continuación, reproducimos de manera íntegra el discurso de despedida de Josep Maria Bartomeu como presidente del FC Barcelona:

«Buenas noches, socias y socios,

Comparezco hoy para comunicar mi dimisión y la del resto de la Junta Directiva.

Esta es una decisión meditada, serena, consultada y acordada por todos los compañeros directivos, que me han acompañado los últimos años, con fidelidad y compromiso al proyecto y al Club, y que han renunciado a tantas y tantas cosas, pensando siempre en el Barça.

Esta mañana, como bien sabéis, he recibido la respuesta del Govern de la Generalitat a la carta que se les envió ayer. Su respuesta es clara. Leeré textualmente: «Le informamos que el Govern de la Generalitat, representado por los representantes de los Departamentos de Presidencia, Interior y Salud, reitera que no hay impedimentos jurídicos ni sanitarios para celebrar la votación del Voto de Censura, siempre y cuando se incluyan, en el protocolo organizativo de dicho Voto de censura, los requisitos que el grupo técnico del PROCICAT presentó al propio FC Barcelona en la reunión celebrada el pasado día 21 de octubre«. Esto significa que piden y exigen hacer una votación descentralizada.

En resumen. No dicen nada más. No hacen ninguna mención a nuestra petición hecha en la misma reunión y en las previas, que consistía en pedir cobertura legal para tener 15 días de margen para poder organizar la complicada logística necesaria para poder celebrar unas votaciones que respetarían las mínimas medidas de seguridad sanitarias indispensables en este momento. Unas votaciones descentralizadas que, por primera vez, proponían votar en 21 sedes electorales diferentes, distribuidas por el territorio, 13 en Catalunya y 8 en el resto del Estado.

Tampoco hablan de la fecha de celebración de la votación, aunque saben que estamos obligados a convocarlas como máximo hoy, y que si no lo hacemos, estaríamos incumpliendo nuestros propios Estatutos.

Por eso les pedíamos cobertura legal. La misma que pidieron ellos al Gobierno Central para poder tomar medidas extraordinarias, como el toque de queda y otros. Pero han decidido no darnos a nosotros lo mismo que ellos han pedido y conseguido del Gobierno del Estado. Sencillamente, han optado por lavarse las manos ante una situación que les resulta incómoda, sin pensar en las consecuencias que, su decisión, puede provocar.

Inmediatamente después, este mediodía, se ha convocado una reunión de la mesa del Voto de censura. Los representantes de la Junta Directiva del Club han propuesto la celebración del acto de votación, como pide el Govern de la Generalitat, en 21 sedes electorales diferentes, pero los días 15 y 16 de noviembre, para poder completar la logística necesaria.

Tanto los representantes de los impulsores del voto, como el presidente de la mesa, en representación de la Federación Catalana de Fútbol, ​​no sólo se han opuesto, sino que han advertido que, si se fijaban estas fechas, interpondrían las acciones legales oportunas contra la Junta Directiva del Club. Y así ha quedado reflejado en el acta levantada por el notario.

Ayer, en mi comparecencia, hablaba de la perplejidad que nos ocasionaban algunas decisiones. Hoy tengo que decir que estas decisiones, aparte de contradictorias, nos parecen irresponsables.

Sé que es un calificativo fuerte, pero no veo otro que refleje mejor lo que pienso. En un momento en el que el propio Govern está aplicando dolorosas medidas ciudadanas que tienen unas repercusiones sociales y económicas graves para las personas, las familias y para las empresas. Donde ya, desde ayer, se están insinuando medidas aún más estrictas, como el confinamiento de fines de semana. Donde los técnicos consultados hablan del peligro de colapsar nuestro sistema sanitario, cuando también los mismos expertos recomiendan confinar a toda la población. Donde vemos versiones contradictorias, desde miembros del propio Govern, como la obligación o recomendación de que todas las empresas hagan teletrabajo… En este momento y con todo este escenario, no encuentro otro calificativo para definir esta decisión, que el de irresponsable.

Pero nosotros tenemos que actuar con responsabilidad. Por eso no podemos convocar el Voto de censura en las actuales circunstancias. Había que garantizar poder hacerlo en las condiciones adecuadas para preservar la salud de todos, de manera que nadie dejara de hacerlo por miedo, por problemas de movilidad, o porque forme parte de un colectivo altamente vulnerable. No podemos ni queremos situarnos ante la tesitura de tener que optar entre la protección de la salud y el ejercicio del derecho al voto. Y por eso tomamos la decisión de no convocar el voto y dimitir inmediatamente de nuestras funciones.

