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Madrid.- EFEverde.- Las poblaciones de peces más diezmadas del Atlántico nororiental se encuentran «al borde del colapso» por una gestión «deficiente» basada en la sobrepesca que perjudica su «estado de conservación», según el último informe publicado por Oceana.

La ong conservacionista señala el «agotamiento» de veinticinco poblaciones de una docena de especies «entre el mar de Barents y las aguas ibéricas, pasando por el mar Báltico y el oeste de Escocia»: el bacalao, la anchoa, el arenque, el jurel, la sardina, la cigala, la anguila, la maruca azul, la gallineta nórdica, el reloj anaranjado, el lanzón y el merlán.

Todas estas especies han visto reducida su abundancia «de forma tan alarmante que su capacidad reproductiva también se ha visto mermada, dejándolas al borde del colapso» y el caso más grave es el del bacalao, que registra el mayor número de poblaciones diezmadas -nueve de ellas- de la región.

El informe describe tres posibles estados de conservación basados en los puntos de referencia utilizados por el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar): sostenible -si la biomasa de la población de la especie está por encima de los niveles de Rendimiento Maximo Sostenible-, sobreexplotado -si está por debajo- y gravemente sobreexplotado o diezmado -si se encuentra por debajo de los límites biológicos de seguridad-.

Situación de las especies y poblaciones

La mayor parte de las especies más diezmadas «suelen capturarse junto con otras en pesquerías mixtas» en las que la gestión da prioridad a las poblaciones «más productivas» lo que deriva en «capturas accesorias» de las más vulnerables, lo que ha llevado a Oceana a detectar «indicios de prácticas ilegales de descartes», pese a la obligación de conservar a bordo y descontar de la cuota todas las capturas.

Todo ello sitúa a las poblaciones en una mortalidad real «muy por encima de las recomendaciones científicas para su recuperación», y debido su «alarmante estado de conservación», en la mayoría de estos casos, el ICES recomienda reducir o suspender totalmente sus capturas.

A pesar de la adopción de compromisos como la Política Pesquera Común de la UE y la Ley de pesca del Reino Unido para recuperar las especies más afectadas, Oceana denuncia que los responsables políticos a ambos lados del Canal de la Mancha «continúan ignorando la situación».

Por ello, ha instado a Bruselas y Londres a que adopten «con carácter de urgencia» medidas como la aplicación de estrategias de gestión plurianuales, seguimiento de las recomendaciones científicas para fijar los límites de capturas o la aplicación de prioridad a las necesidades de recuperación de las poblaciones diezmadas en pesquerías mixtas, entre otras. EFEverde