Al Barça le costó horrores madurar el encuentro ante el Alavés, rival que estaba dispuesto a correr cada balón como si fuera el último. Una consigna que le fue de maravilla al conjunto babazorro porque en un despiste, en un error garrafal de Neto al intentar girarse con la pelota entre los pies, Luis Rioja se la sisó y marcó su primer gol en Primera. Miraba perplejo Neto a Piqué, que le había entregado el balón como si no fuera su culpa, pero la catástrofe recordaba a una de Víctor Valdés ante el Liverpool o el Valencia, también a una de Ter Stegen frente al Celta. Errores que se quedan en la memoria. La mejor de las noticias para un equipo que se refugiaba en su campo y pretendía expresarse con la contra como bandera, para un Alavés que se llevó el el empate y alargó a cuatro los encuentros del Barça sin ganar en la Liga tras el empate contra el Sevilla y las derrotas frente al Getafe y el Madrid. Una racha terrible -la última vez fue en octubre de 2018- cifrada en 1 punto de 12 para el equipo de Koeman.

Lo había intentado el Barcelona por activa y por pasiva, con un mano a mano errado por Ansu -cumplía mayoría de edad- ante el portero; con un remate con el tobillo de Griezmann; con una falta directa de Messi que Navarro evitó sobre la línea de gol. No se salía con la suya el Barça y Koeman decidió voltear el encuentro en el entreacto, con tres cambios: Pjanic (por Busquets), Trincão (por Lenglet para poner a De Jong de central) y Pedri (por Dembélé).

No le salió tampoco de inicio el plan B al Barça, incapaz de desarticular el complejo entramado defensivo del Alavés, siempre presto a las ayudas y a las coberturas. No porque no lo intentara, con Pedri vestido de frac para hacer jugar a Messi y Ansu, sin tino por una ocasión. Sucedió entonces que el Alavés se quedó con uno menos, expulsado Jota después de ver la segunda cartulina amarilla a falta de media hora para la conclusión del envite. Y en la siguiente jugada, Griezmann definió de maravilla con una picadita sobre el portero para acabar con 674 minutos de sequía. No pudo seguirle Messi, anulado por un paradón de Pacheco y por poco lo hace el propio Griezmann, anulado su tanto por un fuera de juego previo de Trincão. Ansu tampoco pudo con el meta como le ocurrió a Pjanic. Y se quedó con las ganas el Barça, que atacó al abordaje pero no supo ponerle el lazo al partido, un nuevo empate y con urgencias en la tabla nada más comenzar el curso.

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