Sabemos que dejaremos el Club en manos de una Comisión Gestora que, en las circunstancias actuales de la pandemia, no tiene ninguna garantía de poder celebrar unas elecciones a corto plazo. Lo sabemos. Y espero que la Gestora pueda llevar a cabo nuestras decisiones para adecuar el Club a la crisis de la pandemia.

La voluntad de esta Junta Directiva no ha sido nunca la de perpetuarse en el gobierno del Club, como hemos tenido que escuchar reiteradamente desde hace meses. Os lo aseguro.

Y, entonces, ¿por qué no dimitimos antes?

Tras la eliminación en Champions, lo más fácil era marcharse. Lo más fácil era dimitir. Pero desde el día siguiente de aquella dolorosísima derrota, había que tomar decisiones inaplazables, fundamentales para garantizar el futuro deportivo y la sostenibilidad inmediata del Club. Y encima, había que hacerlo en medio de una crisis mundial sin precedentes como consecuencia de la pandemia que vivimos. No podíamos dejar el Club en manos de una junta gestora con competencias limitadas.

¿Quién hubiera contratado el nuevo técnico? ¿Quién iba a decidir y negociar durante el mercado futbolístico? ¿Quién iba a defender la continuidad de Leo Messi? ¿Quién tenía que ejecutar las medidas de reducción del gasto? ¿Quién tenía que afrontar la propuesta de adecuación de los salarios a todos los deportistas profesionales?

Como Junta entendimos que, por responsabilidad, teníamos que asumir todas estas decisiones. La mayoría de ellas, decisiones incómodas, e impopulares.

Y la muestra más evidente que no teníamos ninguna intención de aferrarnos al poder es que convocamos las elecciones para el mes de marzo, en la primera fecha que nos lo permitían los Estatutos. Porque creímos que esto podía ayudar a pacificar el ambiente, facilitar el trabajo de los equipos y hacer posible una transición ordenada con la nueva junta surgida de las urnas.

Una dimisión anticipada al terminar la temporada hubiera abocado al Club a un proceso electoral y a un vacío de poder, bajo la dirección de una Comisión Gestora, como he dicho con competencias limitadas, y en unas semanas donde había que tomar decisiones deportivas y económicas inaplazables y de gran alcance .

Y eso es lo que expliqué en la comparecencia del lunes: no teníamos motivos para dimitir con unas elecciones convocadas en el mes de marzo y con trabajo relacionado con nuestra gestión aún por hacer. Trabajo que, por responsabilidad, no podíamos eludir, a pesar de todo el desgaste personal que podíamos sufrir, nosotros y nuestras familias.

Un Club como el Barça debe poder tener transiciones ordenadas entre gobierno y gobierno. Demasiadas veces en el pasado nos hemos encontrado en la circunstancia de finales de mandato repentinos, que no han permitido hacer este ejercicio, que es imprescindible en una entidad de nuestra dimensión. Justamente por eso nuestros estatutos prevén un margen tan amplio de tiempo para hacer las convocatorias electorales: para poder llevar a cabo este tráfico de la mejor manera posible.

En cambio, se ha insinuado que teníamos intereses ocultos, cosas que esconder, e incluso se ha dicho que queríamos evitar avalar… Insinuaciones todas falsas y lamentablemente, muchas de ellas justificadas en intereses políticos o electorales.

Siempre he aceptado la crítica. Dicen que tengo una gran capacidad de resiliencia. No lo sé. Lo que sí sé es que acumulo suficiente experiencia, junto con mis compañeros de Junta Directiva, para saber con qué realidad hay convivir desde la dirección del Club.

Y siempre he defendido que nuestra autocrítica nos hace más fuertes, y que el Barça siempre sale reforzado de episodios críticos. Pero lo que hemos vivido estos últimos meses sobrepasa cualquier límite. Se nos ha faltado al respeto, a mis compañeros de Junta y a mí; se me ha insultado, amenazado, incluso, a mi familia. También a todos mis compañeros de Junta Directiva.

Estos días hay gente que me pregunta qué me motivó a incorporarme a la Junta Directiva del Barça, primero como directivo y, más tarde como Presidente, y si realmente me ha valido la pena. De hecho, ha sido todo un honor poder servir a mi Club desde todas estas responsabilidades.

Durante todos estos años como directivo y como Presidente he intentado ejercer el cargo en representación de los socios del Club, con respeto, humildad y honradez.

Hoy, sin embargo, nos vemos en la obligación de dimitir. Y lo tenemos que hacer sin haber completado medidas económicas en curso para reducir nuestros gastos inmediatos y para seguir garantizando el crecimiento de nuestros ingresos. Espero que los próximos días se pueda cerrar la implementación de una medida, la de la adecuación salarial de una parte de la plantilla y de nuestros trabajadores. Una medida que si no se aplica, puede tener consecuencias muy graves en el futuro inmediato del Club. Confío y confiamos toda la Junta Directiva que la Comisión Gestora pueda acabar este proceso, y ojalá sea con un acuerdo de todas las partes. Por el bien del Barça.

