Cascadas de plasma y otras señales de que el Sol se dirige a su máximo solar, que podría llegar antes de lo predicho.
Los físicos solares habían predicho que el máximo solar entraría en algún momento de 2025, sin embargo, las constantes señales del Sol sugieren que su máxima actividad entrará mucho antes de lo esperado y será más intenso.
El máximo solar es la fase de mayor actividad del ciclo de 11 años que atraviesa periódicamente el Sol. Durante estos años, la estrella entra en un mínimo en donde su actividad desciende y se mantiene en calma, pero en contraparte el máximo muestra una gran aparición de manchas que arrojan tormentas hacia la Tierra. Actualmente nos dirigimos hacia el máximo solar y estas señales nos muestran que podría entrar antes de lo esperado.
Señales del máximo solar
Una inmensa cantidad de manchas solares
Las manchas solares son el fenómeno más claro de que nos dirigimos hacia el máximo solar, precisamente su aparición en la superficie de la estrella es lo que alerta a los físicos sobre un aumento en las explosiones solares. Son apariciones oscuras en la superficie solar donde los poderosos campos magnéticos creados por el flujo de cargas eléctricas del plasma solar, se anudan hasta tensionarse. Cuando logran romper la tensión, se reagrupan violentamente despidiendo eyecciones de masa coronal y viento solar hacia el espacio.
Las manchas solares han roto los récords durante 27 meses seguidos y en enero de 2023, los científicos observaron más del doble de manchas solares de lo que la NASA y la NOAA habían predicho para este máximo solar.
Llamaradas solares X
Las manchas solares son las responsables de arrojar llamaradas explosivas hacia el espacio repletas de partícula cargada y radiación. A este tipo de llamaradas se les clasifica según su intensidad, siendo la de clase X las más violentas. Normalmente durante el máximo solar el Sol arroja llamaradas de clase M y C que son débiles y moderadas, no obstante, las llamaradas X suelen ser las menos inusuales.
En los últimos meses las llamaradas solares X han ido en aumento, al menos 8 bengalas de esta clase han sido lanzadas al espacio durante 2023. Las llamaradas M y C, también han aumentado, 1,500 de ellas han aparecido en lo que va del año.
Tormentas geomagnéticas
La liberación de llamaradas arroja una inmensa cantidad de viento solar y partículas a una velocidad vertiginosa que no siempre alcanzan a la Tierra, pero cuando lo hacen, producen las llamadas tormentas geomagnéticas.
Cuando el viento solar y las eyecciones de masa coronal interactúan en el campo magnético terrestre, causan perturbaciones en él que tienen distintas consecuencias dependiendo de la intensidad. Se dividen en cuatro clases, desde la más débil, G1, hasta la más severa, G4. Las tormentas G3 y G4 pueden ocasionar apagones de radio durante varias horas, además de problemas a los satélites en órbita terrestre baja. En lo que va de 2023, dos tormentas G3 y tres G4 han golpeado a la Tierra, lo que sugiere que el Sol se encamina a su máximo solar.
Auroras boreales en latitudes bajas
Las tormentas geomagnéticas además de ocasionar problemas en las tecnologías de comunicación de radiofrecuencia, son las responsables de las hermosas auroras polares que aparecen tanto en el polo norte como en el sur. Normalmente las auroras suelen aparecer en el cielo más septentrional y austral de los polos, pero cuando las tormentas geomagnéticas son mucho más intensas, las auroras se corren hacia latitudes más bajas, es decir más hacia los trópicos.
Tomando en cuenta que las tormentas geomagnéticas fuertes han ido en aumento, las auroras polares han aparecido en latitudes más bajas, sorprendiendo a los cazadores de estos hermoso fenómenos naturales.
Extraordinaria vista del eclipse solar
El pasado 20 de abril el mundo experimentó un inusual eclipse solar híbrido, que brindó una oportunidad única para fotografiar la corona del Sol. La imagen de abajo muestra la parte más externa de la atmósfera de la estrella, que sobresale detrás de la Luna en el cielo oscurecido.
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