Regiones centrales de Sudamérica registraron entre enero y lo que va de marzo de este año una intensificación récord de los incendios forestales, especialmente en regiones de Paraguay, Argentina, Colombia y Venezuela, y muy por encima de la media del periodo de referencia 2003-2021, según el Servicio europeo Copernicus.

Incendios forestales

Según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), que se implementa a través del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio en representación de la Comisión Europea, las observaciones satelitales registraron además un récord de emisiones para esta época del año en algunas regiones y provincias de Paraguay y el norte de Argentina.

El científico sénior Mark Parrington, señala que con la combinación de herramientas de CAMS se realiza un seguimiento de la progresión de los incendios en Sudamérica, lo que permite aportar datos sobre las emisiones de humo y sus impactos en la atmósfera tanto a escala local como mundial.

La información recabada mediante los sensores satelitales de los datos del poder radiactivo del fuego (FRP, por sus siglas en inglés), permite categorizar la intensidad de los incendios, según un comunicado de CAMS.

Emisiones inusuales

El punto máximo de estas emisiones inusuales se registró en enero de 2022, no obstante siguieron «bastante por encima de los niveles medios a lo largo de febrero y algunos fuegos continúan en marzo», situación que se ha producido en el norte de Argentina y Paraguay al haber experimentado «condiciones cálidas y secas durante todo el verano».

El análisis de los datos del Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS) del CAMS muestra que la actividad de los incendios en Paraguay y Argentina entre el 1 de enero y el 28 de febrero registró cantidades récord en cuanto a emisiones estimadas de carbono desde comienzos de 2003, cuando se inició el registro de datos.

En el norte de Argentina, los incendios estuvieron activos de manera continua en la provincia de Corrientes y el humedal de Esteros de Iberá, aunque las emisiones diarias totales estimadas han sido inferiores en la primera semana de marzo y continúan por encima de la media según el periodo de referencia.

En los incendios de Paraguay, los datos del GFAS entre el 1 de enero y el 28 de febrero revelan unas emisiones totales estimadas de carbono de aproximadamente 5 megatoneladas.

En Argentina, las emisiones totales estimadas de carbono en el mismo periodo ascendieron a cerca de 12 megatoneladas, de las cuales más de 8,5 las produjeron los incendios en el norte del país y 5,5 de ellas procedieron de la provincia de Corrientes.

Sequía severa

El CAMS monitorizó además los incendios provocados por una sequía severa en Colombia y Venezuela, donde la temporada de fuegos suele producirse de febrero a abril.

El Sistema de predicción global de incendios (GEFF, por sus siglas en inglés) de Copernicus reveló mayores emisiones de incendios hacia finales de enero y comienzos de febrero de 2022, relacionados con incendios en la Amazonía y el valle del río Orinoco, con una mejoría desde finales de febrero, gracias al cambio de las condiciones meteorológicas en la región.

De todas formas, el CAMS continúa vigilando el fenómeno de la corriente de La Niña, que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) prevé que continúe entre marzo y mayo, y estima que unas precipitaciones de lluvia menores o mayores entre febrero y mayo podrían suponer, respectivamente, un mayor riesgo de incendios en las zonas meridionales de Sudamérica y un menor riesgo de incendio en las zonas septentrionales del continente. EFEverde