Hoy puedo anunciar una noticia que cambiará, de manera extraordinaria, las perspectivas de ingresos del Club para los próximos años.

La Junta Directiva ayer aprobamos la aceptación de los requerimientos para participar en una futura Superliga europea de Clubes de fútbol, ​​un proyecto impulsado por los grandes clubes de Europa.

El detalle de estos requerimientos estará a disposición de la próxima Junta Directiva, y la decisión sobre la participación en esta competición deberá ser ratificada por la próxima Asamblea de Socios Compromisarios.

Y también quiero anunciar hemos aprobado la aceptación del futuro nuevo formato del Mundial de Clubes.

Podemos decir con orgullo que somos el mejor club deportivo del mundo en cuanto al valor de sus ingresos por patrocinio. Lo hemos conseguido en competencia con clubes propiedades de grandes magnates, corporaciones y, incluso, estados, y lo hemos conseguido manteniendo nuestro modelo de propiedad, en manos de los socios, manteniendo nuestro carácter popular, sin subir los precios de los abonos diciembre de 2011 y manteniéndolos como los más económicos de los grandes clubes europeos.

La Superliga europea de Clubes garantizará la sostenibilidad económica del Club y que siga siendo de los socios. Nunca una sociedad anónima deportiva. Nunca.

Nuestra singularidad hace que no tengamos que repartir dividendos entre nuestros socios y que los cerca de 200 millones de beneficios acumulados por esta Junta desde el año 2010, los beneficios más altos de la historia del Club conseguidos por una Junta Directiva, hayan podido destinarse a inversiones deportivas y patrimoniales.

El Club tiene una solidez indiscutible, a pesar de las dificultades que hoy vivimos. Estos últimos tres años hemos desarrollado nuevas vías de negocio, como nuestra estrategia digital, con proyectos con la nueva OTT, Barça TV+, el desarrollo de contenidos a través de Barça Studios, la plataforma e-Commerce de venta ‘online’, o la búsqueda de nuevo conocimiento y nuevos ingresos a través del Barça Innovation Hub.

El proyecto Barça Corporate aprobado ayer, y pendiente de concluir y de ser ratificado en la próxima Asamblea de Socios Compromisarios, generará más valor a estos nuevos proyectos y la actividad ordinaria del Club.

También quiero referirme al Espai Barça, un proyecto de club aprobado por los socios en referéndum y que debe ser una de las principales nuevas fuentes de ingresos del Barça del futuro. El Espai Barça está en curso, ya hemos invertido, tenemos la primera pieza del proyecto, el Estadio Johan Cruyff, terminada y operativa, y dejamos a disposición de la nueva Junta el acuerdo político, los proyectos técnicos y una propuesta de financiación para pagar las obras sin afectar la gestión ordinaria de la Entidad con Goldman Sachs sin ningún tipo de garantía que ponga en riesgo la viabilidad del Club.

Vale la pena levantar la cabeza y recordar que desde el año 2004 los barcelonistas nos podemos sentir unos privilegiados. Estamos disfrutando de una era de éxitos extraordinaria, una era inédita en el fútbol europeo. Se han ido renovando ciclos, con nuevos técnicos y nuevos jugadores, y hemos seguido ganando. Hemos celebrado 34 títulos, por delante del Bayern, del Oporto, del Madrid y del PSG.

De estos 34 títulos de fútbol, ​​22 se han conseguido bajo el mandato de esta Junta Directiva los últimos 10 años. Una media de títulos por año sin precedentes en la historia del Club.

La renovación del equipo que hemos hecho estos últimos meses se debería haber hecho un año antes, lo reconozco, y asumí mi cuota de responsabilidad. ¿Cómo? Convocando las elecciones para el mes de marzo del 2021, en el período más próximo que prevén los Estatutos, como finalización de un mandato.

¿Y por qué los Estatutos prevén esta opción? Para garantizar, como he dicho antes, una transición ordenada con el presidente y la junta entrante. Que es lo que le conviene a la Entidad, dada su dimensión, el alto grado de competitividad de la industria y el contexto económico que ha provocado la actual crisis sanitaria.

Había que rejuvenecer la plantilla, renovar ilusiones, cambiar inercias y dinámicas… y lo hemos hecho. Esto ha implicado la salida de jugadores que han sido fundamentales en los éxitos de los últimos años. A todos ellos les quiero reiterar nuestro agradecimiento por su aportación al club estos últimos años. También hemos incorporado a jóvenes del Barça B con mucho futuro y talento joven llegado de fuera.

