Irene Martín Morales.- Madrid.- EFEverde.- Las montañas albergan aproximadamente la mitad de la reserva de la diversidad biológica del mundo y suministran agua dulce para más de la mitad de la humanidad pero cuentan apenas con un 15 % de la población y están «fuertemente amenazadas» por el cambio climático y la sobreexplotación, según las Naciones Unidas.
Así lo advierten fuentes de la ONU en el Día Internacional de las Montañas que se conmemora este domingo, formalmente desde hace 2003, y para el cual requieren mayor compromiso ya que «cuidar este tesoro natural» es «cosa de todos».
La constante reducción de población de estos ecosistemas, su abandono directamente en algunos casos, constituye uno de los principales inconvenientes para su conservación y gestión, según han señalado a EFE diversos especialistas como el presidente del grupo Tragsa, el ingeniero superior de Montes Jesús Casas.
«Tenemos que hacerlas parte de nuestra propia vida, partiendo del respeto a su propia existencia» y no sólo por «su importancia para el paisaje» o por ser «refugio de fauna y flora» sino por generar otros beneficios a la sociedad como «la mejora en la calidad del aire y asegurar también la lluvia» gracias a los bosques que suelen acoger, ha indicado.
El modelo de consumo actual y el abandono rural son algunos de los factores que han perjudicado a las montañas, entre otras cosas porque «la Naturaleza está volviendo a ocupar territorios» hasta ahora dedicados a cultivos y ganadería, lo que limita «la diversidad de usos y actividades que han tenido para el ser humano durante los últimos siglos», ha lamentado Casas.
Otros riesgos para el ecosistema
En la misma línea han insistido otras entidades como la plataforma Juntos por los Bosques, que agrupa a más de cien organizaciones del sector forestal español, cuya coordinadora Inés González ha advertido de los riesgos asociados al «rewilding» o resilvestración, que consiste en dejar vía libre a la Naturaleza para que evolucione sin ningún tipo de interferencia y devuelva el ecosistema a un estado supuestamente similar al original antes de la aparición humana.
«Estoy bastante en contra de esta técnica, porque España es un país que tiene milenios de historia de paisajes transformados» con éxito a través de usos tradicionales que benefician tanto a las personas como al medioambiente, por ejemplo a través de la prevención de incendios.
Abandonar los ecosistemas a su suerte ayuda a que el fuego se propague «con mayor rapidez debido al abandono y la acumulación consiguiente de biomasa», ha precisado González.
Por ello considera vital «hablar con la población de las montañas, darles alternativas y proporcionarles servicios» para que puedan mantener su actividad en ellas.
Respecto a otros factores como la contaminación o los fenómenos provocados por el cambio climático no hacen sino resaltar las amenazas para muchas especies que, por ejemplo, «no pueden aguantar una subida de temperaturas tan rápida y a las plantas les cuesta más ir adaptándose», ha indicado el decano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, Eduardo Rojas.
Conservación, educación y concienciación
Lo mismo asegura el decano y presidente del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales, José Granados, que ha pedido una protección «relevante» y «sostenible» de las montañas, centrada en su propia conservación y la de sus endemismos, así como del agua, porque «es donde realmente nace casi más del 95 % de los ríos de todo el mundo».
Todos estos expertos coinciden en la importancia de impulsar la «educación ambiental» y la «concienciación» para mejorar el estado de conservación de las montañas.
Este año, el lema del día internacional es ‘Las mueres mueven montañas’, ya que la ONU considera la jornada como «una oportunidad para promover la igualdad de género» y subrayar que «las mujeres desempeñan un papel fundamental para la protección del medio ambiente y el desarrollo social y económico en las zonas montañosas». EFEverde