Mucho Barça ante el Betis (4-0). Los azulgranas han derrotado con claridad a los verdiblancos y han dado un paso más hacia el título de Liga. Christensen, Lewandowski, Raphinha y Guido Rodríguez en propia puerta han enviado al fondo de la red el juego alegre culer. Mostrando pasión, los de Xavi han conquistado el triunfo para seguir con la brecha de los 11 puntos respecto al Real Madrid. Sin duda ha sido una noche grande en el Spotify Camp Nou, que ha agrandado su sonrisa y ambiente festivo con los retornos de Christensen y Dembélé, y el debut del joven Lamine Yamal.
Un Barça con ganas de balón. Así se ha presentado el equipo que ha diseñado Xavi Hernández para volver a la senda de la victoria. Con un medio del campo formado por Sergio, Frenkie de Jong, Pedri y Gavi, los azulgranas han concentrado los pases. Las piernas de Raphinha, dinamizado por Lewandowski, y las de Balde han proyectado los primeros ataques por las bandas. Kounde, Araujo y el regresado Christensen han vivido tranquilos en la retaguardia, junto a Ter Stegen.
Alegría azulgrana
Tanto ha sido la calma defensiva barcelonista, que el central danés ha tenido más foco en ataque. El 15 ha enaltecido su regreso con un poderoso cabezazo. No ha sido la única alegría que ha venido del cielo del Spotify Camp Nou -con una asistencia de 88.530 culers-. Porque el estreno oficial del de Lillerod como azulgrana ha coincidido en el momento en que ha aparecido la lluvia. Lluvia de asistencias también las de Raphinha esta temporada. La fabricada melódicamente esta noche en el Estadio ha sido su undécima; el culer que más ha firmado.
Ningún argumento bético ha podido atormentar al Barça, que ha puesto la directa y deshilachado al Betis. En un abrir y cerrar de ojos, las festividades barcelonistas se han sucedido. Con un jugador más por la expulsión del verdiblanco Edgar González por doble tarjeta amarilla, Lewandowski y Raphinha han puesto el 3-0. El Pichichi de la Liga ha exhibido su olfato de delantero puro para redondear un pase perfecto de gol. La diana del 22 se ha cantado con retraso después de la validación del VAR. Esta vez la asistencia de altísima calidad la ha dibujado Busquets.
Mucho Barça en una primera parte que ha funcionado a la perfección. Posesión y alegría ofensiva por dejar sin palabras al elenco de Manuel Pellegrini, incapaz de desplegar su juego. Con paso firme y controlando el peso del medio campo, los de Xavi han avanzado con seguridad hacia la victoria final. Más cuando bajo los tres palos está Ter Stegen. No ha faltado en su cita cotidiana de detener. Ayoze se ha topado con la grandeza del portero alemán que sólo ha tenido que intervenir esta única vez en todo el encuentro.
Aplausos tras aplausos
La juerga acústica del Spotify Camp Nou ha aumentado los decibelios en una serie de episodios. Un palo de Lewandowski, los gestos mágicos de Pedri y la salida a la banda de calentamiento de Dembélé y el joven Lamine Yamal, que posteriormente han hecho su aparición sobre el verde. Así como, la entrada al terreno de juego de Joaquín. El jugador bético, que anunció que se retiraría del fútbol a los 41 años al finalizar este curso, ha recibido los aplausos de la afición azulgrana, que también le había ovacionado en la previa del partido.
El ambiente festivo frente al conjunto andaluz ha continuado. Ansu Fati ha añadido un capítulo exitoso ante el Betis, equipo con el que guarda una relación de amor-odio en el Estadio -debutó como culer contra el equipo de Sevilla y también se lesionó contra el mismo, en el mismo escenario-. De sus botas ha surgido el 4-0, obra de Guido Rodríguez en propia puerta.
Nada ha borrado la sonrisa final azulgrana, que podría haber sido mayor si el debutante culer hubiera ensanchado la goleada, pero se ha topado con Rui Silva. El 4-0 definitivo ha sido una fiesta, que acerca aún más al Barça al título de Liga. Son 11 puntos de distancia frente al segundo clasificado cuando quedan seis partidos para la conclusión. Así pues, el trofeo está muy cerca, pero hay que rematar.
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