La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos Municipales, Uaespm, junto con el Sena de la Construcción, calificaron de exitosa la puesta en marcha de la planta piloto para el aprovechamiento de residuos de construcción y demolición (RCD).
Se trata de una propuesta sostenible que busca alternativas para aprovechar los RCD de origen residencial, que ingresan a la Estación de Transferencia (EDT) de la carrera 50 con Avenida Simón Bolívar.
El objetivo es reincorporar estos residuos a la cadena productiva de la industria de la construcción y mitigar los impactos ambientales que se derivan de las malas prácticas de manejo.
La puesta en marcha de la planta piloto arrojó como resultado una primera producción de ladrillos elaborados con este tipo de materiales. “Contamos con una producción de ladrillos y adoquines que se pueden utilizar industrialmente. Una vez superada la etapa de investigación y desarrollo con el Sena, la siguiente fase será la producción en línea. La planta será instalada, junto con una adicional, en el Parque Ambiental y Tecnológico, uno de los proyectos movilizadores de laAdministración Municipal”, explicó el director Técnico de la Uaespm, Marco Aurelio Vera Díaz.
Los eco-productos que se obtienen en la planta piloto son de alta calidad y cumplen con la normatividad vigente en materia de sismo resistencia. “Estamos produciendo ladrillos que cumplen con todas las especificaciones técnicas del código de sismo resistencia, que pueden ser usados con total confianza para la construcción de viviendas y obras en diferentes partes”, detalló el investigador del Sena, Nilson Tróchez.
Actualmente la planta opera en una bodega a cargo del Municipio, ubicada en Arroyohondo, y desde su puesta en marcha la principal materia prima es el RCD que ingresa a la Estación de Transferencia de la carrera 50 con Simón Bolívar, transportado por beneficiarios del proyecto de sustitución de vehículos de tracción Animal (VTA) por vehículos de tracciónmecánica (VTM), antes conocidos como carretilleros y hoy denominados chaneros.
“Se realiza la separación de los residuos que ingresan a la EDT y se hace el traslado a la planta, donde se ejecuta el proceso de trituración, mezcla y compactación”, contó el profesional universitario de la Uaespm, Ahmed Lobatón Currea.
La planta piloto en funcionamiento puede elaborar de 1000 a 2000 ladrillos durante una jornada de ocho horas, que se almacenan a temperatura ambiente entre 3 y 7 días para que el eco-producto desarrolle sus propiedades físicas y mecánicas. “Estos ladrillos no necesitan un proceso térmico y están listos para emplearse en cualquier tipo de obra”, concluyó el profesional Lobatón.
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