Como ya dije el pasado lunes, la decisión de contratar al nuevo entrenador, Ronald Koeman debía asumirlo la Junta Directiva, de la misma manera que teníamos que afrontar el mercado de verano. Y estoy muy contento de esta decisión.

Espero que el tiempo confirme y siga poniendo en valor los activos que se han renovado y generado a lo largo de estos últimos años. Somos el club más querido del mundo, el más grande en número de fans, seguidores en las redes sociales, nuestra globalidad es indiscutible, con sedes en Hong Kong y Nueva York.

Hemos querido ser un referente a la hora de impulsar el papel de la mujer en la sociedad, con la profesionalización del equipo de fútbol femenino como estándar, consagrado ya como un referente en el ámbito estatal y europeo. Y reivindicando también el papel de las mujeres en nuestro Club a lo largo de la historia, y en el mundo del deporte.

Estamos orgullosos del camino que hemos recorrido, convirtiendo el Barça en un club comprometido con la sociedad, con su país, con los niños y niñas más vulnerables, con una Fundación que es un gran referente en el mundo del deporte y que está siendo un actor humanitario fundamental en esta pandemia.

Estamos orgullosos de haber trabajado y consolidado durante estos años programas sociales como: el ‘T’acompanyem’, el Partit Solidari, el Barça Desplaçaments, el Espai d’Animació o el Espai Jove; de haber impulsado la lista de espera de abonos o haber sido implacables en la lucha contra el fraude. 

Y de haber dotado a las peñas de un organismo como la Confederación Mundial de Peñas, que reúne a 30 federaciones y que ha conseguido que el movimiento peñístico sea hoy en día más fuerte, más eficiente y más global que nunca.

También os puedo asegurar que la Masía se ha consolidado como un referente de modelo formativo deportivo y humano, con un programa que da asistencia a más de 600 deportistas de nuestros equipos formativos.

Como también es un orgullo tener academias del Barça por todo el mundo que enseñan a los niños y niñas a jugar al fútbol con nuestro estilo y con nuestros valores.

Nuestra vocación polideportiva está más viva que nunca. Desde el Área Social se ha hecho un gran trabajo para impulsar nuestros deportes amateurs, que reúnen a más de 1.500 deportistas de todas las edades, y se ha apostado especialmente para fomentar la vertiente formativa.

Desde 2010 hemos celebrado un total de 149 títulos de los otros equipos profesionales: 19 de baloncesto, 52 de balonmano, 31 de hockey patines, 27 de fútbol sala, y 20 de fútbol femenino.

Algunas veces, he dicho que nos ha tocado dirigir al Barça en una de las épocas más convulsas del País y también del Club. Hemos tenido que hacer frente a todo tipo de situaciones, desde un contexto político histórico (donde siempre hemos apoyado a nuestras Instituciones, defendiendo dos principios innegociables como el derecho a la libertad de expresión y el derecho a decidir), superando la muerte de Tito Vilanova.

También hemos vivido con incredulidad el injusto encarcelamiento de un Presidente del Barça, Sandro Rosell. O insultos, críticas a veces irracionales y crueles, por parte de algunos medios de comunicación, que han ido más allá de lo que es admisible.

Pero ahora, mis compañeros y yo queremos pasar página. Espero que todo el mundo haga sus reflexiones y saque sus propias conclusiones.

Yo sólo espero seguir disfrutando de nuestro Barça, desde la distancia. Deseo lo mejor al Presidente y a la nueva Junta que elegimos los socios y socias del Club. Tendrán siempre mi respeto y mi colaboración si la consideran necesaria. La mía y la de toda la Junta Directiva.

Somos los socios los que decidimos nuestro futuro. Nadie más. Este es uno de los principales rasgos de identidad y de grandeza del Barça, el club más querido del mundo. Y esta era la misión de nuestro Plan Estratégico cuando iniciamos el mandato de 2015: hacer del Barça la entidad más admirada, querida y global, y creo que este objetivo lo hemos conseguido con creces.

Agradezco a todos los socios y socias, peñistas, aficionados, deportistas, secretarios técnicos, entrenadores y miembros de todos los staffs, ejecutivos y empleados del Club, empleados fijos discontinuos, miembros de las comisiones, patrones de la Fundación, y especialmente a mis compañeros de Junta Directiva, a los actuales y a los anteriores.

En definitiva, agradezco a toda la familia azulgrana, todo el trabajo realizado y su apoyo durante estos años, desde que llegamos el año 2010, con Sandro Rosell como presidente.

También les agradezco su crítica constructiva y les animo a seguir disfrutando del mejor club del mundo.

Muchas gracias,

¡Visca el Barça y Visca Catalunya!»

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