conexión entre ambos factores todavía “no se comprende por completo”.
A medida que los humanos modifican el estado del océano al emitir dióxido de carbono y generar calor, la capacidad de los mares para asumir ambos factores, que hasta ahora se han abordado como dos sistemas diferenciados, quedará alterada, explican los investigadores. EFEverde