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Bruselas.- Los Estados miembros de la Unión Europea (UE) deben aplicar desde este jueves los nuevos requisitos sobre la calidad del agua que beben los ciudadanos y el acceso a ella, al tener que haber traspuesto la última revisión de la directiva comunitaria sobre agua potable a sus legislaciones nacionales.

Las nuevas normas garantizan “uno de los niveles más altos del mundo para el agua potable”, en consonancia con la ambición de contaminación cero anunciada en el Pacto Verde Europeo, indicó la Comisión Europea (CE) en un comunicado. Precisó además que esta medida responde también a la primera iniciativa ciudadana europea “Right2Water» (Derecho al agua), que reunió 1,6 millones de firmas en apoyo de la mejora del acceso al agua potable para todos los europeos.

El comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginius Sinkevicius, aseguró que, “a partir de hoy, los europeos pueden estar seguros de que la calidad del agua que beben es de la máxima calidad”.

“Estamos combatiendo las sustancias químicas peligrosas y los microplásticos que acaban en el agua potable, haciendo que sea segura para beber y para el medioambiente. Espero que con una mayor confianza en el agua del grifo, los ciudadanos también puedan contribuir a reducir los residuos plásticos del agua embotellada y los desechos marinos”, afirmó el comisario.

Calidad del agua potable

Para garantizar la alta calidad del agua potable, la directiva incluye normas de seguridad actualizadas, e introduce una metodología para identificar y gestionar los riesgos para la calidad en toda la cadena de suministro de agua.

También establece la vigilancia de sustancias como los microplásticos y los disruptores endocrinos, así como de nuevos tipos de sustancias químicas que deben controlarse, e introduce disposiciones de conformidad para los productos que vayan a utilizarse en contacto con el agua potable.

La nueva directiva aborda asimismo las fugas de agua, ya que en la actualidad se pierde en la UE una media del 23 % del agua tratada durante su distribución, e incluye nuevas disposiciones que obligan a los Estados miembros a mejorar y mantener el acceso al agua potable para todos, en particular para los grupos vulnerables y marginados.

Bruselas recordó que un alto porcentaje de ciudadanos europeos ya tiene acceso inmediato a agua para beber segura, limpia y a un precio asequible, pero advirtió de que algunos ciudadanos de la UE siguen enfrentándose a retos en relación con el acceso a este bien.

Por otra parte, fenómenos emergentes como la creciente escasez de agua o las sequías, así como nuevas sustancias como los productos farmacéuticos o los microplásticos, también pueden suponer una “amenaza» para la salud humana.

Para hacer frente a estos nuevos retos, la Comisión propuso una actualización de la Directiva sobre el agua potable, que originalmente databa de 1998, con el fin de preservar la calidad del agua potable a largo plazo y proteger a los consumidores de estos nuevos riesgos potenciales.

La propuesta, aprobada por los legisladores de la UE en 2020, entró en vigor el 12 de enero de 2021 y los Estados miembros tenían de plazo para trasponerla a su Derecho nacional hasta este jueves. EFEverde